Caso Lissette: fiscalía revela que protocolo de crisis no se cumplió

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Instructivo creado por el Sename prohíbe contenciones con frazadas y reducciones. Funcionarias del centro son imputadas por "conducta imprudente" y "actuar negligente".




En la segunda sesión de la formalización de las cuatro funcionarias del Cread Galvarino, dependiente del Servicio Nacional de Menores (Sename), imputadas por su presunta responsabilidad en la muerte de Lissette Villa (11), fallecida el 11 de abril de 2016, el Ministerio Público reveló la existencia de un "protocolo de contención en crisis", efectuado por el servicio, que no se habría respetado.

Este documento, actualizado en 2015, aplicaría frente a situaciones de "desajustes conductuales" de menores. En estas situaciones, el protocolo indica que lo primero es ejercer una "contención afectiva o emocional". Si no se puede actuar de ese modo, el instructivo permite "la contención física". Autoriza que se sostengan extremidades y cabeza para evitar "que el niño o adolescente se autoagreda o agreda a terceros".

En ese punto, la fiscal Erika Vargas aseguró que las educadoras de tratamiento directo, cuya identidad fue protegida por la magistrada a cargo del proceso y solo pueden ser identificadas como, T.O. y C.F., aplicaron "contenciones ilegítimas", para fines de castigo, tanto a Lissette como a otros niños del centro.

Estos "apremios ilegítimos" consistieron en la utilización de frazadas y sábanas para envolver a menores, un método conocido en el Cread como "sushi"; la aplicación de "abrazos del oso" y la reducción "a lo caballo", con cuidadoras doblando brazos y sentándose en los cuerpos boca abajo.

La persecutora apuntó a que el protocolo del Sename obligaba a solicitar ayuda especializada cada vez que los educadores no podían controlar las crisis. Además, de trasladar a los menores a un centro de salud cuando presentaran un comportamiento suicida.

Así, la fiscal Vargas señaló que las presuntas responsables de la muerte de Lissette, las educadoras C.F. y T.O., procedieron en una "conducta imprudente", mientras que J.F. (jefa directa de las cuidadoras) y M.L. (directora del centro) incurrieron en un "actuar negligente", al no prever las múltiples crisis de Lissette durante el día de su muerte.

"Me enteré de muchas cosas que le hacían a mi hija, como que la golpeaban", dijo Juana Poblete, madre de Lissette. "Ella fue torturada y maltratada hasta provocarle la muerte", agregó su abogado, Sebastián Lafaurie.

"Mi representada nunca recibió una inducción, capacitación y jamás conoció este protocolo", señaló el defensor de C.F., Pablo Sanzana.

Hoy continuará la formalización. Dos querellantes expondrán y vendrá el turno de la defensa.

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