Plantean reparos a proyecto de flexibilidad laboral en el turismo

Empresarios aseguran que la inciativa restringe el desarrollo de la actividad turística.




Disconformes quedaron empresarios y trabajadores con el proyecto que propone adaptar las normas laborales en el turismo y servicios asociados, como restaurantes, bares, casinos y hoteles.

El texto legal, que se encuentra en discusión en la comisión especial de Turismo de la Cámara de Diputados, autoriza a pactar condiciones especiales en materia de distribución e interrupción de jornadas y días de descanso.

"El proyecto no es suficiente. Es un paso adelante, pero falta muchísimo. Es fundamental que trabajador y empleador tengan libertad para ponerse de acuerdo sobre cuándo, cómo y hasta qué hora trabaja. Está muy restrictivo todavía", opinó Alex Thiermann, presidente del Consejo Superior de Turismo de Chile. A su juicio, el sector debe tener una legislación independiente que otorgue absoluta libertad para pactar las condiciones de trabajo.

Una de las modificaciones que propone el proyecto consiste en distribuir la jornada laboral de tal manera que durante un año el trabajador tenga garantizado, a lo menos, un domingo de descanso al mes y no dos como estipula el Código del Trabajo hoy. Sin embargo, plantea que uno de los domingos trabajados sea pagado con un recargo de a lo menos 100% del sueldo de la jornada ordinaria. "¿Por qué no se puede trabajar los cuatro domingos? ¿Por qué me coartan la libertad del trabajo? Es absurdo. El que trabaja en cosas de verano, bueno, tendrá que trabajar más porque en invierno no hace nada, exagerando un poco la situación, pero así es", acotó Thiermann.

El proyecto también posibilita a trabajadores de restaurantes, casinos de juego, hotelería y otros locales, que atiendan directamente al público, pactar la interrupción de su jornada diaria por más de media hora y hasta por cinco horas -hoy la Dirección del Trabajo acepta un máximo de dos horas-, siempre que no permanezca en el lugar en el que se desempeña. Dicho acuerdo puede extenderse por un máximo de seis meses, renovables, y la modalidad podrá extenderse a quienes no atienden directamente a público, pero son catalogados como trabajadores de "difícil reemplazo".

"Con ese detalle, el proyecto permite imponer turnos cortados a todos los trabajadores de un local, como los administrativos o de cocina. Eso va a afectar las condiciones y significará un costo para los trabajadores, porque no va a ser el empleador el que asuma los gastos de traslado. Vamos a pedir en el Congreso el próximo miércoles que eso no se aplique", señaló Manuel Ahumada, presidente de la Confederación General de Trabajadores (CGT).

Aunque valoró que la inciativa resguarde el pago de propinas -impidiendo que el empleador efectúe descuentos sobre ellas- aseguró que es necesario acortar el plazo que impone para que se paguen, de un mes a menos de cinco días. También enfatizó que se debe estudiar con mayor detalle el impacto que podría significar para los trabajadores reducir a uno los domingos de descanso como mínimo al mes.

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