Mientras desaparecen los empleos tecnológicos, los veteranos de Silicon Valley rehacen sus carreras

JARRED BRIGGS
JARRED BRIGGS

Trabajadores despedidos de empresas como Meta y Amazon prefieren la estabilidad al estatus, encuentran trabajo en empresas más pequeñas y medianas, ocupan puestos tecnológicos en empresas no tecnológicas y se convierten en consultores autónomos.


Para los ingenieros y otros trabajadores tecnológicos, conseguir un empleo en una de las empresas más conocidas del sector fue durante mucho tiempo el máximo logro profesional.

Ahora, muchos veteranos de Silicon Valley se ven empujados a emprender nuevos caminos lejos de los gigantes tecnológicos, anteponiendo la estabilidad y los valores personales al prestigio.

Los trabajadores tecnológicos despedidos encuentran trabajo en empresas más pequeñas y medianas, ocupan puestos tecnológicos en empresas no tecnológicas y se convierten en consultores autónomos. Se trata de una mezcla poco convencional, al menos para un grupo de personas acostumbradas a tener abundantes opciones de trabajo en el sector tecnológico.

Pero en medio de ofertas rescindidas y anuncios de empleo fantasma, así como de ronda tras ronda de despidos, las prioridades de los trabajadores tecnológicos han cambiado.

“La mayoría de la gente que ha sido despedida de las grandes empresas tecnológicas se ha desilusionado”, afirma Chris Rice, socio de Riviera Partners, una empresa de búsqueda de ejecutivos que coloca talentos de liderazgo en puestos de ingeniería de software, gestión de productos y diseño.

Antes, la gente podía pasar años de su carrera en grandes empresas tecnológicas sin preocuparse por los despidos. Eso ya no es cierto, señala.

Hoy en día, debido a la situación del mercado laboral, cada vez hay más personas que buscan empleos tecnológicos fuera del sector o en empresas emergentes afines a sus pasiones, en campos como la energía verde o la inteligencia artificial.

El porcentaje de trabajadores del sector tecnológico que cambian de trabajo y se trasladan a sectores no tecnológicos empezó a aumentar a finales de 2022, tras años de descenso, según un análisis de perfiles públicos en Internet realizado por Revelio Labs Inc., un proveedor de datos sobre lugares de trabajo.

El mercado laboral en general se mantiene fuerte en EE.UU., con una tasa de desempleo que cae al 3,5% y 236.000 contrataciones el mes pasado, según informó el viernes el Departamento de Trabajo. Pero hay signos de enfriamiento. El aumento del empleo en marzo fue el menor en más de dos años y menos generalizado que al principio de la pandemia.

Reclutar candidatos veteranos que han trabajado para grandes nombres de la tecnología en empresas desconocidas es más fácil de lo que solía ser, si se consigue que “superen el obstáculo mental de que no son de la misma marca”, dijo Rice. Pero los candidatos que consideren la idea de trabajar para una pequeña empresa emergente, quizá tengan que prepararse para una reducción salarial.

John Kew, un ingeniero que vive en Seattle y trabajó en Tableau Software -que fue adquirida por Salesforce Inc. en 2019- dejó su trabajo por su cuenta en enero, cuando Salesforce estaba pasando por una ronda de recortes de empleos.

“Estaba mirando a las personas que fueron despedidas, y era simplemente un desastre”, comentó Kew, de 43 años. “Muchas de las personas despedidas eran de alto rendimiento, personas a las que yo respetaba y que estaban haciendo un trabajo increíble”, planteó.

Su traslado a una empresa emergente de ciencia de datos en fase inicial supuso una reducción salarial del 20%, pero Kew estaba dispuesto a trabajar en un lugar más pequeño donde pudiera aprender algo nuevo cada día y ver su contribución en el producto que estaba ayudando a crear.

“Como ingeniero, valoro hacer algo útil”, indicó Kew. “En particular en una gran empresa, es difícil sentirse así”, añadió.

Mientras que algunas de las mayores empresas tecnológicas del mundo -incluida Facebook de Meta Plaforms Inc. y de Alphabet Inc. Google y Amazon.com Inc.- han anunciado despidos, algunas partes del sector siguen creciendo. La tasa de desempleo de las ocupaciones tecnológicas sigue siendo baja, del 2,2%, lo que indica que los empleados del sector se están reincorporando a la población activa, según Tim Herbert, director de investigación de la asociación de comercio tecnológico CompTIA.

