Consejo Constitucional vota texto final y suspenso se traslada a la DC, Demócratas y Amarillos

Consejo Constitucional vota texto final de nueva Constitución.

Con las posturas del oficialismo y la oposición virtualmente zanjadas por el "En contra" y el "A favor", respectivamente, los partidos no alineados serán ahora los focos de tensión. Incluso, aunque sus directivas ya han dado señales de cómo votarán en el próximo plebiscito, en estos partidos podrían surgir las disidencias.


El actual proceso constitucional está viviendo sus minutos finales.

Hoy el Consejo Constitucional tiene previsto realizar la última votación del texto íntegro. En ese plenario la propuesta de nueva Constitución deberá ser visada por 3/5 del órgano, es decir, al menos 30 votos.

Hasta la semana pasada, esa cifra para ratificar el texto estaba garantizada. De hecho, el lunes pasado, el informe emanado de la comisión mixta -creada para resolver las últimas discrepancias entre expertos y consejeros- se aprobó por 32 votos a favor y 17 en contra.

La votación de este lunes debería mantenerse dentro de los mismos parámetros. Incluso, debería haber un voto más a favor para la derecha, ya que el consejero Edmundo Eluchans (UDI) tuvo que retirarse antes de la votación de la semana pasada por una emergencia familiar.

Una vez resuelta la votación de hoy, el texto se le entregará al Presidente Gabriel Boric en una ceremonia que se realizará el 7 de noviembre.

En este cuadro, la separación de aguas entre oficialismo y oposición ya es bastante nítida. Incluso, ya hay tiendas de la derecha, como RN y el Partido Republicano, que ya definieron su postura institucional.

Consejo Constitucional vota texto final y suspenso se traslada a la DC, Demócratas y Amarillos

Por un lado, la oposición ya está casi completamente alineada por el voto “A favor”, luego de que la presidenciable y alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei (UDI), anunciara su apoyo a la propuesta constitucional el miércoles pasado.

Entre las fuerzas gubernamentales, en tanto, la posición parece ser incluso más monolítica por el “En contra”, a pesar de que el oficialismo pretende anunciar formalmente su postura esta semana a través de sus consejeros.

Por lo tanto, dentro el espectro político, el suspenso final se trasladará a los sectores políticos no alineados, es decir, que no se definen abiertamente de oposición ni son parte de los grupos que sostienen al gobierno, como la Democracia Cristiana (DC), el Partido Demócratas y Amarillos.

Si bien sus directivas y algunos de sus parlamentarios ya han dado señales de cómo votarán en el próximo plebiscito constitucional del 17 de diciembre, ello no anula el proceso de tensas deliberaciones internas, donde, incluso, podría haber disidencias a la postura oficial que adopten estos partidos.

El cisma DC

En el anterior plebiscito constitucional del 4 de septiembre de 2022, donde finalmente se rechazó la propuesta de la Convención Constitucional, esta tensión se dio particularmente en la DC.

De hecho, durante todo ese proceso, el falangismo vivió un cisma que se tradujo en una fuga masiva de militantes y en la formación de nuevos partidos: precisamente Demócratas y Amarillos, que también atrajeron a descolgados del PPD, del PS y del Partido Radical.

A diferencia de la anterior etapa, hoy las bancadas de senadores y diputados democratacristianos -que redujeron su tamaño producto de esta fuga de militantes- están casi unánimemente inclinadas por el voto “En contra”.

“Voy a votar rechazo y en conciencia”, dijo la semana pasada, por ejemplo, Eric Aedo, jefe de los diputados DC, misma postura que adoptó el senador falangista Iván Flores.

Consejo Constitucional vota texto final y suspenso se traslada a la DC, Demócratas y Amarillos. En la imagen, Iván Flores.

Un poco más cauteloso, pero con señales bastante elocuentes, se manifestó también el diputado y presidente DC, Alberto Undurraga, quien se declaró “decepcionado” de la etapa final de la discusión constituyente: “No es posible aprobar una Constitución que signifique retrocesos en derechos”, dijo.

No obstante, dentro de la DC aún es una incógnita la postura que adoptarán algunas de sus figuras históricas como el expresidente Eduardo Frei, quien en el plebiscito anterior ya tuvo una posición disidente con la línea oficial del partido y anunció, en un video subido a redes sociales, su “rechazo” a la propuesta de la Convención.

Aun cuando la posición de la Falange parece estar decantada, la directiva que preside Undurraga se ceñirá a un estricto itinerario que parte con la entrega de un informe del grupo de constitucionalistas de la colectividad, cuyas opiniones preliminares son más bien críticas del texto.

En todo caso, ese análisis jurídico será un insumo más para la definición final que la DC adoptará en una nueva Junta Nacional (máximo órgano partidario), convocada para el martes 7 de noviembre.

A la espera

En el caso de Demócratas, la definición podría tomarse en los próximos días.

“Esperaremos el texto y tomaremos una decisión”, dijo a La Tercera escuetamente la presidenta de esa colectividad, la senadora Ximena Rincón, quien adelantó que este martes la dirigencia de Demócratas realizará su sexto conversatorio para abordar preliminarmente el tema.

El 3 de octubre pasado, la misma legisladora -quien estuvo por el “Rechazo” en el anterior proceso, lo que significó su ruptura y su renuncia a la DC- descartó en Radio Universo que existiera un pacto para aprobar la nueva propuesta. “El que crea que hemos convenido una alianza para que gane el ‘A favor’ se equivoca”, dijo.

