Hallan cinco nuevos cadáveres en el estado mexicano de Guerrero

Además, la prensa internacional denuncia que varias decenas de choferes de autobuses permanecen secuestrados por estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, donde asistían los 43 jóvenes desaparecidos hace dos meses.




Cinco cadáveres fueron hallados dentro de una furgoneta en un cruce de caminos a las afueras del municipio de Chilapa, estado sureño de Guerrero, en el mismo sitio donde el jueves fueron encontrados otros 11 cuerpos decapitados.

Los restos humanos fueron trasladados a la morgue luego de que peritos de la fiscalía acudieron al lugar a constatar la forma en que habían muerto y tomar evidencias. 

El alcalde de Chilapa, Javier García, informó que tras el hallazgo del jueves fueron enviados 500 efectivos militares y 30 policías del estado para reforzar la seguridad de su municipio.

"La violencia nos ha sobrepasado", admitió García.

El miércoles último se reportaron dos enfrentamientos entre el Ejército y presuntos criminales en el barrio de La Villa, en los alrededores de un liceo, pero la autoridad no informó si hubo muertos o heridos.

Chilapa, ubicada a 55 kilómetros de la ciudad de Chilpancingo, capital de Guerrero, forma parte de la zona más golpeada por la criminalidad en el estado, donde hace dos meses desaparecieron 43 estudiantes.

Los jóvenes fueron detenidos por agentes municipales, que los entregaron a la banda Guerreros Unidos, la cual los asesinó y arrojó sus restos a un río, según la fiscalía general.

CHOFERES SECUESTRADOS

Varias decenas de choferes de autobuses permanecen secuestrados por estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, donde asistían los 43 jóvenes desaparecidos hace dos meses.

Los conductores de los vehículos, retenidos por los propios estudiantes, que califican este acto como "una expropiación", son obligados a llevar y traer a los jóvenes a sus movilizaciones.

Según diversos testimonios recogidos por medios internacionales, pero con poco eco en los medios locales, desde hace varias semanas los conductores viven en una cancha de fútbol, duermen dentro de sus propios autobuses y no cuentan ni siquiera con una muda de ropa para cambiarse. 

Vicente Yáñez, presidente de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales, dijo que hay 246 choferes y 42 autobuses de pasajeros secuestrados en Ayotzinapa, aunque otras fuentes hablan de unos 30 choferes.

Aunque en teoría podrían abandonar los vehículos e irse, si lo hacen pueden ser acusados de abandono de trabajo y despedidos porque su contrato laboral los obliga a permanecer en el pullman.

Las autoridades no han querido intervenir para liberar a los choferes por temor a atizar aún más la indignación prevaleciente por la desaparición de los estudiantes.

Los estudiantes niegan que estén secuestrados pero los choferes dicen que en la práctica son obligados a permanecer en un solo sitio y a trabajar para los jóvenes.

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