Proponen modelo de Barcelona para construir tranvías en Chile




Antofagasta, Concepción, Las Condes, Vitacura o Pudahuel y una conexión expedita con el aeropuerto. En cada uno de esos centros urbanos ha cobrado interés la propuesta de implementar un sistema de tranvías para enfrentar los problemas de transporte público.

Es en ese escenario que Julio Friedmann, presidente ejecutivo de Alstom en Chile (firma francesa proveedora de los trenes del Metro), señala que hay posibilidades de desarrollar y concretar proyectos de ese tipo en dichos centros urbanos. Para ello ve tres caminos posibles. Uno de ellos es que el Metro se haga cargo de los estudios técnicos y luego llame a licitación del material rodante, para el caso de la capital (o Biovías en la VIII Región). La otra es presentar la iniciativa como proyecto de interés público de acuerdo con la Ley General de Concesiones, y una tercera es mediante un sistema de transporte municipal.

Para el ejecutivo, un modelo eficiente y aplicable a la realidad chilena es lo desarrollado en Barcelona, España, en el cual el rol de articulador del proyecto estuvo a cargo de la autoridad local, el que entregó la concesión a largo plazo (20 a 30 años) a un consorcio que realiza la obra bajo la modalidad "llave en mano", es decir, diseña, ejecuta y opera el servicio. Ello, a su juicio, permite apurar y optimizar las iniciativas, al no necesitar acuerdos entre varios proveedores.

Si bien Alstom ve "con buenos ojos" cualquiera de las modalidades de concretar los proyectos, Friedmann dice que están dispuestos a invertir con capitales en el caso de constituirse un consorcio. De hecho, precisa que hoy tienen el 5% del sistema de Barcelona.

REVALORACIÓN
El ejecutivo de Alstom cree que si bien hay una tendencia mundial a incorporar a los tranvías -tras la crisis del petróleo y el debate ambiental-, en el caso chileno recobró bríos tras lo ocurrido con el Transantiago y la respuesta del Metro. Como destaca el menor costo en relación a una línea de Metro. Teóricamente, el primero tiene un valor por kilómetro que fluctúa entre los US$ 15 y US$ 20 millones, casi un tercio de lo que sale el segundo.

Asimismo, destaca que la capacidad de traslado de pasajeros de un tranvía (con cero emisión de dióxido de carbono) equivale a cerca de tres buses (100 kilos de CO2) o bien 250 autos (que emiten cerca de una tonelada de CO2). Otro punto a favor, sostiene, es la posibilidad de flexibilizar la cantidad de coches, para pasar de 20 hasta 40 metros según las demandas. Los diseños apuntan a una capacidad diaria de 100 mil a 200 mil pasajeros. "El tranvía, además, agrega un plus urbanístico y ayuda al reordenar la ciudad", dice Friedmann.

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