Reino Unido y Alemania apuestan por endurecer medidas ante alza de casos

Médicos transportan a un paciente desde una ambulancia al Royal London Hospital, mientras continúa la propagación del Covid-19 en Londres.

Mientras los británicos luchan contra la nueva variante del coronavirus, las autoridades alemanas evalúan un confinamiento y la vuelta a clases en línea.


Dos semanas después de que se informara sobre una nueva variante del Covid-19 descubierta en Reino Unido, las autoridades británicas se enfrentan al difícil desafío de contener una nueva ola de contagios.

En esa línea, el primer ministro británico, Boris Johnson, anunció que tiene previsto endurecer las restricciones en el país ante el repunte de casos en los últimos días, que el sábado alcanzó un récord histórico de casi 58 mil nuevos contagios. Las muertes, en tanto, ascendieron a 445 en las 24 horas previas, llegando a 75 mil fallecidos y más de 2,6 millones de casos desde el inicio de la pandemia.

“Tenemos que examinar esta situación de manera constante, pero no nos van a dirigir motivaciones políticas, sino cuestiones de sanidad pública”, dijo Johnson a la cadena BBC.

Pese a que más de un millón de británicos ha recibido la primera dosis de la vacuna de Pfizer/BioNtech y que la vacuna de la universidad de Oxford y AstraZeneca será administrada a partir de hoy en el país, tres cuartas partes de la población ha sido reconfinada, y la vuelta a clases ha sido postergada en las zonas más afectadas.

El premier británico advirtió que la nueva cepa estaba siendo especialmente dañina en Londres y el sureste del país, por lo que debían tomar medidas excepcionales en algunas zonas. Así, aseguró que está considerando un “espectro de medidas más duras”, que incluyen el cierre de colegios, aunque “no es una opción que queramos abordar”.

El panorama se repite en Alemania. En declaraciones al canal privado RTL, el ministro de Sanidad, Jens Spahn, pidió extender las restricciones que rigen en su país desde el 13 de diciembre.

Las medidas actuales, que en un principio rigen hasta el domingo 10 de enero, buscan reducir la incidencia semanal a 50 casos por cada 100 mil habitantes. Sin embargo, las cifras actuales del Instituto Robert Koch (RKI) no son muy alentadoras.

Según su informe de ayer, la incidencia semanal actual es de 140 contagios por cada 100 mil habitantes. Aunque este número representa un descenso frente a las cifras del 13 de diciembre -cuando la incidencia semanal era de 169 casos por cada 100 mil habitantes- aún está muy por encima del nivel considerado crítico por los expertos y autoridades.

El RKI informó ayer de 10.315 nuevos casos y 312 muertes a causa del virus reportados en las 24 horas previas. En total, Alemania registra más de 1,7 millones de contagios y supera los 35 mil fallecidos debido a la pandemia.

Además, aún se desconoce el efecto que tendrán las fiestas de fin de año sobre las cifras de contagios. El presidente del instituto, Lothar Wieler, temía que las celebraciones contribuyeran al aumento de casos debido a los encuentros familiares, que muchas veces implican viajes dentro del país.

Aunque en Alemania técnicamente no hay confinamiento y las personas pueden salir de sus casas, los restaurantes y la mayor parte de los comercios están cerrados. Los colegios, en tanto, tuvieron que adelantar sus vacaciones de Navidad, que terminarían el 10 de enero. Sin embargo, los estados federados que se han visto más golpeados por la pandemia quieren que, a partir de esa fecha, los niños tengan clases desde sus casas en lugar de presenciales.

Se espera que la canciller alemana, Angela Merkel, y los líderes regionales, acuerden extender las restricciones en su reunión del martes, aunque aún no se sabe por cuánto tiempo. Algunos de los estados más afectados pidieron una prórroga de tres semanas, mientras que los menos afectados se han mostrado a favor de extender las medidas por dos semanas.

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