¿Qué tan preparado está el país ante un eventual caso de ébola?

Gremios de la salud solicitan a la autoridad un plan centralizado que incluya más recursos. Ministerio asegura que el país cuenta con al menos 29 hospitales para tratar posibles contagios.




Mientas el virus del ébola se mantenía en Africa, el mundo miraba la epidemia con preocupación, aunque con distancia. Pero el virus no sólo llegó a EE.UU. (ver recuadro), sino además, a Europa, donde la enfermera Teresa Romero se convirtió en la primera persona del mundo en contagiarse fuera de Africa (ver nota secundaria).

En los dos casos fallaron los protocolos de atención -ambos fueron devueltos a casa tras presentar los primeros síntomas- lo que demostró la potencialidad de la enfermedad de expandirse.

Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó a Chile en la categoría de países con pocas probabilidades de contagio, la posibilidad existe. Por lo mismo, tanto el Ministerio de Salud y clínicas privadas preparan planes de contingencia, pero infectólogos y trabajadores de la salud han planteado dudas respecto a su efectividad.

El subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows, dice que el país cuenta al menos con 29 hospitales públicos capacitados para atender y aislar un posible caso. Además, explica que se hizo un levantamiento de información en todos los servicios de salud y hospitales para asegurar que cuenten con los implementos necesarios para asistir al paciente (trajes, guantes. etc.).

Burrows asegura que ya se han hecho varios protocolos y guías, tanto para viajeros y para el personal de salud. Además, han sostenido reuniones con los centros de salud para tratar el tema. Según Burrows, se trata de un virus de alta letalidad, pero que los cuidados en la transmisión son los mismos de otras enfermedades infecciosas "y todos nuestros hospitales de cabecera cuentan con salas de aislamiento".

Sin embargo, Jeannette Dabanch, presidenta de la Sociedad Chilena de Infectología (Sochinf), no piensa igual. Dice que el país no tiene experiencia en enfermedades que producen fiebre hemorrágica, por lo que costaría mucho  identificar los síntomas. La segunda dificultad, plantea, es la desigualdad en la infraestructura hospitalaria. "Lo ideal sería que un viajero ingresara por el aeropuerto de Santiago y apenas tuviera síntomas fuera a un hospital de la capital y dijera que viene de un país con contagios o que estuvo con enfermos". Santiago, dice, tiene una infraestructura adecuada para casos así. Pero si ocurre en regiones, alerta, la situación es distinta.

Los especialistas llevarán esta preocupación a la reunión programada el viernes con el Minsal y representantes de hospitales y clínicas. "Necesitamos un plan centralizado que considere más recursos para establecimientos públicos y privados, porque tratar un caso sospechoso genera estrés y sobrecarga de trabajo. El plan que se ha entregado sirve como material de discusión pero es muy genérico".

Los trabajadores de la salud también están preocupados. Desde la Confederación Nacional de los Trabajadores de la Salud (Confenats), que reúne a 20 mil funcionarios, su presidente, Víctor Silva, adelanta que pedirán una reunión con la ministra de Salud para que les informe de los protocolos. "Queremos saber cómo estamos preparados".

Simulacros

En el aeropuerto y establecimientos públicos de salud ya se han realizado simulacros para evaluar tiempos de respuesta y mejorar procedimientos. En la Clínica Alemana también han realizado ensayos, especialmente a los funcionarios que tendrán que vestirse con buzos especiales.

Alejandra Marcotti, infectóloga de este centro, dice que idearon un plan hace dos meses y "podemos levantar ocho box de aislamiento, con zonas de vestuario, eliminación de basura y equipos". También compraron ropa especial, según estándares de la OMS.

Boris Barrera, académico de la Escuela de Tecnología Médica de la U. Andrés Bello, dice que para evitar errores de manipulación del personal es clave ensayar y adecuar los protocolos que entrega la autoridad y ser muy prolijos.

José Manuel Manríquez, académico del programa de Epidemiología de la U. de Chile, dice que Chile tiene fronteras naturales como el océano y la cordillera ante eventuales casos "pero no podemos asegurar que el virus no ingrese".

El país también tiene empresas que comercializan equipos. Madegom, por ejemplo, abasteció de buzos a la Clínica Alemana. Rodrigo Machuca, tecnólogo médico de la compañía, explica que tienen stock suficiente de un overol impermeable que impide el paso de cualquier microorganismo menor a una micra.

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