Cómo prevenir y sacar el olor a humedad de las toallas

¿Al secarte después de la ducha te encontraste con un aroma horrendo? Aunque parece todo perdido, existen soluciones efectivas para este problema y diversas formas de prevenirlo. ¿La principal? ¡No dejes tu toalla tirada en el baño!




Uno de los pequeños grandes momentos del día a día es disfrutar de una buena ducha o baño, ya sea en la mañana o después de un largo día. Pero algo que puede literalmente pudrir esta experiencia es que, al secarte con la toalla, de golpe entre como cachetada por tu nariz un desagradable y agrio aroma a humedad.

Puede ser que se te haya olvidado lavar la toalla o que quedó mojada dentro del baño o que no alcanzó a secarse bien debido al frío y las lluvias. Cualquiera sea el motivo, el resultado es el mismo: un fétido olor que te hace sentir nuevamente sucio.

Hay veces, incluso, en que hasta después de haber sido lavadas aparece el hedor, algo que conocen quienes viven en ciudades costeras o donde llueve constantemente. Porque cuando una toalla no puede secarse por completo, la humedad queda atrapada en el material y así prolifera ese horrible olor. Lo peor es que mientras más gruesa y esponjosa sea la toalla de baño —es decir, más agradable—, más tiempo tardará en secarse y más probable es que retenga la humedad.

¿Por qué se ponen hediondas las toallas húmedas?

Según plantea el sitio especializado The Spruce, el olor a humedad de la toalla tiene el mismo origen que el de trapeadores o esponjas de limpieza que no se secan completamente al usarse: los hongos y las bacterias. Es en la humedad, y con temperaturas no tan bajas, donde estos microorganismos pueden reproducirse con mayor facilidad.

Por eso, es importante colgar las toallas inmediatamente después de su uso y de forma correcta, bien estiradas y en un lugar ventilado, y jamás guardarlas húmedas ni dejarlas tiradas detrás de la puerta. Sino, el aire no podrá circular por las fibras de la toalla ni logrará remover la humedad.

Otro factor que puede ocasionar el mal olor en tu toalla es la acumulación de residuos. No, no necesariamente los corporales, sino también de productos como cremas, lociones, champú o aceites que pueden dejar restos en las fibras de la toalla. Esta concentración en el textil, sumado a la humedad y a una mala ventilación, puede contribuir al mal olor.

Colgarla o guardarla en ambientes húmedos y poco ventilados ayudará a que este hedor se multiplique. Por eso no se recomienda guardar las toallas en el baño, en especial aquellos que no tienen ventana, sino que ojalá en un armario o mueble externo.

Otra causa del mal olor en las toallas es un lavado inadecuado. Y puede ser por los dos extremos: o porque no las lavas con suficiente frecuencia o puede que te estés excediendo en el uso de detergentes. Cuando se exagera con los productos de limpieza, el textil lo reciente y hace que la toalla pierda su capacidad de secarse a sí misma, lo que se traduce en su fetidez.

¿Cómo sacarle el olor a humedad a las toallas?

  • Aislar las toallas con mal olor: Una vez que identificas una toalla con mal olor, lo primero que debes hacer es separarla. La fetidez, al ser provocada por microorganismos, es contagiosa, por lo tanto si lavas toallas o ropa que no huele mal con otra que sí, estas pueden traspasarle su hediondez y multiplicar el problema.
  • Lava con vinagre blanco destilado: este aderezo no solo sirve para una ensalada, sino también para muchos trucos de limpieza. Su acidez natural lo transforma como un agente neutralizador poderoso pero al mismo tiempo seguro (y muy económico). Si el mal olor es leve, lava las toallas con el ciclo regular de la lavadora, ojalá con agua tibia, y agrega una taza de vinagre blanco en el enjuague final. Ahora bien, si el hedor esté al borde de lo radioactivo, lo mejor es remojarlas con agua tibia y una taza de vinagre por al menos 30 minutos, o durante una noche si es que están insoportables, y luego ponlas en la lavadora. Si además están sucias, también puedes añadir un poco de detergente (pero la mitad de lo normal).
  • Y añade bicarbonato de sodio: este es otro gran aliado que nos entrega la cocina: además de levantar tus masas o mejorar la digestión, el bicarbonato también funciona como excelente limpiador. Para estos fines, eso sí, es mejor asegurarse de que sea un bicarbonato de uso exclusivo para limpieza. Una de las marcas más usadas en TikTok es Arm & Hammer, producto que promete eliminar suciedad y malos olores en múltiples superficies, como refrigeradores, hornos y microondas. Además ayuda a quitar manchas en alfombras, cojines y otras superficies. Para lavar las toallas, solo debes agregar media taza de este producto y escoger tu ciclo como de costumbre. “Solo el bicarbonato de sodio debería hacer el truco”, señalan en The Spruce.

Bicarbonato de Sodio Arm & Hammer 6,12 kg


  • Pelotas en la secadora: si tienes secadora, entonces no deberías sufrir con las toallas húmedas. Pero un truco popular para que las toallas queden con una textura esponjosa es usar pelotas de tenis nuevas —o muy limpias— o pelotas de lana. En otro artículo del mismo medio especializado indican que “absorben el calor de la secadora y la humedad de la ropa lavada, lo que ayuda a que las prendas se separen mejor y más rápido. Eso permite un mejor flujo de aire caliente”.

