El nieto de Saddam Hussein que es hincha del Real Madrid y fanático de Enrique Iglesias

Hussein Nasiri es un joven de 22 años que estudia Marketing en una universidad americana de Jordania, es hincha del Real Madrid y es fanático del cantante español, Enrique Iglesias.

A 14 años del derrocamiento de Saddam Hussein en Bagdad, Irak, uno de los nietos del ex líder fue entrevistado por el medio El Mundo quien relató lo que recuerda de su abuelo y de ese periodo.

"Desde que comenzó la ocupación y hasta que abandonamos definitivamente Bagdad no paramos de cambiar constantemente de domicilio. Cuando dejamos la capital, escapamos hacia el norte hasta llegar a Rabia (un pueblo cercano a Mosul y fronterizo con Siria). De allí cruzamos a Siria y, más tarde, a Jordania", comienza relatando para el medio español.

En el relato recuerda su infancia en Irak y los momentos familiares que vivía junto a su abuelo.

"Viví en Irak hasta 2003. Lo que conservo de aquellos años son las buenas palabras de mi abuelo cuando nos reuníamos toda la familia. No tengo recuerdos de él a solas conmigo. Solía invitar a los hijos y nietos a comidas y celebraciones. Le gustaba darle la importancia que merecía a cada miembro de la familia. A veces lo conseguía con una simple mirada", recuerda Hussein.

"Nos pedía que estudiáramos mucho y que fuéramos aplicados en la vida. Nos explicaba que había que comprometerse con la ideología nacionalista y nos legó la moral que todavía conservamos", continúa relatando.

Una admiración y cariño del que no ha renunciado, a pesar de que su abuelo Saddam haya terminado con la vida del padre de Hussein luego de que este último haya huido de Bagdad con su esposa Rana (y madre de Hussein) y desafiaran a Saddam desde Amán.

"El caso y lo que pasó son bien conocidos. A pesar de todo eso, lo único que puedo decir es que mi padre era muy inteligente. Cuando murió, yo sólo tenía un año y medio. No quiero hablar del tema. Que descansen en paz", respondió sobre el tema.

"Mi abuelo cometió errores, como cualquier persona. Nadie es infalible. Yo no puedo juzgarle porque no estaba en su lugar. Aún hoy ignoro lo que haría en sus mismas circunstancias y en aquel tiempo de tensiones regionales y amenazas que le tocó vivir", finalizó.