Francisco Mandiola, director ejecutivo: "Chilevisión no se vende"

Tiene un pañuelo de seda en el bolsillo de la chaqueta, pero hoy también tiene al cuello su credencial de funcionario de Chilevisión, con su RUT y una foto poco sentadora. Francisco Mandiola, 51 años, economista graduado de Georgetown, lleva cinco meses ocupando la dirección ejecutiva de Chilevisión, tras la salida de Jaime de Aguirre. No ha hablado con la prensa, pero se ha escrito de él: de que se crió y estudió en Estados Unidos, de que cocina, de que su nombre nunca sonó en la industria televisiva para reemplazar a un nombre mítico como De Aguirre.  Mandiola tiene como experiencia la gerencia de DirecTV, y luego por varios años estar al mando de la Casa de Moneda. Fue una amiga la que le preguntó si le interesaba la televisión, a mitad de 2014, y tras mandar su curriculum por email, cuenta él, comenzó una serie de conversaciones con el grupo Turner donde, para su sorpresa, terminaron en mayo ofreciéndole el puesto más importante del canal de Inés Matte Urrejola. Tomando un té, bueno para el chiste liviano, dice que este es un trabajo como tantos otros, pero lo que más ha cambiado en su vida es la disposición laboral 24 por 7. Y cuenta que aunque revisa el rating, no lo hace todo el tiempo, "porque trato de inculcarle a mis hijos que no miren el teléfono todo el día, así que tampoco lo hago yo".

Usted tenía experiencia en TV de pago, pero tomar la dirección ejecutiva de un canal es otra escala. 

Los canales, la televisión de pago o la Casa de Moneda, son todas empresas. Son industrias muy distintas en su complejidad, claro, pero creo que lo que me parecía desafiante era que todos me decían lo mismo: esto es la tele, te vas a morir (se ríe).

En la TV no se da la bienvenida a los, entre comillas, outsiders.

Cuando son industrias que por muchos años han tenido un grupo de personas que se ha ido repitiendo, de un canal a otro, es dificíl que los outsiders entren, pero en algún minuto todos fueron outsiders. Yo lo  tomé como un desafío. La recepción ha sido muy positiva, no he sentido negatividad acá dentro.

¿Fue difícil heredar el cargo de un nombre con tanta trayectoria como De Aguirre?

Más que una dificultad o peso, estaba entrando en un área donde antes había un ícono de la industria. Todos me dicen que lo querían mucho, o que querían mucho a Pablo Morales, y yo les digo que no vengo a reemplazarlo, estamos en otra etapa de la industria y vengo a trabajar en eso. Sería muy patudo de mi parte decir que vengo a reemplazar a Jaime de Aguirre, no es ese mi interés. De hecho, nos sigue asesorando en temas puntuales a su gestión. Hemos tenido un par de conversaciones y es un hombre muy agradable.

La salida de De Aguirre, que se juntó con sus boletas asociadas al caso SQM, ¿tuvo alguna otra consecuencia en su llegada al canal?

Eso lo he leído en la prensa, con Jaime jamás hemos hablado de ese tema. Yo no tengo que ver con eso.

¿Qué impresión tuvo de la industria televisiva una vez que se instaló en el canal?.

En los últimos nueve años hemos estado en el primer, segundo, tercer lugar, no cambia mucho el gráfico. Y estamos todos los canales pegados en rating anual, entre 7 y 9 puntos. No hay grandes cambios. Pero a pesar de ser segundos en rating, en CHV no somos segundos en ingresos, ni en costos, ni en pérdidas. No hay una correlación entre rating y ganancias. El rating es una parte muy importante de la televisión, obviamente, pero no debería ser para mí el foco de la calidad televisiva. Si nos enfocamos sólo en el rating, como se ha hecho en Chile y en otros países, el desenlace es el que vive hoy la industria nacional, que es uno de números difíciles y reducción de la torta publicitaria. Yo estoy aprovechando que somos una empresa Turner, que somos el número dos en Chile, que queremos ser número uno y queremos conectar con la gente. Mi sueño para este canal es la lealtad, porque esa lealtad se la podemos dar hoy en la TV, mañana en el iPad, en el teléfono. Hoy el CEO de Turner mundial dio una charla sobre lo que estamos haciendo en el mundo, dice veámos dónde estamos y démonos cuenta que lo que hacemos en 20, 30 o 40 años más puede no estar. Despertemos, cambiemos, pero no perdamos nuestra identidad, y ese es el gran desafío acá.

La torta publiciaria disminuyó agresivamente en los últimos años. ¿Es revertible eso o hay que adaptarse a la nueva realidad?

Sería prematuro decir si es revertible o no. Lo que yo veo es que en 2009, el monto de ventas total fue muy similar al de 2014. Y los años entremedio no son muchos más altos. Chile y Latinoamérica están pasando por un momento difícil económico. Obviamente se restringe la publicidad, eso no significa que no va a crecer la torta de nuevo. Lo que sí va a pasar es que la torta se va a ir dividiendo. Gran parte de esa baja en publicidad se fue a la TV de pago, internet u otros medios. Y no estamos ahí. CHV sigue siendo un canal que la gente ve por ser único, por ser innovador, por creer lo que dice y por una línea editorial diversa. Son las cosas que el futuro quiere.

¿Entonces la apuesta de línea editorial seguirá por el mismo camino, con las series históricas, sobre censura y política?. 

Lo que eso tiene en común con la línea editorial que vamos a tener es que dice las cosas que son verdad. En Chile hoy la gente está ansiosa de transparencia y transversalidad. Y es nuestro plus al que le sacaremos provecho, pero no sólo con historias de lo que ha ocurrido en Chile en ciertas épocas de nuestra historia, sino que también en el mundo.

