El estallido puertas adentro en La Moneda

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El Presidente Sebastián Piñera y el ministro Andrés Chadwick este domingo en La Moneda. Foto: Agenciauno

El gobierno no ha logrado contener el descontento ciudadano y los hechos de violencia. El Presidente encabezó este domingo una serie de reuniones para elaborar medidas que puedan aplacar la crisis y rediseñó su estrategia comunicacional incorporando vocerías sectoriales de corte más ciudadano.


Una reunión tras otra. Así fue la jornada de este domingo del Presidente Sebastián Piñera, quien llegó cerca de las 8.00 a La Moneda para continuar monitoreando la crisis que afecta a distintas zonas del país y que se inició a raíz del alza de la tarifa de Metro.

Mientras seguían las medidas de seguridad con vallas papales a los alrededores de Palacio y sonaban las cacerolas, el viento traía el olor de las bombas lacrimógenas que lanzaban carabineros para contener a algunos manifestantes que avanzaban por Teatinos y la Alameda.

En medio de ese escenario, el Mandatario iniciaba la tercera jornada con el objetivo de retomar el control, aunque en el gobierno reconocen que eso, hasta ahora, no ha sido posible. Incluso, hay quienes al interior de La Moneda admiten, en privado, que se han visto sobrepasados y que este lunes será un día clave para ver cómo evolucionan los hechos de violencia.

Piñera se reunió a primera hora con su equipo político y el ministro de Defensa, Alberto Espina. Más temprano, el titular del Interior, Andrés Chadwick, y el subsecretario Rodrigo Ubilla habían preparado un informe con el balance de lo que había ocurrido durante la madrugada.

A diferencia del sábado, cuando hubo un número reducido de vocerías, el gobierno elaboró este domingo un diseño comunicacional que incluyó sacar a los ministros sectoriales a informar sobre los distintos servicios que corresponden a sus carteras. El objetivo fue "acercarse" a la ciudadanía y mantenerla informada, un aspecto que había sido visto como deficitario en los días previos por parte de la oposición.

En ese contexto, el propio Piñera convocó a algunos de los secretarios de Estado para darles lineamientos. Los primeros en dar declaraciones durante la jornada fueron los ministros Marcela Cubillos (Educación), Nicolás Monckeberg (Trabajo) y Gloria Hutt (Transportes), además de la intendenta de la Región Metropolitana, Karla Rubilar.

En la ocasión, Hutt rehuyó asumir responsabilidades políticas por la gestación de la crisis, una línea discursiva que, en todo caso, ha mantenido en general el gobierno.

Así, el Ejecutivo amplió su espectro de voceros, a diferencia del diseño en los días previos, en que la entrega de información pública estuvo enfocada en los temas de seguridad a través de las carteras de Interior y, posteriormente, Defensa.

En privado, en todo caso, en el oficialismo miraban con inquietud la reacción "tardía" de La Moneda para enfrentar los temas. Además, en ese sector apuntaban a algunas vocerías que consideraban que no generaban "empatía" con las personas. Varios dirigentes, incluso, comentaron que las declaraciones que dio Chadwick pasadas las 0.40 horas de este domingo fueron "erráticas".

Sin embargo, en el gobierno y en Chile Vamos dicen que es parte del diseño el que haya ministros con vocerías "más duras", enfocadas en la seguridad, y otras "más ciudadanas".

En el oficialismo son varios, además, los que plantean que si bien por ahora se debe solucionar la emergencia y controlar los temas de seguridad, apuntan a la necesidad de una modificación en el comité político y en algunos ministros sectoriales. En La Moneda, en todo caso, una mayoría asegura que eso no es una alternativa que esté sobre la mesa, porque lo principal es resolver la crisis. De todas formas, hay versiones en el oficialismo que dicen que se ha planteado internamente -como una forma de avanzar hacia una solución del complejo escenario que enfrentan varias regiones del país- la idea de hacer un cambio de gabinete y conformar un equipo ministerial "de unidad nacional", algo que, en todo caso, otros desestiman.

En este escenario, el gobierno intentaba contener este domingo por distintos lados la emergencia. Por eso, dicen en Palacio, se desplegaron los ministros sectoriales, Piñera se reunió con fundaciones, con los presidentes del Senado, Jaime Quintana; de la Cámara de Diputados, Iván Flores, y de la Corte Suprema, Haroldo Brito. Además, en paralelo, empresas de supermercados se reunían con Interior para ver los daños y el tema de abastecimiento de recursos, mientras que la primera dama, Cecilia Morel, encabezó con el ministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel, un encuentro con fundaciones.

En el gobierno y en Chile Vamos transmitían que Piñera está preocupado por cómo ha ido escalando la situación y que ve un escenario sumamente complejo. Durante el sábado envió algunos mensajes de tranquilidad en grupos de WhatsApp, pero este domingo estuvo -dicen en Chile Vamos- más silente.

"El malestar viene de antes"

Uno de los ejes discursivos que el Presidente adoptó y que les ha instruido a sus ministros en las distintas reuniones que sostuvo es que la crisis no es responsabilidad solo de este gobierno, que es un malestar que viene desde hace años. De hecho, la propia primera dama lo recalcó en un breve punto de prensa que realizó en La Moneda. "No es un problema de este gobierno, es un problema de larga data", dijo. Unas declaraciones similares ya había entregado la intendenta Rubilar.

El Mandatario también transmitió ese mensaje en la reunión que tuvo con los otros poderes del Estado y en una cita que sostuvo -casi a las 19.00, cuando ya regía el toque de queda- con los presidentes de partidos de Chile Vamos, la que convocó de manera imprevista para abordar la crisis y dar algunos lineamientos.

En la cita, según los presentes, Piñera escuchó sus opiniones, instancia en la que los timoneles insistieron en la idea de que se decretara este lunes feriado. Sin embargo, el Jefe de Estado explicó sus razones para negarse a esa opción, ya que buscaba instalar una sensación de normalidad, lo que -reconocen en Palacio- no han logrado conseguir.

Fuentes del oficialismo dicen que en ese encuentro, además, Piñera manifestó que probablemente saldrán más militares a las calles, que el foco principal es restablecer la seguridad y que, en ese contexto, una tesis que se maneja en el gobierno es que detrás de los hechos de violencia existirían grupos terroristas. Para verificar eso -les dijo- se están recopilando antecedentes a través de Interior e Inteligencia de las policías.

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