Entre divisiones, UE acuerda nueva regulación financiera

<p>El bloque convino instalar nuevas agencias de supervisión y una menor intervención gubernamental.</p>




Los países de la Unión Europea convinieron ayer instalar nuevas agencias de supervisión financiera, tras superar la discrepancia entre la tradicional regulación rigurosa de Francia y Alemania por un lado y el enfoque británico de una menor intervención gubernamental por el otro.

Durante una reunión de ministros de finanzas, Gran Bretaña -con el temor de que una regulación estricta comprometa el papel de Londres como centro financiero mundial- cedió terreno para dar a los nuevos supervisores de la UE la facultad de obligar a los reguladores nacionales a actuar.

Sin embargo, esto último se aplicaría únicamente como último recurso, y sólo si la eventual orden del bloque es respaldada por la mayoría de los gobiernos que lo componen.

El secretario británico del Tesoro, Alistair Darling, dijo a los periodistas que "si hay una crisis, entonces sí (el nuevo mecanismo) permite a los reguladores, donde se requiera, pedir a los reguladores nacionales que entren en acción".

Indicó que existe un sistema de apelación que autoriza a los supervisores nacionales a "vetar de hecho" ese mecanismo, porque una orden de la UE debe ser apoyada por los 27 gobiernos del bloque para que los reguladores locales la obedezcan. Sin crisis presente, los reguladores podrían impugnar las órdenes de la UE en los tribunales de la unión.

Londres tuvo pocos aliados en su campaña contra la reforma en la regulación financiera planteada en respuesta a la crisis financiera del año pasado, una turbulencia que algunas naciones y legisladores de la Unión Europea atribuyeron a la supervisión relajada que han aplicado en Gran Bretaña y Estados Unidos.

Darling intentó matizar ese hueco describiendo a la ciudad de Londres, el mayor centro financiero europeo, como "una activo no solamente del Reino Unido sino también de Europa".

El Presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, dijo ayer en un discurso que la designación de un francés, Michel Barnier, como el nuevo comisionado de finanzas del bloque era un triunfo del "modelo francés" contra "el exceso de capitalismo financiero" que causó la crisis.

Victoria o derrota, las naciones de la UE necesitan reemplazar una regulación desordenada y remendada con nuevas agencias que supervisen la banca, el sector de seguros y el mercado financiero del bloque, así como con una Junta Europea sobre Riesgos Sistémicos que atienda las potenciales amenazas a la economía.

Con el acuerdo de ayer se prepara el terreno para negociar con el Parlamento Europeo, que debe aprobar el nuevo mecanismo, a fin de que entre en vigencia en el 2011.

Los cambios permitirían a las institucionesde la UE intervenir en conflictos entre reguladores nacionales sobre la manera de tratar con los grupos financieros que operan en varios países. También podrían presionar a las naciones para que apliquen reglas técnicas financieras en el mismo sentido.

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