Bolas de lana para secar Ropa PlantB (3 unidades)


Cómo prevenir el mal olor en las toallas

  • Fíjate en el entorno: es probable que el mal olor pueda transferirse de un lado a otro, como por ejemplo el cesto de ropa sucia. Un error de principiante es dejar la toalla maloliente junto a las otras prendas, lo que puede ocasionar que se transfiera el hedor hacia toda tu ropa. Lo ideal es que las toallas puedan tener su propio cesto, en especial si haces deporte o ejercicio y andas con tus toallas de bolso en bolso.
  • Prefiere toalleros: si tienes espacio, es mejor contar en el baño con un toallero que con un gancho, ya que las barras permiten que el aire pueda circular entre los tejidos del textil. Los ganchos, en cambio, hacen que la toalla no permanezca estirada, por lo que la humedad puede acumularse más fácilmente.

Toallero de acero inoxidable Ikea Brogrund


  • Cuélgala correctamente: si ya terminaste de secar tu cuerpo, debes inmediatamente tender la toalla de forma correcta. La idea es dejarla colgando horizontalmente desde la mitad, de forma que el aire pueda fluir fácilmente por el textil. ¿No te lavaste el pelo? Aunque no esté muy mojada, igual es importante secarla al aire, lejos de la humedad, para evitar esos desagradables olores.
  • Guárdala siempre y cuando esté seca: como ya te dijimos, la humedad es la que ocasiona el mal olor. Si las doblas y guardas cuando aún no están secas, los hongos y bacterias te lo agradecerán y armarán una inmensa orgía en tu toalla.
  • Evita la humedad de tu baño: si no cuentas con una ventana, intenta poner un extractor —o asegurarte de que funcione correctamente—, ya que estos aparatos ayudan a que el aire salga rápidamente, eliminando el vapor y reestableciendo la sequedad.
  • Invierte en un secador de toallas: esta es una solución más costosa pero altamente eficiente, sobre todo si tienes problemas de humedad en tu baño. Tus toallas se mantendrán secas y evitarás que aparezcan esas desagradables gotas de humedad y moho en el techo. Otro aspecto positivo es que te mantendrá el baño temperado, como también las toallas antes de que las uses, algo que viene bien durante el invierno.
  • Secado al sol: cada vez que se asomen los rayos del sol, aprovéchalos para secar las toallas. La exposición a ellos ayudará a eliminar los malos olores, ya que los microorganismos no suelen tolerarlo bien.
  • Evita el detergente en exceso: la gran mayoría de los detergentes que encuentras en los supermercados son de alta eficiencia y concentración, por lo que solo necesitas una pequeña medida según la cantidad de ropa que eches a lavar. Lo que debes hacer es leer la etiqueta con la recomendación de cantidad de detergente según carga. Cuando echas de más, el detergente queda acumulado en la misma lavadora por lo que además de tapar algún conducto puede traspasarse a los textiles y eso mismo puede ocasionar el mal olor.
  • ¿Te es difícil calcular? Prueba con detergente en unidades como las cápsulas pods o sino los que vienen en láminas, que son todavía más económicos y eficientes. De esta manera te aseguras echar a la lavadora las medidas justas de detergente según la carga.

Detergente en láminas Bulle (40 cargas)

  • Enjuage de lavadora: a pesar de que la lavadora es el electrodoméstico que lava, también debe lavarse. Sí, estás leyendo bien. “No tendría sentido introducir las prendas y accesorios sucios para ser lavados si es que el tambor, conductos y filtros de la lavadora se encuentran con residuos y moho”, explicaba Pamela Castro, especialista de LG Electronics en un artículo pasado, mientras que Felipe Inostroza, de Samsung, en una publicación sobre cómo sacarle más partido a tu lavadora, explicaba que estos ciclos de limpieza —o lavado de tambor— sirven paraeliminar el moho, bacterias, residuos de detergente y la acumulación de suciedad”. Lo ideal es ejecutarlos cada 20 lavados. Si te es difícil mantener la cuenta, te sugerimos poner un post it al lado de la lavadora cada vez que laves: cuando completes veinte, es hora de limpiar el tambor.
  • Revisa el material de la toalla: las telas que se secan más lentamente son más propensas a enmohecerse con el tiempo; eso asegura la marca Parachute. Su sugerencia para evitar este problema a largo plazo es priorizar toallas como las de algodón turco, toallas waffle, de algodón orgánico o las de canalé.
  • No dejes ropa mojada mucho rato en el tambor: este es un dato conocido, pero no menos importante: dejar la ropa húmeda en la lavadora hará que se acumule moho en el tambor, el cual se puede traspasar a las telas. Por lo mismo: siempre que te pongas a lavar, debes estar presente tú o alguien más para que apenas termine el lavado saques y tiendas las toallas.

¿Cada cuánto lavar tus toallas?

Al secarnos, no solo sacamos la humedad de nuestro cuerpo, también sacamos esas cosas que no se ven, como las células muertas de la piel, las bacterias e incluso el sudor, las que pueden acumularse rápidamente en las toallas. Como regla general, y si te duchas diariamente, en una publicación de Wirecutter sugieren usar una toalla limpia cada tres días. Si se trata de la toalla del gimnasio, en el sitio del New York Times recomiendan usarla solo una vez y luego lavarla, por la cantidad de sudor y exceso de humedad en el traslado en bolso.


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 5 de julio de 2023. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.

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