Las primeras víctimas del Brexit

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Frutas, verduras, leche y otros productos han subido los precios como consecuencia de la devaluación de la libra, tras el triunfo de esta opción en el referendo de junio.




Matt Hill es un ingeniero inglés de 37 años y su gran pasión es tocar guitarra. Hace bastante tiempo se compró una Fender y desde hace más de un año comenzó a ahorrar para comprarse una guitarra Gibson Les Paul. Sin embargo, la futura salida de Reino Unido de la Unión Europea (conocido en inglés como Brexit) está a punto de derrumbar su sueño. La caída de la libra esterlina -tras el triunfo de esta opción con un 52% de los votos en el referendo de junio- ha impactado tanto en este tipo de productos como en algunos de consumo habitual, los que han llegado a modificar su precio o formato a fin de adaptarse al nuevo contexto.

Porque si bien el rompimiento de los lazos con la Unión Europea aún no se ha concretado, las consecuencias se comenzaron a ver casi inmediatamente. A nivel político, se produjo la dimisión de David Cameron como primer ministro, lo que elevó la tensión política y su cargo fue asumido por Theresa May, quien hasta ahora no ha sido clara sobre cómo va a llevar adelante la salida de la UE. Esta incertidumbre ha provocado un desplome de la libra. Así, la divisa nacional reaccionó al plebiscito con un desplome de alrededor del 11%, tocando mínimos no vistos desde 1985, y desde entonces ha sufrido pérdidas que rondan el 13% y el 17% respecto al euro y el dólar.

Más de cuatro meses después hay más incertidumbres que certezas tanto en el panorama político como económico, debido a que se desconoce el alcance que tendrá si se aplica un Brexit duro o blando.

Una de las primeras alarmas de la situación la desató la emblemática pasta para untar Marmite, cuando la cadena de supermercados Tesco decidió retirarla de su catálogo online, luego que el fabricante holandés Unilever -que apoyó públicamente la campaña a favor de la permanencia en la UE- quiso elevar un 10% el precio de algunos de sus productos para afrontar el encarecimiento de materias primas adquiridas en divisa extranjera, a causa de la caída de la libra. No sólo los fans de la Marmite sufrieron, sino que también aquellos que compran los helados Ben & Jerry, Magnum, Cornetto y el detergente Persil, ya que todos son fabricados por Unilever.

Finalmente, Tesco ganó la batalla, volvieron los productos y los británicos pudieron comer su pan con esta pasta de extracto de levadura con tranquilidad en el desayuno. Sin embargo, el hecho puso de manifiesto que muchos de los productos de consumo diario como la leche, carne y verduras están subiendo sus precios.

"Cuando se trata de comida, el Brexit nos fregó a todos", escribió el columnista del diario The Guardian, Jay Rayner, quien ejemplifica con el caso de unos empresarios gastronómicos: "Ellos gastan más de US$ 12 millones al año en compras en euros para su firma. Debido a que la libra ha caído, los costos han subido 20%", sostuvo.

Según el Departamento para el Medio Ambiente, Alimentos y Asuntos Rurales, Reino Unido produce alrededor del 60% de los productos alimenticios que consume y el 40% restante proviene en su mayor parte de importaciones de mercados de la Unión Europea.

Rayner explica que como consecuencia de la caída de la libra es más atractivo para los productores exportar, al tiempo que la incertidumbre del Brexit ha provocado que los agricultores no tengan incentivos para invertir cn tal de aumentar la producción hasta tener una claralidad de lo que ocurrirá."Estamos a merced de esas importaciones extredamente caras", añadió.

Asumiendo que el IVA continúe situándose en el 20% y que la libra no deje de perder terreno, analistas consultados por la agencia española EFE, estiman que el costo de productos como la fruta, el vino, la champaña, o la carne de cerdo -que en un 40% son importados- se encarecerán notablemente.

Otro ejemplo de esto, lo viven los consumidores de los supermercados de bajo costo alemanes Aldi y Lidl, que han subido los precios de sus productos básicos, como la leche y los plátanos, de los más consumidos en el país. Así, según el portal estadounidense Internacional Business Times, el precio de la botella de dos litros de leche aumento en 4%, llegando a 0,9 libras (US$ 1,23). Mientras que el precio de los plátanos subió 6%. Es más. El clásico té -que se suele acompañar con leche- ha subido sus precios en 50%.

Otro clásico británico también se ha visto afectado: las papas fritas Walkers van a subir de 0,5 libras (US$ 0,62) a 0,55 libras (US$ 0,68), según un artículo del diario Metro UK. Si bien las papas son locales, la empresa importa una serie de ingredientes y materiales para producirlas.

Por otro lado, Reino Unido admitió el jueves que la economía crecerá menos y se endeudará US$ 152 millones más de lo previsto de aquí a 2020 como consecuencia del voto por salir de la Unión Europea.

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