Las diferencias en asignaciones fiscales que tienen Chile y Perú con sus ciudades limítrofes

La relación que mantiene Perú y Chile luego del fallo entregado por La Haya ha puesto la atención en las ciudades involucradas, Tacna y Arica. Este conflicto se ha tomado como una oportunidad para las regiones limítrofes de tomar mayor protagonismo a nivel nacional con sus respectivos gobiernos.

La entrega de recursos, la preocupación por la densidad de población y la forma que tienen para distribuir los bienes son algunos de los principales aspectos que reclaman los pobladores de ambas ciudades. El gobierno peruano, según la ley de asignación de presupuestos, le entregó a la Región de Tacna $ 82.821.560.176 para el 2013, mientras que para el mismo periodo, su par chileno solo invirtió en la Región de Arica y Parinacota $9.303.432.000, lo que genera una diferencia de $73.518.128.176 o, dicho de otra forma, un presupuesto casi nueve veces menor al incaico en su ciudad fronteriza.

La comparación entre los ingresos fiscales para las dos regiones resalta por la densidad, mientras que en Arica hay 11,24 habitantes por km², Tacna registra un índice de 18 hab/km², a pesar que la localidad chilena supera por 800 km² a la región peruana, esta última cuenta con 358.281 personas según el último censo en el país. Arica, por su parte, alcanza solo los 213.816 habitantes.

Estas cifras demuestran el interés que se percibe localmente con respecto a los gobiernos que lideran en ambos países, y su situación antes del conflicto en la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Si bien la medición a través del Producto Interno Bruto (PIB) ha sido cuestionada por no representar claramente las diferencias que pueden existir entre las clases sociales, sí marcan una diferencia entre Arica y Tacna. La región nacional durante 2012 registró un PIB de 3 millones de pesos, minetras que su símil peruana solo alcanzó $ 1 millón.

Durante la atención por el fallo de la CIJ que ha atraído las miradas a ambas localidades, Arica demostró su descontento con las autoridades y la forma en que administraban los recursos para la región, considerando su importancia a nivel internacional, por sus dos fronteras, y por la industria pesquera.

El aporte fiscal que entrega cada uno de los gobiernos a sus ciudades es muy distinto a nivel per cápita. Y es que si en Tacna por cada habitante se administran 231.163  pesos chilenos, en Arica esa cifra sólo alcanza a $43.511.

Otro elemento para medir la inversión estatal en una ciudad apunta a los servicios básicos que se le garantizan a su habitantes. En esta línea, la educación y la salud son temas fundamentales, donde además las diferencias son evidentes.

Así, Tacna cuenta con 72 servicios de salud pública, divididos en 17 centros de atención y 54 puestos de atención local, todo administrado por el Ministerio de Salud y derivado al Hospital Hipólito Unane. Por el otro lado, en Arica la asistencia de salud alcanza a 21 centros, entre los que se encuentra el Hospital Dr. Juan Noé Crevanni, encargado de los tratamientos más profundos o extensos. Entre las provincias, se distribuyen entre 10 Centros de Salud, 8 postas de emergencia y dos equipos de psiquiatría y salud mental ambulatoria (ESSMA).

Finalmente, en lo que respecta a la educación primaria, la localidad fronteriza incaica cuenta solo con 42 colegios administrados por el Estado, mientras que los ariqueños tienen acceso a 56 establecimientos de este tipo.