Obras de Rubens y Van Dyck lideran muestra de arte flamenco en Chile

La colección estará en el Centro Cultural Las Condes y Fundación Itaú.




Vivían en Amberes, Flandes y Brujas, pero sus pinturas eran admiradas y apetecidas por la monarquía española, al punto de que fue este país el que terminó por conservar gran parte del acervo de la pintura flamenca. Así pasó con Peter Paul Rubens, artista nacido en el seno de una familia calvinista flamenca que huyó de Amberes a Alemania por las revueltas religiosas de 1568, y que terminó convertido en el pintor favorito del rey Felipe IV de España, el que sería su principal cliente.

Eso explica que sea el Museo del Prado, en Madrid, el dueño de la mayor colección de pinturas de Rubens, cerca de 90 cuadros, junto con las obras de otros importantes pioneros del arte de los Países Bajos, como El Bosco y Van der Weyden. Eso explica también que, siglos más tarde, el empresario alemán Hans Rudolf Gerstenmaier se haya afincado en España para abultar su colección de pintores flamencos. Como él mismo ha dicho: "España me ha abierto las puertas del coleccionismo. Es un país donde todavía se puede adquirir obras de alto nivel". Ahora, una selección de más de 50 piezas del patrimonio del alemán aterriza el próximo lunes en Chile, para inaugurar el jueves 14 la exposición De Rubens a Van Dyck. La pintura flamenca en la colección Gerstenmaier, en dos sedes: el Centro Cultural de Las Condes y el Espacio Arte Abierto de Fundación Itaú.

"Por lo general, las obras anteriores al siglo XIX que viajan a nuestro país corresponden a obra gráfica sobre papel. Esta vez tendremos 20 óleos de primera línea, incluyendo dos de Van Dyck y uno de Rubens, realmente una primicia", dice el director del Centro Cultural Las Condes, Francisco Javier Court.

Las obras, que van del siglo XV al XVIII, y están certificadas por el Museo del Prado, se acaban de exhibir en Perú y llegan al país acompañadas de las curadoras de la muestra, las españolas Marisa Oropesa y María Toral. Además de los 20 óleos, vienen 32 grabados, entre ellos ocho planchas originales sobre temas mitológicos de Hendrick Goltzius, dos grabados de Rubens, donde plasma a los monarcas Felipe IV e Isabel de Borbón, y 22 grabados de Van Dyck, una serie de retratos de hombres ilustres, probablemente muchos de los clientes que compraban su arte.

Luz y textura

Colores brillantes, devoción por los detalles y el óleo como técnica central fueron algunas de las características de la escuela flamenca. También revolucionaron el uso de la perspectiva y reivindicaron el retrato y el paisaje como temas. "Hay un interés por lo concreto, por descubrir la realidad visible. En ese sentido, no les basta con plasmar fielmente un objeto, sino que quieren reproducir su textura, capturar lo sensorial. También es importante el uso de la luz y los colores saturados", cuenta Milan Ivelic, director de la Fundación Itaú.

Entre los artistas de la muestra destacan Rubens, con obras religiosas como Virgen sosteniendo al Niño en un parapeto, y su adelantado discípulo Anton van Dyck, quien tras una larga estancia en Italia llegó a ser el primer pintor de la corte en Inglaterra. De él se exhibirán obras como Retrato de Jean Charles de Cordes, mientras que del pintor Martin de Vos, alumno de Tintoretto, se podrá ver Adoración de los pastores; de Jan Brueghel, hijo de Pieter Brueghel, el Viejo, estará Sagrada Familia entre guirnalda de flores, y de Alexander Adriaenssen, amigo de Rubens, Adoración de peces y Pájaros. "Si bien faltan figuras del arte flamenco como Jan van Eyck o El Bosco, esto no va contra el valor artístico de la muestra. Es valioso que un coleccionista privado decida llevar su acervo, con nombres tan importantes a distintas partes del mundo, a riesgo del deterioro de las obras", concluye Ivelic.

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