SAG concluye que cóndores fueron envenenados con plaguicidas

Análisis del Servicio Agrícola y Ganadero arrojó que los cadáveres de las aves presentaban concentraciones de difenilamina. Ministro de Agricultura aseguró que las especies consumieron veneno dirigido a perros salvajes.




El 11 de agosto, un grupo de turistas que transitaba por el sector rural de Los Quilos -distante a 18 kilómetros de Los Andes- avistó a cóndores volando de forma errática y a muy baja altura. Algunos incluso chocaban con piedras o con el tendido eléctrico. Tras recibir el aviso, las autoridades lograron dar con 20 ejemplares, dos de los cuales murieron.

Según un análisis realizado por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) a los cadáveres de los dos ejemplares fallecidos, concluyó que las aves fueron envenenadas con un  plaguicida denominado difenilamina, el cual se utiliza para escaldado de las frutas (evitar sus manchas), descartándose la posibilidad de que hayan consumido agua contaminada con algún químico, como se especuló en un principio.

"Tenemos determinadas cuales fueron las causas (…). Se envenenaron con el cadáver de un animal muerto, al que, a su vez, le habían echado algún  producto", afirmó el ministro de Agricultura, Luis Mayol.

"Eso ocurre porque en Chile existe una cantidad importante de perros salvajes, que viven en jaurías en el mundo rural y que causan estragos en los animales de crianza y que están en protección. Seguramente, una jauría comió animales y un pequeño productor dejó un cadáver con veneno. Como el cóndor es carroñero, sufrió las consecuencias", agregó.

La toma de muestra de los ejemplares muertos consistió en un análisis histopatológico y toxicológico de hígado, riñón, pulmón, intestino y cerebro. También del contenido estomacal, para buscar la presencia de plaguicidas. "Los resultados arrojaron que, en el contenido estomacal de uno de los cóndores muertos, se encontró  difenilamina en concentración de 0,15mg/kg (0,15 ppm), pudiendo establecer con eso que el cóndor se alimentó con algo que lo contenía", sostuvo Mario Manríquez, jefe de la División de Protección de Recursos Naturales Renovables del SAG.

"Este producto se usa para el tratamiento de frutas como uso normal y el cóndor no se alimenta de fruta. Por lo tanto, es posible inferir que hubo una contaminación del alimento que consumió el cóndor", agregó.

Mientras, la Fiscalía de Los Andes, que investiga el envenenamiento, informó que aún está a la espera del informe de la Brigada de Medio Ambiente de la PDI.

Por su parte, la unión de ornitólogos de Chile realiza un seguimiento a la situación de los cóndores en la zona central, cuya población estimada es de tres mil ejemplares. "Todos los años tenemos casos de envenamiento, pero el problema que se suscitó ahora es inédito, por la cantidad involucrada", comentó Eduardo Pavez, vicepresidente de la entidad.

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