Los servicios técnicos y el desarrollo de software, un subsector formado principalmente por pequeñas y medianas empresas, fue el que más trabajadores tecnológicos incorporó el año pasado, por lo que parece que los trabajadores están pasando de las grandes empresas tecnológicas a las empresas de nueva creación, ciberseguridad y consultoría técnica, de acuerdo a Herbert.

Durante años hubo una feroz competencia por el talento tecnológico, y las empresas atraían a los trabajadores con generosos paquetes retributivos, ventajas en la oficina y un conjunto de beneficios, por no hablar de la estabilidad laboral. Especialmente durante la pandemia, las empresas aceleraron sus contrataciones e invirtieron en la idea de que la gente pasaría más tiempo en línea para siempre.

Ahora, las mismas empresas que contribuyeron al enorme crecimiento están pregonando las ventajas de aumentar la productividad y ser más eficientes. Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Meta, matriz de Facebook, ha bautizado 2023 como “el año de la eficiencia”, al recortar más de 20.000 puestos de trabajo.

Las startups se enfrentan a sus propias presiones, que también afectan a los inversores que respaldan al sector. Según Julia Pollak, economista jefe de la plataforma de empleo ZipRecruiter, la contratación en las startups presenta un panorama heterogéneo. Las startups de mayor tamaño y en fases más avanzadas, que en una economía mejor estarían ampliando su escala y preparándose para salir a bolsa, están en cambio conservando efectivo y no contratando nuevos empleados.

Dicho esto, todavía hay un apetito por el talento en empresas bien financiadas y en fase inicial en áreas emergentes, como las baterías para vehículos eléctricos, a medida que la industria del automóvil se aleja de los autos de gasolina, y la inteligencia artificial (IA), una tecnología con el potencial de cambiar las industrias que ha provocado una carrera mundial para construir productos de IA.

“Hay una fiebre del oro por aprovechar estas oportunidades y estar a la vanguardia”, manifestó Pollak.

De acuerdo a Allison Baum Gates, socia general de la empresa de capital riesgo SemperVirens, que invierte en empresas tecnológicas de mano de obra, las compañías de servicios financieros, hostelería y logística están teniendo más suerte a la hora de contratar trabajadores procedentes de grandes empresas tecnológicas.

“No podían competir con las empresas tecnológicas en paquetes retributivos para empleados tecnológicos, porque no tenían el mismo valor bursátil. Era un gran problema para ellas”, explica. “Ahora dicen: ‘Esto es maravilloso, podemos volver a contratar’”, agrega.

El fabricante de alimentos y bebidas Kraft Heinz Co. y el minorista global Walmart Inc., señalan que están viendo una nueva mezcla de solicitantes de algunas de las mayores empresas tecnológicas, incluidas Meta y Amazon.

“Es probable que estos días estemos un poco más animados que antes”, dijo Donna Morris, directora de personal de Walmart, en una entrevista en la Cumbre del Empleo de The Wall Street Journal.

Según Melissa Werneck, directora global de personal de la empresa, Kraft ha tenido dificultades para contratar talento digital.

“Ahora, estamos viendo que vienen a nosotros”, afirmó Werneck de los empleados de tecnología. “Estamos viendo que llaman más a nuestras puertas”, indicó.

Para algunos trabajadores tecnológicos, el mercado actual es tan volátil que están optando por no buscar un empleo a tiempo completo. Los puestos ejecutivos fraccionados, que implican que una persona dedique unas horas a la semana a varias empresas, van en aumento, al igual que el número de personas que buscan ser consultores o prestar servicios en calidad de asesores en lugar de tener un empleo a tiempo completo.

“No he solicitado ni uno” de los puestos permanentes, aseguró Louis Moynihan, que fue despedido de WhatsApp, propiedad de Meta, la matriz de Facebook, en noviembre. “No es un buen ambiente. ¿Por qué iba a someterme a eso?”, dijo.

Competir con otros miles de trabajadores por puestos que sospechaba que en realidad no se cubrirían o recibir una oferta a la baja no le atraía, así que Moynihan ha estado aprovechando sus habilidades de asociación estratégica para ayudar a los clientes por proyectos a una tarifa de US$ 300 la hora.

“Es un cuento con moraleja para los titanes, porque creo que se está dispersando un talento increíble en empresas tecnológicas más pequeñas que acaban compitiendo”, afirmó finalmente.

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