Juan Antonio Coloma: "Los partidos no tienen que cambiar sus ideas porque cambia la sociedad"

Ante debate doctrinario, afirma que la UDI debe "fortalecer" sus planteamientos y pide posicionar a un candidato presidencial.




En medio de la discusión sobre quién presidirá la UDI cuando se renueve la directiva, el senador Juan Antonio Coloma -una de las cartas que se manejaban, junto a Ernesto Silva y Víctor Pérez- dice que se marginará de dicho proceso y hace un llamado a que la nueva mesa posicione en los próximos dos años, al menos, a un candidato presidencial propio.

Según quienes escucharon su discurso en el consejo directivo ampliado, usted pidió tener un candidato presidencial posicionado. Julio Dittborn envió un documento en esa misma línea. ¿Qué es lo que plantea?

He llegado al convencimiento de que la UDI, de aquí a dos años, debe tener varios candidatos presidenciales, y llegar al 2017, sea en primarias o primera vuelta, con un candidato propio. Es muy relevante que quien asuma la próxima directiva tenga dentro de sus objetivos algo que nunca lo ha sido: tener candidatos presidenciales. En la UDI ha pasado algo muy raro. Nosotros creemos mucho más en el equipo, en los proyectos de conjunto. La UDI no es una suma de proyectos individuales, es un proyecto común. Un mal efecto de eso ha sido no motivar la aparición de candidaturas. Creo que llegó la hora de estimularlas. Esto es un cambio, porque nunca se le ha puesto a una directiva una obligación de esta naturaleza.

¿En qué situación está la UDI?

Primero, en política, los liderazgos requieren mucho tiempo en consolidarse. Segundo, este fue un gran gobierno en lo económico y social, pero tuvo falencias políticas. La eficiencia sin testimonio y la excelencia sin humanidad no tienen efectos de continuidad en el tiempo. Además, los cambios en las leyes políticas fueron nefastos. El cambio al voto voluntario fue letal para la centroderecha y para Chile. Pero también hay conclusiones internas en la UDI. Hubo vacilaciones en materia presidencial. Lo de Golborne supuso un manejo muy equivocado de la forma de hacer partido.

¿Ese fue un error de la directiva?

Ahí hay un defecto de la directiva, pero creo que la directiva refleja un estado del partido. El partido cometió errores que hay que rectificar, como tener un comité electoral permanente. También debemos entender que aquí cambió una forma de hacer política. No creo que los partidos tengan que cambiar sus ideas porque cambia la sociedad. La gracia está en cómo, a partir de nuestras ideas, se puede ir haciendo política de una forma distinta, que tiene que ver con entender los movimientos sociales, entender la nueva realidad de los dirigentes. La UDI se debe transformar, más que en un partido de masas, en un partido de cuadros.

Usted critica lo que sucedió con Golborne. ¿Cree que no se debió desestimar su candidatura presidencial?

No se debió haber bajado a Golborne, ni menos en la forma como se hizo.

¿Por qué?

No hubo la fortaleza de defenderlo ante una situación que era meramente política y que, al final, tenía tan poco sustento que él pudo ser candidato al Senado. Al final, se dio un escenario de relativa improvisación. No sé si en un debate mayor se pudo haber llegado a la misma conclusión, pero la forma de hacerlo la encontré muy violenta.

¿Le faltó convicción a la UDI?

Faltó convicción para defenderlo.

Ud. dice que los errores de la directiva reflejan el estado actual del partido. ¿Cuál es ese estado?

Ha habido madurez en enfrentar el tema de la derrota, y ese es un activo. ¿Dónde está el tema de fondo? Hay vacilaciones respecto de cómo enfrentar el futuro. Tenemos que entender cómo poder, en un mundo que ha cambiado, defender nuestras convicciones.

Muchos plantean una apertura...

Nuestras ideas tenemos que fortalecerlas. Todo lo que tiene que ver con la justicia, el mérito, la capacidad personal, la escala valórica, el esfuerzo, son parte esencial de lo que tenemos que marcar en los próximos años. La diferencia es que debe cambiar la forma: mucho más vinculados en terreno, vinculados a los movimientos sociales, con metas de largo plazo y con fidelización de las personas. Si alguien cree que la fórmula para recuperar el poder es que, ya que el mundo cambió, hay que cambiar con el mundo y cambiar las ideas, me parecería un grave defecto. Estar en la oposición sin ideas claras es un gravísimo error político.

¿Tiene que haber un recambio generacional en la directiva?

En esto, aunque sea latero, soy como Arjona: la UDI tiene que ser una amalgama entre experiencia y juventud. Estoy especialmente esperanzado en la lógica joven que tiene la UDI. La UDI siempre ha sido un partido que ha tenido una capacidad para incorporar jóvenes en forma inagotable.

Sí, pero lo que piden es que esto se produzca en la primera línea, en la presidencia...

Tiene que haber incorporación en la primera línea, de todas maneras. Si resulta en que tiene que ser alguien de las nuevas generaciones, no tengo ningún problema, pero puede haber otra persona que puede encabezar ese proceso. No lo veo como un requisito.

Algunos en la UDI dicen que Ud. plantea esto porque si dijera lo contrario, estaría atentando contra sus intereses...

Quiero ser claro: no está en ninguno de mis planes presidir la UDI.

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