Se rescataron unos twitteos suyos sobre la Unidad Popular que generaron la duda si tomaría un camino contrario al del ex director. 

Yo viví la UP. Y ese twitteo fue un día en la calle, de mucha gente protestando, para mi entender, sin mucha razón, porque no era una protesta conocida. Y comenté como un ciudadano no público. Pero fue en un contexto. En esto te arman una imagen. Yo no estoy preocupado de mi imagen, para lo que me contrataron es para mejorar CHV. Yo soy fiel creyente de que las líneas editoriales de los medios deberían ser ciento por ciento transparentes, nunca voy a influir con mi vision personal, diga lo que diga en un ámbito privado.

Números rojos

Este primer semestre CHV perdió $ 4.699 millones. ¿Cómo se revierte eso en medidas inmediatas y las de largo plazo?

En lo inmediato nos dimos cuenta que siendo segundos en el rating no teníamos los mejores precios. Tenía que ver con la percepción que los avisadores podían llegar a tener con CHV; se hizo un estudio de marcas, salió que era chabacano. Se cambió la política de ventas y eso de a poco va abriendo el mercado. Llevamos tres meses con mejores ventas que el mismo trimestre de 2014. Además en el segundo semestre hemos perdido menos de $ 500 millones. Eso se debe a varias cosas. Primero, un enfoque del método y forma de producir y armar programación, y probar con elementos más cuidadosamente testeados. Elegimos algunas cosas para probar, nos enfocamos en ello, en un cierto presupuesto que gastar. Y nos ha ido bien. También trabajamos los procesos internos. Redujimos algunas áreas, y hoy no hay más planes de reducciones de personal.

Reestructuró el organigrama.  

Eso se hizo en junio, se hizo más plano, con ocho directores de área. Sentí que era un canal que tenía poca conexión frente a dónde tenía que ir. Quiero que todos estemos pensando y viendo lo mismo, porque si no lo hacemos así, esto no va a despegar. Es muy dificil cambiar la mentalidad de una industria hacia la multiplataformas, solos. La gente estaba acostumbrada a menos claridad en estructura, era una forma distinta de hacer las cosas.

¿Qué rol juega entonces Holger Roost-Macías, el asesor alemán que llegó junto a usted?.

Holger es un experto en producción y vino acá por un año y medio para ayudar en eso. Lo que está introduciendo acá es método, eficencia de recursos de cámaras, tiene una visión del switch menos urgente, es más premeditado.

¿Van a generar más contenidos para 2016? Una posibilidad, ahora que el canal no está produciendo mucho, es que se estaría preparando la venta de la señal. 

El canal no se vende, primero que nada. La parrilla de 2016 está casi lista, se ha estado trabajando. Después del Festival de Viña yo creo vamos a dar varios estrenos.

De lo más comentado en su gestión está el fin de Tolerancia Cero. ¿Fue un error traer a Mónica González a semanas de que se acabara el programa?

No fue un error, porque ella fue advertida desde un principio. Sabía que venía a trabajar programa a programa, porque ya estábamos evaluando Tolerancia Cero. Es un programa que yo veía todos los domingos, pero después de muchos años dijimos: "hagamos algo distinto". Al aire era muy difícil hacer cambios  y por eso se fue a revisión.

La salida de Pablo Morales también se dio por Tolerancia Cero, ya que usted no aprobó la llegada de Patricio Fernández. ¿Se sorprendió que en esta industria se filtra todo?

Lo que se filtró fue lo que quisieron filtrar. A mí no me consultaron sobre la llegada de Patricio Fernández. Me lo presentaron como un hecho de que estaba contratado. Y yo dije que a mí nadie me había dicho nada. Se pensó que lo vi como alguien muy de izquierda, pero no era un problema de ese estilo. Estábamos tratando de armar un canal donde se respetaran las decisiones y las decisiones deben ser consensuadas y aprobadas por mí y eso no estaba ocurriendo. Es un gallito que no se ganó, esa es la realidad.

¿Habrá un cambio en la relación de trabajo con CNN Chile?

Turner es mitad dueño de CNN Chile y no hay una sinergia más allá de eso todavía. Tenemos una mejor relación hoy día, entiendo, de lo que había antes. Rolando Santos, el director, ha ofrecido toda su ayuda, pero más allá de relación cordial, hoy no hay otro tema. Con Turner Broadcasting sí, ellos se irán con nosotros a Machasa.

¿Cuándo será el cambio a Machasa, tras años de atraso? ¿Puede evaluar los errores que hubo ahí?

Se convirtió en un tema muy complejo. Porque fue muy largo, porque se hicieron cargo muchas personas, salió un constructor, luego se hizo cargo Turner y luego cambió la administración. Machasa se convirtió en uno de los temas grandes para CHV, porque nadie veía un fin. Desde que la división Time Warner Facilities se hizo cargo, las cosas empezaron a cambiar. Machasa hoy tiene un avance real. Lo fui a ver cuando llegué y me asombré; por el tamaño, por el sueño que había ahí de hacer algo sorprendente. Esperamos estar todos instalados allá el 31 de agosto de 2016.

¿El próximo será un año de ahorro o de gastos para el canal? Porque el cambio a Machasa supone gastos. 

El cambio estaba presupuestado para este año y conseguimos los fondos para ello. Eso es lo bueno de tener una empresa padre, que cree en el proyecto. Será un año de cinturón apretado, como muchos canales de la industria. Estamos mirando dónde gastar la plata que tenemos para tener un efecto más positivo. Toda nuestra visión está centrada en 2016.

¿Tiene una fecha tope para revertir la situación económica a números azules?

No. Espero llegar a fines de este año, todavía con mermas, pero me atrevo a decir que con una reduccion del 50% de las pérdidas del año pasado o más.