Conflicto Rusia – Ucrania: ¿Es la apuesta de Moscú una guerra de desgaste?


Por María José Mora Friedl, académica del Instituto de Historia de la Universidad de los Andes

A más de 40 días de iniciada la guerra, nos preguntamos si ¿realmente el asalto final a Ucrania es una cuestión de decisión y despliegue del máximo potencial de artillería por parte de Rusia o más bien una estrategia para ganar tiempo?

La desigualdad entre los ejércitos ruso y ucraniano es absolutamente evidente; los efectivos rusos son 845 mil según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres, mientras que los ucranianos son 129 mil y la diferencia en armamento y equipos de guerra es también colosal. Entonces, ¿cuál es realmente la estrategia que está tratando de imponer Moscú? Pareciera que la de ganar tiempo y jugar a la guerra de desgaste. Ganar tiempo para asegurarse los puntos de interés estratégico, sobre todo las ciudades costeras de cara al Mar Negro como Odessa o Mariupol, para agotar los recursos ucranianos y las sanciones europeas y para devastar emocionalmente a las tropas y ciudadanos ucranianos que están defendiendo su país con los pocos recursos que tienen a la mano.

Las crueles imágenes de la guerra nos han golpeado con una realidad difícil de evadir; el conflicto en Ucrania es una masacre y parece cada día más evidente que Occidente no está dispuesto a entrar directamente con sus tropas. ¿Será que verdaderamente la resistencia ucraniana ha sido muy superior a la esperada? Es probable, pero no es la razón de fondo que explique el punto de estancamiento de la guerra.

Pareciera, en cambio, que Moscú está apostando a llevar a Ucrania al límite de la desesperación para obligarlos a aceptar sin condiciones los requerimientos que la delegación rusa ha establecido en las negociaciones de paz; esto es, la no integración de Ucrania a la OTAN, el reconocimiento de la incorporación de Crimea a Rusia y la independencia de la región del Donbás. Sobre la pertenencia a la OTAN, Ucrania ha señalado que está dispuesta a negociar, sin embargo, los otros dos puntos están fuera de discusión, al menos hasta ahora.

Esta parece ser la razón más plausible del actual estado del conflicto, un aumento de la presión dirigida específicamente al este de Ucrania en el Donbás, junto con un recrudecimiento de los horrores de la guerra como hemos visto en Bucha y otras ciudades. Porque la otra opción, la de tomar el país y hacerse cargo de su control y pacificación es una posibilidad poco factible dadas las sanciones económicas que Rusia enfrenta en el corto plazo y la furiosa resistencia que encontraría en Ucrania.

Solo el tiempo nos dirá si Rusia encontrará una salida airosa o más bien una desastrosa de esta descarnada guerra. Lo que sí es seguro es que de esto saldrá una nueva conformación del orden internacional que es necesario que analicemos con calma.

Por María José Mora Friedl, académica del Instituto de Historia de la Universidad de los Andes

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