Tener cáncer y querer ser madre en contexto de pandemia: “La oncofertilidad está dirigida para esas mujeres que no pueden esperar”

Es posible preservar la fertilidad en adultas y niñas con cáncer gracias a esta disciplina. La idea es entrega la posibilidad de mantener un equilibrio entre el manejo de la enfermedad y la preservación de los gametos.




Son muchas las personas en edad reproductiva que se enfrentan al cáncer. Sólo en Chile, durante el 2018, hubo cerca de 53.000 nuevos casos de esta enfermedad, siendo los más comunes en mujeres el de mama, vesícula y pulmón. ¿Qué ocurre con quienes quieren tener hijos? Lamentablemente los tratamientos para pacientes con cáncer provocan efectos adversos en la fertilidad.

En la radioterapia, por ejemplo, se utilizan rayos de alta energía para destruir las células cancerosas y esta radiación, que puede ser dirigida hacia o alrededor de los órganos reproductivos, provoca en el caso de las mujeres una disminución del número o calidad de sus ovocitos. Por otro lado, en los hombres, puede causar daño en los testículos e interferir con la producción de los espermios.

Muchas veces estos riesgos no son considerados debido a la preocupación y la carga de sobrellevar una enfermedad así, pero existe una alternativa y una gran vía para aquellos pacientes que desean ser padres y es la oncofertilidad.

Esta disciplina nace como una alternativa que ofrece procesos de preservación de fertilidad a pacientes oncológicos, antes de comenzar sus tratamientos para el cáncer. Esta medida se desarrolló principalmente porque la tasa de sobrevivencia de personas que se sometían a procedimientos para el cáncer aumentaron (y siguen aumentando progresivamente). Por lo tanto, en vista a que muchos pacientes mejoraban, comenzó a generarse la inquietud de preservar también su función fértil, debido a que en muchos casos los pacientes eran jóvenes y se encontraban en una condición de infertilidad por el resto de su vida.

En este sentido, en conjunto con el médico oncólogo tratante, se le ofrece a los pacientes alternativas de preservación de fertilidad que sean lo más oportunas y menos riesgosas posibles de acuerdo a su condición: edad, tipo de cáncer, extensión de la enfermedad, terapia oncológica indicada, según explica el doctor Alejandro Tapia y profesor asistente del Instituto de Investigaciones Materno Infantil.

“En el caso de las mujeres postpuberales se hace una inducción de ovulación con hormonas. Esto permite que en los ovarios se desarrollen múltiples folículos simultáneamente y así obtener de ellos los ovocitos maduros en un procedimiento bajo anestesia que se llama aspiración folicular. Esto se hace a través de la vagina bajo seguimiento ecográfico y los ovocitos recuperados se trasladan al laboratorio donde se acondicionan y evalúan bajo el microscopio. Después de cerca de 2 horas de su recuperación se vitrifican para luego almacenarlos en tanques con nitrógeno líquido”, especifica el especialista.

El congelamiento de ovocitos ciertamente mejora las posibilidades de embarazo en una mujer, pero existe la posibilidad de que no haya embarazo con ninguno de los gametos vitrificados aún cuando se hayan mantenido en perfecto estado de conservación.

Debido a la emergencia sanitaria, se han suspendido gran parte de los procedimientos de reproducción asistida, incluyendo la preservación de fertilidad, lo que implica que muchas pacientes ad portas de iniciar tratamientos oncológicos urgentes no pueden tener la oportunidad de acceder a este tipo de servicio. “Es demoledor porque una paciente que tiene cáncer agresivo, metastásico y que tiene que entrar cuanto antes a un tratamiento oncológico, no puede esperar. Ellas son las más perjudicadas, ya que se condiciona su fertilidad para el resto de sus vidas. A mí me parece que es una cosa que hay que tomársela en serio y dentro de las discusiones que tenemos los médicos y los equipos de reproducción asistida es poder hacer las aperturas para poder dar la oportunidad a esos pacientes que no pueden esperar”, comenta el doctor Tapia.

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