Brasil no logra sacudirse de una histórica "maldición olímpica"

La caída ante México se suma a los fracasos en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles y Seúl. Además, marca un nuevo revés para las laureadas vitrinas "verdeamarillas".




Ni su astro Neymar, que perdió la final olímpica ante México por 2-1 este sábado en Wembley, como Romario la de Seúl 1988, pudo salvar a Brasil de la "maldición olímpica" que persigue al  pentacampeón mundial y ganador de todos los títulos en fútbol menos del oro.

La "Seleçao" de Mano Menezes no pudo dejar de ser el único grande mundial sin medalla dorada, ya que Italia, Alemania, Gran Bretaña, Francia, España, Uruguay y Argentina, todos los que alguna vez bebieron de la gloria en Copa del Mundo, sí presumen de un galardón de oro en sus vitrinas.

Con su doblete, el atacante mexicano Oribe Peralta se disfrazo del uruguayo  Alcides Ghiggia y le dio el triunfo al "Tri" para meter en Wembley un nuevo "Maracanazo", en otra de las derrotas dolorosas que arrastrarán los torcedores antes del Mundial 2014 y los Juegos de Río 2016.

La derrota es doblemente dolorosa porque Brasil acudió con todo su  potencial, liderado por Neymar, de quien se espera que guía a la Absoluta el  'hexa' en casa, pero que este sábado quedó eclipsado y hundido con su rostro en  el césped de Wembley cuando sonó el pitazo final.

Tampoco Oscar, Leandro Damiao, los experimentados Thiago Silva, bronce en Beijing 2008, Marcelo y Rafael pudieron cortar con la maldición olímpica.

En Juegos Olímpicos, Brasil ha cosechado dos medallas de plata, en Los Ángeles 1984 y Seúl 1988, y dos de bronce, en Atlanta 1996 y en China hace cuatro años.

Tal vez la otra derrota dolorosa ocurrió en Asia, cuando la "Seleçao" ni siquiera pudo colgarse el oro al perder la final 2-1 en alargue con la Unión Soviética, a pesar de contar con un equipo galáctico con Romario, Bebeto, Careca, Jorginho y Taffarel, futuros campeones mundiales en el Mundial de EE.UU. 1994.

Diez años antes, en tanto, Francia truncó el sueño de una selección comandada por Dunga, que vio en cancha cómo el 2-0 terminaba con la posibilidad de un oro ante más de cien mil personas en el Rose Bowl Stadium de Los Ángeles.

La historia le recordaba a estos chicos que Brasil ha ganado cinco títulos en Mundiales, tres en la Copa de las Confederaciones, ocho en Copa América, cinco en Mundiales Sub-20 y tres en Mundiales Sub-17. Nadie ganó más, pero otros al menos se contenta con señalar que sí han sido campeones olímpicos.

Así, esta generación nuevamente se queda a las puertas del galardón dorado, desaprovechando además una oportunidad enorme luego de que España y  Uruguay, los otros favoritos, fueran eliminados en primera ronda, y de que Argentina no pudiera clasificar a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

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