Ley de Teletrabajo: los pro y contras bajo la mirada de diputados y senadores

Una mirada mayoritariamente positiva dan los congresistas a la promulgada ley que permitirá el trabajo a distancia, gracias a los avances de la digitalización. El subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, dice que vela por la mantención de los derechos de los trabajadores.


Este martes el gobierno promulgó la Ley de Teletrabajo, que fue presentada ante el Congreso en agosto de 2018. La normativa regulará desde ahora el trabajo a distancia, considerando incluso la firma de anexos de contrato, para adecuar los ya existentes a este nuevo tipo de convenio con sus empleadores.

Algunos puntos que contempla la ley es que el trabajador podrá ejercer sus funciones fuera de la oficina o también complementando este espacio laboral con otro a distancia; al mismo tiempo, estipula que la misma normativa en ningún caso implicará un menoscabo de los derechos laborales del trabajador, especialmente sobre su remuneración.

Al respecto, Fernando Arab, subsecretario de Trabajo, explica que “la Ley de Teletrabajo establece para los trabajadores un catálogo claro y concreto de cuáles son sus derechos. Hasta ahora el teletrabajo no estaba regulado en Chile y, en consecuencia, dependía de la buena voluntad de las empresas”. Esa realidad, dice el subsecretario, cambiaría ahora debido a que “con esta nueva ley los trabajadores van a tener claridad de cuáles son sus derechos, por ejemplo, el derecho a la desconexión digital de al menos 12 horas continuas; el derecho a que los costos que irrogue el teletrabajo son de cargo del empleador o, por ejemplo, a que si el trabajador tiene un accidente o una enfermedad profesional va a poder atenderse en una mutualidad. Esto es un avance concreto en derechos respecto de esta nueva modalidad de trabajo que se impone a la altura de los nuevos desafíos de los tipos de empleo que estamos conociendo”.

Otro ítem que destaca en esta ley es que el empleador deberá correr con los gastos asociados al teletrabajo. Un ejemplo de esto lo da la diputada Paulina Núñez (RN), explicando los costos operacionales, como internet, tendrán que ser cubiertos por el empleador. Además, otra característica de la ley, que detalla la diputada, es que cuando la modalidad de teletrabajo se inicia con posterioridad al inicio de la relación laboral, “cualquiera de las partes podrá volver a las condiciones normales de trabajo, previo aviso de 30 días”.

Por su parte, el senador Guido Girardi (PPD) expresa que es cierto que el proyecto de ley está fuertemente motivado por la situación crítica que implica la pandemia, debido a que la estrategia principal para enfrentarla es impidiendo su contagio. “Esto pasa porque no tenemos suficientes camas básicas ni de cuidados intensivos, así que el coronavirus nos puede arrasar como en Italia o España. Por lo tanto, es prioridad tomar las medidas de cuarentena que sean necesarias, además de identificar los casos contagiosos, rastrearlos y buscar los contactos que han tenido”.

Dentro de las acciones que pueden ayudar a dicha contagiosidad, detalla el también médico, “se encuentra el traslado entre la casa y el trabajo o incluso el espacio en el trabajo mismo. Un ejemplo de esto es la seremi de salud de la Araucanía que contagió, aparentemente, a una cantidad de gente muy grande por no tomar medidas en el ambiente laboral”.

Este es el problema que viene a solucionar la ley, dice Girardi, acotando que “el teletrabajo ayuda a mantener a las personas con sus actividades laborales a la vez que cumplen con el aislamiento”. No obstante, menciona que la nueva normativa “nos permitirá también acercarnos a los estudios que realizaron los economistas de la Universidad de Oxford, Carl Frey y Michael Osborne, quienes analizaron que cerca del 47% de los empleos desaparecerán en los próximos años debido a los avances de la automatización y la inteligencia artificial. En este contexto, lo más probable es que las futuras formas de trabajo tengan que ver con las características que plantea la ley, ya que estamos adecuándonos a las demandas del siglo XXI”.

Por su parte, el senador Alejandro Navarro (Partido País Progresista) votó en contra del proyecto y manifesta su preocupación por la precarización laboral que pueda significar esta medida. “La ley es una cuestión de fe en el empleador, esperando que este respete los derechos de los trabajadores y consigne los mismos con los cuales se cuenta en la oficina, pero desde el hogar. Sin embargo, el proyecto de ley no contó con la aprobación de la Central Unitaria de Trabajadores y existen muchos aspectos relacionados a la precarización porque el teletrabajo traslada los costos del empleador al hogar, haciendo que el trabajador asuma una inversión y un costo en su calidad de vida. Creo que el proyecto no debería haberse aprobado bajo presión ni en estas circunstancias porque su implementación total va a estar fuera del ámbito de la vigencia de la crisis y creo que hay una acción de oportunismo que no corresponde. Por eso voté en contra”.

Al respecto el senador Felipe Kast (Evópoli), contradice a Navarro, afirmando que “esta ley tiene una importancia sustantiva que va más allá de la crisis sanitaria porque en la práctica significa un aumento en el tiempo disponible para los trabajadores con sus familias. En promedio cada trabajador que pueda aplicar esta modalidad contará -en promedio- con una hora y media a su libre disposición”.

Otro punto que destaca Kast es que permitirá la inclusión laboral de nuevos actores. “Esta es una forma de trabajar que permite que personas con movilidad reducida, por ejemplo, puedan insertarse de mejor manera en el mundo laboral”, aseguró.

Finalmente, la diputada Ximena Ossandón (RN) destaca que “la gente podrá realizar el trabajo desde su lugar de residencia, manteniendo todos los derechos laborales individuales y colectivos reconocidos por el Código del Trabajo, en especial, su remuneración”. Y agrega: “Obviamente, esta modalidad no es aplicable en todas las áreas. Los conductores de buses por ejemplo, o los trabajadores de la construcción, son irreemplazables, pero en otras tareas es un gran paso porque incluso podrían generar más empleo debido a que hay muchos trabajos que hoy por hoy no ocupan oficinas físicas y eso implica que los costos bajan muchísimo”.

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