Por su parte, el senador Matías Walker (también hoy militante de Demócratas y ex-DC) se ha declarado “en reflexión”. Si bien él ha criticado la falta de entendimientos que se dio al final del trabajo constituyente, también ha valorado algunos de los contenidos del texto: “Esta no es una propuesta de Constitución de derecha”, dijo a El Mercurio, el pasado 27 de octubre.

Consejo Constitucional vota texto final y suspenso se traslada a la DC, Demócratas y Amarillos. En la imagen, Matías Walker.

Un(a) dirigente(a) de Demócratas admite en privado que no está resuelta la definición partidaria y que en lo personal tiene dudas de apoyar el texto.

En Amarillos por Chile, fuerza que también se constituyó a partir del “Rechazo” al texto de la Convención con exmilitantes de partidos de la disuelta Concertación, ocurre una situación similar, pero mayoritariamente su dirigencia está inclinada a votar “A favor”.

“Manaña (hoy) seguramente vamos a tener una reunión de la comisión política y cerrar el tema”, dijo el presidente de Amarillos, el diputado Andrés Jouannet.

El exsenador Eugenio Tuma, exmilitante PPD y hoy presidente del tribunal supremo de Amarillos, dijo que “no veo líneas rojas respecto de lo que se hizo”. “No me gustan ciertas disposiciones valóricas, pero no constituyen para mí líneas rojas. El país necesita terminar con este proceso y voy a dar opinión favorable, una vez que termine de convencerme de que las disposiciones no alteran la vida de los ciudadanos, no impiden el desarrollo y crean estabilidad y oportunidades para el crecimiento”, agregó.

Expectación en la derecha

En vista del atrincheramiento del oficialismo y de la DC por el voto “En contra”, para la derecha se transformó en un objetivo estratégico contar con el apoyo de Demócratas y Amarillos. La idea de las fuerzas opositoras es que al menos desde el mundo político se constituya el 62% del “Rechazo” en el plebiscito pasado.

En esos comicios, la presencia de estas dos colectividades huérfanas de la Concertación le dio un carácter transversal a la postura del sector, lo que resultó esencial para ganar en ese referéndum.

Si bien en la derecha afirman que tienen confianza de que se sumen tanto Amarillos como Demócratas, lo cierto es que esperan que esto suceda después de la última votación del Consejo. En Chile Vamos, en todo caso, creen que sería un traspié que ese apoyo no se produjera esta semana.

Este alineamiento entre la derecha y partidos centristas podría, además, ser un anticipo de la negociación para definir candidaturas para la elección municipal de octubre de 2024.

Oficialismo en pausa

En tanto, en un homenaje realizado en La Cisterna, para celebrar el octogésimo natalicio de Guillermo Teillier -histórico timonel del PC, fallecido hace dos meses- el actual presidente de la tienda, Lautaro Carmona, abordó de manera preliminar la postura que tendrá la colectividad. “En lo propio, somos parte de quienes vamos a caminar todo lo que sea necesario para declarar de qué se trata el proyecto, que a todas luces, va a terminar presentándose por parte de Consejo Constitucional, que es un proyecto que retrocede más allá del 80 en temas vinculados a la profundidad institucional del sistema neoliberal, y lo digo en función del Estado subsidiario y del debilitamiento de derechos que debieran estar garantizados para todas y todos”, añadió.

En cuanto a la postura del partido ante el plebiscito constitucional, el timonel del PC respondió que “las y los consejeros constitucionales de Unidad para Chile, nos van a presentar como síntesis el trabajo de ellos y yo creo que va muy en la dirección de no respaldar el proyecto que está surgiendo, porque es un proyecto que, como ya dije, retrocede en valores democráticos, en derechos de distintos sectores, y en la posibilidad de que Chile sea para todos y todas, y no profundice en los dos Chile, uno de la élite, los privilegiados y otro de la inmensa mayoría”.

Lautaro Carmona, presidente del Partido Comunista.
Consejo Constitucional vota texto final y suspenso se traslada a la DC, Demócratas y Amarillos. En la imagen, Lautaro Carmona, presidente del Partido Comunista.

No obstante, a pesar del inminente voto “En contra” que adoptarán las colectividades oficialistas, el mismo diario El Siglo, medio de comunicación oficial del PC, señaló que “es motivo de preocupación en los partidos de Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático cómo desarrollar la campaña de cara al plebiscito... Una campaña que estaría comenzando con atraso respecto a la iniciativa comunicacional de los Republicanos y los posicionamientos editoriales en los medios de prensa afines a la oposición”.

Por su parte, el gobierno ya marcó claramente su decisión de mantener la prescindencia respecto del proceso. Primero, para ahorrarse cuestionamientos ante la Contraloría. En segundo lugar, para evitar que la oposición convierta al plebiscito en una suerte de medición a la gestión gubernamental. Y, tercero, no dar argumentos a la derrota de la derecha, si es que gana el “En contra”.

Ante los emplazamientos de la derecha para que La Moneda fije postura, la ministra de la Secretaría General de Gobierno, Camila Vallejo (PC), dijo la semana pasada que “no vamos a caer en ese juego, no nos interesa”.

“Nosotros entendemos que fuera de la urna, somos autoridades que tenemos que cumplir una función como tal, prácticamente todo el tiempo y, por eso, nuestra labor hoy día más que estar manifestando opiniones o posiciones en torno al texto, es poder garantizar que el proceso desde el Ejecutivo pueda llevarse y desplegarse con la mayor información posible”, añadió la vocera.

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