Loto recupera apostadores, pero aún está lejos de los niveles prepandemia

El producto estrella de la estatal Polla Chilena representa 80% de sus ingresos, pero entró en una fase de declinación como parte de una tendencia mundial que afecta a esta modalidad de apuestas. En el primer semestre, recaudó $ 59.723 millones, 62% más que en igual lapso de 2021, pero aun 34% bajo 2019. En el mismo período, Loto vendió 19,9 millones de recibos, siete millones más que el año pasado; sin embargo, esa cifra llegaba a 36 millones hace cuatro años.


Tras dos años de notoria caída en la demanda por sus juegos de azar, producto del estallido social y la pandemia, Polla Chilena de Beneficencia registró una recuperación de 39% en sus ventas durante el primer semestre de este año, las que sumaron $ 75.067 millones y le permitieron obtener una utilidad de $1.931 millones. Sin embargo, aún está lejos de igualar la recaudación acumulada a junio de 2019, cuando sumaba $ 107.090 millones.

El gerente general de la empresa estatal, Edmundo Dupré, afirma 2022 y 2021 han sido años de recuperación de los juegos tradicionales de la empresa pospandemia: “Terminamos 2019 con $170.000 millones de ventas y luego enfrentamos una profunda caída de 48%. Esperamos cerrar este ejercicio con cerca $ 150.000 millones y una utilidad de $ 3.000 millones, lo que es bastante bueno”.

Loto sigue siendo el juego preferido de los apostadores. Con sus productos asociados (Recargado, Revancha, Desquite, Jubilazo y Multiplicar) representó 79,6% de la facturación a junio, pero pese a que esta subió 62% respecto a igual lapso de 2021 al totalizar $ 59.723 millones, aún sigue 34,4% bajo el monto acumulado en los primeros seis meses de 2019, cuando reunió $ 91.069 millones. Sus ventas físicas sumaron 19,9 millones de recibos entre enero y junio (en cada uno se pueden marcar hasta 6 apuestas y pagar de $ 1.000 a $ 3.500), siete millones más que en igual período de 2021. La cifra evidencia un masivo retorno de clientes, pero aún está lejos de alcanzar los 36,4 millones de recibos que competían por los números de la tómbola a junio de 2019.

“No podemos pretender alcanzar con Loto el nivel de 2019 sin el incentivo de la gran acumulación de premios que se produjo ese año: hubo un pozo de loto de $ 10.000 milllones”, advierte Dupré. Además explica que Loto se encuentra en un ciclo de declinación natural en parte por el segmento objetivo de sus apostadores: “El aumento que muestran sus cifras en 2022 y 2021 tiene que ver con la recuperación general del mercado del juego tras un periodo de disminución derivada de las restricciones sanitarias, pero esto es independiente de la pérdida de apuestas por efecto del paso del tiempo, que es una variable de tendencia que se da en todas partes del mundo donde están siendo reemplazados por los pronósticos deportivos”. Agrega que en cantidad están perdiendo del orden de 500.000 apuestas anuales como tendencia, debido a la gente mayor que sale del mercado; lo que han mitigado por la vía de subir el precio promedio agregándole premios.

Para enfrentar esta obsolescencia, Polla está apostando también a nuevos segmentos: los millenials y la Generación Z con juegos digitales, desde la aplicación del Loto, porque este nicho busca la satisfacción inmediata, quiere jugar en el teléfono y ganar de inmediato, no esperar dos o tres días para conocer los resultados

Las apuestas deportivas

Xperto, el segundo concurso en recaudación de la empresa –de pronósticos deportivos−, bajó sus ventas 23% (hasta $ 8.812 millones). En la primera mitad de 2021 anotaba un inusual salto de 137% ($11.468 millones) respecto de igual lapso del año previo, aumento en el que incidieron entre otros factores la Copa América 2021 y la Copa Europa y que en 2020 se habpian suspendido los campeonatos. De hecho, al cierre de 2021 Xperto anotó una tasa de crecimiento histórico de 42% porque −aparte del impulso que le dieron estos dos campeonatos de selecciones de fútbol−, en el segundo semestre se implementó una versión del concurso para los Juegos Olímpicos, lo que elevó las ventas tanto digitales como en el canal de agencias, en un contexto de fuerte penetración de casas de apuestas internacionales en Chile vía internet.

En este escenario Polla Gol muestra un crecimiento de 8% respecto a 2019, si bien al igual que Racha y los boletos de Polla reporta menos de 1% de las ventas desde hace varios años; mientras que los Raspes −juegos de premiación instantánea −, aportan 3,9% de la recaudación, con 6% de aumento respecto a los niveles prepandemia.

La mayor parte de los juegos de Polla se comercializan en más de 2.200 pequeñas agencias físicas. Desde el último trimestre de 2019, producto del “estallido social”, y en 2020 debido a la pandemia, cerca del 55% de las agencias estuvieron cerradas o con demanda restringida. Esto provocó que en enero-junio de 2020 respecto del mismo período de 2019 los ingresos cayeran 60%.

Como consecuencia de esto y dado que tras dos años sometidos a las restricciones de movilidad derivadas de la pandemia los chilenos se hicieron más “digitales”, la agencia virtual de Polla se ha convertido en un exitoso canal de venta, que supera el 30% de la facturación. El año pasado el sorteo Loto representó 52% de participación en las ventas por internet; mientras que Xperto aportó 38%.

Participación del mercado

A junio, Polla mantenía una participación de mercado de 63,1% respecto de su única competencia, Lotería de Concepción, tajada que se compara favorablemente con el 58,4% del mismo período de 2021. Pero al cierre del primer semestre de 2019 ostentaba un contundente 78,1%.

Polla Chilena de Beneficencia es la tercera empresa estatal que más recursos aporta al estado a través del pago de impuestos que se deducen directamente de sus ventas, después de Codelco y Banco Estado: en los tres últimos años traspasó a las arcas fiscales más $ 50.000 millones, según reporta en la Memoria 2021. Además, contribuye a una serie de instituciones sociales.

Los principales desafíos de la empresa son diseñar estrategias para enfrentar la menor elasticidad entre premios y la demanda de los jugadores, como también las apuestas ilegales, las nuevas regulaciones y la entrada de competidores. Porque la crisis sanitaria cambió el comportamiento de un segmento de sus consumidores, que encontraron formas de apuestas alternativas en la web, como casinos y competencias deportivas.

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