Diseñan estadio que combatirá el calor de Qatar en el Mundial

Tanto bajo las tribunas como en la cancha, saldrá aire frío, para mantener una temperatura agradable en todos los sectores del recinto.




Mantener un estadio al aire libre a una temperatura agradable en un país tan caluroso como Qatar ha sido uno de los principales retos del estudio español que ha ideado un futurista complejo para el Mundial de fútbol de 2022 en ese país.

El estudio de arquitectura RFA Fenwick Iribarren acaba de presentar, en la capital qatarí, los diseños y maquetas para la construcción del estadio de la Fundación Qatar, un espectacular proyecto deportivo que tiene previsto ver la luz en 2018.

El británico Mark Fenwick, uno de los responsables de esa empresa, asegura que "el diseño de un estadio en Doha es un reto porque el clima es muy difícil".

Sin embargo, considera que les ha servido su experiencia previa trabajando en otras zonas donde hace "mucho calor" como, por ejemplo, en Andalucía. "En el sur de España, crear espacios con sombra es fundamental y eso nos ha ayudado aquí", explica Fenwick.

Su estudio se ha especializado en el mundo deportivo, y en España han diseñado el nuevo estadio del Valencia y el feudo del Español, el Cornellà-El Prat, que ha sido calificado por la UEFA como una "referencia" en ese ámbito.

Fenwick fundó, en 1990 con el también arquitecto Javier Iribarren, el estudio que ahora está a cargo del diseño del cuarto estadio presentado por el comité organizador del Mundial.

El Qatar Foundation Stadium tendrá un microclima agradable, gracias a unos sistemas de enfriamiento que permitirán a los espectadores presenciar un partido sin que el calor les afecte.

"Debajo de cada asiento y del campo saldrá aire frío. El aire frío pesa más que el aire caliente, por lo que se mantendrá abajo. Al impulsar aire frío estaremos como llenando una piscina, y al cubrir cuatro metros se mantendrá a jugadores y aficionados en un clima genial", explica el arquitecto.

Otro de los secretos del enfriamiento consiste, según Fenwick, en diseñar la cubierta y la fachada del estadio para que no entre el viento, porque si esto ocurre "en un segundo se quita todo el frío".

La fachada será metálica e imitará la superficie de un diamante, de manera que podrá "coger y reflejar la luz de Qatar cambiando de color durante el día", añade.

Habrá un aforo para 40.000 espectadores que, tras el Mundial, pasará a ser de 25.000, al no ser necesarias tantas plazas para las competiciones habituales del país.

En un principio, el estadio fue diseñado como un complejo deportivo para la Fundación Qatar y, tras la elección de Qatar como sede del Mundial de 2022, el comité organizador decidió que pasaría a formar parte de los estadios de esa competición, una "alegría" para el estudio y también un reto.

En el concurso que ganaron los españoles se presentaron otras propuestas como la del célebre arquitecto británico Norman Foster.

El complejo diseñado por el estudio tendrá, además, centros comerciales, restaurantes, una piscina olímpica, y pistas cubiertas de tenis y atletismo.

Tras el Mundial, el campo de fútbol se transformará en un cancha para jugar al voleibol, al balonmano o al baloncesto.

Fenwick dice no tener el costo total del proyecto, aunque, frente a la idea extendida del derroche que existe en Qatar, defiende que están trabajando por optimizar y hacer que el estadio sea "económicamente responsable".

Además de esa iniciativa, el estudio será el encargado del diseño de una serie de edificios donde solo las mujeres practiquen deporte, así como de un lugar destinado a carreras de camellos.

Con grandes proyectos de arquitectura ya adjudicados en Qatar, la empresa cuenta desde hace dos años con una oficina en su capital.

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