Un reto en los límites del descanso

rojita

La selección nacional sub 20 abre su participación en el Sudamericano de Ecuador, en cuya primera fase jugará cada 48 horas.




hile iniciará hoy su participación en el Sudamericano sub 20. La Roja enfrentará a Brasil en el camino al Mundial de Corea del Sur, una instancia a la que la Rojita no accede desde que, de la mano de Mario Salas, clasificó a Turquía 2013.

La Canarinha será, también, el primer desafío en un calendario muy exigente en el plano físico. La escuadra de Héctor Robles, libre en la primera jornada, se medirá con la Verdeamarilla, el local Ecuador, Paraguay y Colombia, siempre con apenas 48 horas de intervalo entre duelos. Es decir, no tendrá respiro hasta el fin de la etapa inicial.

El escaso descanso abre la discusión. FIFA lo establece en 48 horas (en este Sudamericano, Brasil ni siquiera alcanzará a cumplir esa diferencia antes de medirse con Chile), aunque en 2012 la FIFPro propuso ampliarlo en un día más. En Zúrich explican que el Sudamericano es regido por la Conmebol y que no les cabe responsabilidad en el formato.

En el cuerpo técnico chileno se resignan a un modelo habitual en el subcontinente, pues se ha aplicado en torneos anteriores de la misma categoría y en sub 17. "Las condiciones están dadas. Muchos Sudamericanos se han jugado igual. Ningún país ha propuesto cambiar el sistema", dice Luis Ahumada, jefe de las selecciones menores de Chile.

Sin embargo, esto contraviene las recomendaciones de los especialistas, quienes establecen en 72 horas el período para que un futbolista recupere su forma entre un partido y el siguiente. "Hay que considerar, además, que son jugadores en formación y que enfrentarán condiciones adversas, como altura, alta temperatura y humedad. La selección que tenga la mejor condición física será capaz de tolerar la exigencia, pero no es lo recomendable", explica Manuel Astorga, ex preparador físico de Colo Colo.

En la Roja apuestan por la preparación que han realizado y que, dicen, no descuidó detalles. El proceso incluyó aclimatación en Riobamba, con la idea de adaptar a los jugadores a la altitud. También están planificados los descansos y la alimentación. "Será clave la evaluación que se haga después de cada partido. El plantel es amplio", añade Ahumada.

Robles confirmó la alineación que ha venido trabajando. Brasil, en cambio, planifica cambios masivos respecto del equipo que venció a Ecuador.

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