La preocupante situación que viven en Liceo Industrial de Antofagasta: "Hace tres años que nuestros niños se están envenenando y nadie hace nada"

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Alumnos, profesores y administrativos del colegio han sido evacuados más de 100 veces por emanaciones de gases. Marcos Alfaro, docente y vocero del recinto, dice que las vacaciones adelantadas que les dieron no arregla el problema. Autoridad trabaja en nuevas medidas.




"Nosotros enviamos documentación al Ministerio de Salud y, en la desesperación, hace dos semanas, cuando la Presidenta Michelle Bachelet vino a la ciudad, una apoderada se abalanzó a ella para pedirle ayuda. Pero, hasta ahora, nada", dice Marcos Alfaro, profesor y vocero de la Mesa de Coordinación y Comunicación del Liceo Industrial de Antofagasta Eulogio Gordo, cuya comunidad fue obligada esta semana a tomar vacaciones anticipadas por la situación ambiental.

El caso de este establecimiento es atípico. A la fecha, según su comunidad, registra 102 evacuaciones ordenadas por las autoridades, producto de emanaciones de malos olores, de origen aún indeterminado, que se traducen en vómitos, migrañas, irritación de vías respiratorias, entre otros síntomas, en los vecinos de este sector industrial, donde también funciona una planta de tratamiento de aguas servidas.

A lo largo de 2016 y lo que va de 2017 la comunidad del colegio a protagonizad tomas, protestas y marchas por su situación.

La semana pasada las clases fueron suspendidas por tres días, producto de nuevos episodios de emanaciones. Tanto el municipio como la intendencia y otras autoridades ha propuesto un plan de contingencia, que incluye desde el cambio de horario de funcionamiento del colegio hasta su traslado.

Se trata de un establecimiento de dos mil alumnos, 45 cursos y 100 profesores. Pero Alfaro, profesor de historia e inspector general del establecimiento, dice que siguen escépticos. "Hace tres años que nuestros niños se están envenenando y nadie hace nada. Hay una inoperancia absoluta", dice.

¿Por qué no ven una solución con las vacaciones adelantadas?

Vacaciones obligadas no son una solución. Una interpretación nuestra es que se trata de una salida a la falta de cumplimiento a los plazos con soluciones concretas, pero a costa de que seamos nosotros nuevamente los afectados. Nos vamos, pero no resuelven nada.

¿Qué proponen ustedes?

Valoramos los estudios y las medidas que evalúan las autoridades, pero todavía no se sabe, por ejemplo, cuáles son las concentraciones de esta contaminación. Queremos que vayan al tema de fondo, que es la toxicidad, no los horarios de clases. Estamos expuestos a una contaminación constante y no esclarecida desde hace tres años. Las autoridades desconocen lo que está sucediendo en este sector, donde además vive gente, funciona el Cesfam Rendic y el jardín infantil Caracolito. Necesitamos que nos escuchen.

¿Iniciarán acciones legales?

El lunes pasado, como mesa, presentamos a nuestro sostenedor, que es la Corporación, un escrito donde solicitábamos que ellos presenten un recurso de protección, a fin de restablecer la docencia e identificar la o las fuentes fidedignamente. Nosotros no tenemos los recursos para financiar un proceso judicial. Y aún no tenemos respuesta. Nuestra comunidad educativa no tiene responsabilidad alguna en este mal manejo del problema, que es gravísimo.

¿Cuánta matrícula han perdido?

En estos momentos hay 72 alumnos que se han retirado. Tenemos profesores que están pidiendo cambio de unidad educativa, con licencia.

¿Por qué creen que no se logra una solución concreta?

Entendemos que se trata de una situación bastante compleja. Se ha asumido por determinados sectores que sufrimos una sicosis colectiva, que los niños no quieren tener clases, que los profesores no quieren hacer clases, pero los hechos están demostrando que estamos frente a una situación realmente grave, urgente de atender, llevamos haciendo marchas, manifestaciones y reuniones desde hace más de tres años y los gases siguen emanando.

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