Policía descarta que Breivik tuviera otra bomba de más poder lista para ser detonada en Noruega

Los efectivos negaron reportes de prensa, que aseguraban que el ultranacionalista poseía en su granja, un artefacto de entre una y una tonelada y media.




La Policía noruega negó hoy que Anders Behring Breivik, autor del doble atentado, donde fallecieron 77 personas, tuviera lista en su granja otra bomba de mayor potencia, que la que hizo estallar en el complejo gubernamental de Oslo el 22 de julio.

"Se encontró abono químico preparado en la granja, pero esta es sólo una parte de una bomba. Faltan partes importantes y mucho trabajo antes de que se pueda hablar de una bomba acabada", señaló en un comunicado un portavoz policial.

La televisión pública NRK había informado horas antes, citando a fuentes de Defensa, de que técnicos de este departamento encontraron durante el registro un artefacto explosivo de entre una y una tonelada y media, listo para ser usado, mientras que se estima que la que explotó en el centro de Oslo era de 950 kilos.

Tras la detención de Breivik, peritos de Defensa han realizado varias explosiones controladas de material encontrado en la granja arrendada por Breivik en Aasta, 160 kilómetros al norte de Oslo.

La Policía noruega, que es la que dirige la investigación, no ha informado sin embargo ni de la cantidad ni del tipo de explosivo encontrado durante los registros.

Breivik, de 32 años, había comprado desde la primavera pasada hasta seis toneladas de abono químico, con parte de las que preparó la bomba, mezclándolo con otras sustancias. El fundamentalista cristiano confesó durante los interrogatorios con la policía que planeaba otros ataques con bomba contra el Palacio Real de Oslo y la sede del Partido Laborista del primer ministro Jens Stoltenberg, pero que los desestimó por ser inviables.

INFORME POLICIAL
El ministro de Justicia noruego, Knut Storberget, anunció hoy que pidió a la Policía que entregue mañana el informe preliminar de su actuación el día de los atentados, que ha sido criticada sobre todo por los medios de comunicación de este país nórdico, en especial el operativo usado en Utoya, donde murieron 69 personas..

"Se trata entre otras cosas del tiempo de respuesta, qué clase de elección de equipo se hace y qué tipo de fuerza se moviliza. Son preguntas que entiendo que la gente se haga, y creo que la policía, tanto como sea posible, puede dar alguna respuesta provisional", declaró Storberget.

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