Gonzalo De Porras, el ariete que le ganó a la muerte

Septiembre de 2009. Gonzalo De Porras aún no puede debutar por Manfredonia, equipo de la cuarta división italiana, al que había llegado pocas semanas antes. Su pase internacional aún no llega a Italia.

Pese a ello, decide acompañar a su equipo en un partido del campeonato y viaja hasta Barletta, ciudad donde se desarrolla el encuentro. De Porras se desplaza en un vehículo con Juliana y Mateo, esposa e hijo de su compañero Mauro Marchano, además de un amigo familiar. El ariete va de copiloto. En el trayecto lee el diario, pero casi a mitad de camino, se revienta un neumático, el auto da un brusco giro y termina incrustado en un canal de riesgo.

El accidente no fue menor. La conductora (30) y el bebé de tan sólo ocho meses fallecen producto del impacto. De Porras recibe golpes menores, que le obligaron a estar casi dos meses sin jugar.

Ese accidente marcó la carrera del hoy delantero de Barnechea, club con el que está a 90 minutos de ascender a Primera División (reciben esta noche a San Luis de Quillota, en San Carlos de Apoquindo, a partir de las 19 horas).

"Ese momento me frustró mucho. Es algo que no voy a olvidar jamás, fue difícil el momento, ya que la señora de un compañero perdió la vida junto a su guagua. Pese a que yo no iba manejando, es algo que no me lo voy a perdonar jamás", relata De Porras con la voz entrecortada. Sólo hablar del episodio rompe su armonía.

El hecho fue tan doloroso que al poco tiempo Marchano, un ex seleccionado sub 17 de Argentina, decidió retirarse y formó un negocio familiar con su padre. "Hasta el día de hoy hablo con Mauro por las redes sociales", dice De Porras. Y prosigue: "Si ascendemos mañana (hoy), será una alegría contrastada con aquel accidente. Seguramente recordaré ese duro momento y les dedicaré el triunfo".

Un gol preparado

Esta noche, Barnechea salta a la cancha con la primera opción de subir al fútbol de honor, luego que el domingo venció como visita a San Luis, por 1-0. El tanto, un verdadero golazo, lo marcó De Porras, tras un pase largo de Christian Martínez desde casi mitad de cancha.

La jugada, explican en Barnechea, no es casual. "Los goles como el del domingo se ensayan en los entrenamientos. Es una sincronización", explica De Porras. Hoy espera repetirlo.