Ricardo Lagos: "Quizás la reconciliación es ponernos de acuerdo en una nueva Carta Fundamental"




FUE un actor clave en la dictadura, en transición y en democracia. El ex presidente Ricardo Lagos no sólo es recordado por su emplazamiento con el dedo a Augusto Pinochet en 1988 cerca del plebiscito del 5 de octubre de ese año. En 2003, ya como presidente, tuvo otro momento histórico al conmemorarse 30 años del golpe militar: reabrió la puerta de Morandé 80, por donde fue retirado el cuerpo de Salvador Allende y fue el artífice del nuevo trato entre los civiles y las Fuerzas Armadas. A días de conmemorarse los 40 años del golpe, dice que las instituciones armadas han hecho gestos importantes y que aún civiles están en deuda. ¿Estamos cerca de la unidad?, Lagos cree que aún no.

Michelle Bachelet y Evelyn Matthei han planteado realizar "acuerdos nacionales" en diversos temas. Usted impulsó  pactos con Juan Claro en lo económico y Pablo Longueira en lo político. ¿Son posibles hoy?

-Me gustaría que sea posible, que hubiera un cierto consenso político. El otro día dije que quizás la reconciliación es ponernos de acuerdo en una nueva Carta Fundamental. La actual Constitución lleva mi firma porque conseguí sacar los enclaves autoritarios, pero se requiere ver cómo se genera mayor participación, qué instituciones políticas van a haber. Tampoco se puede seguir con un Estado subsidiario. Antes del 2006 me parecía obvio, pero no tenía ninguna posibilidad de decir "cambiemos el Estado". La respuesta que se busca es política. En lo económico, lo más importante es que se operó durante 20 años en un paradigma en que a medida que se aumentaba el ingreso por habitante se lograba, con políticas públicas adecuadas, incluir mejoras en los indicadores económicos sociales. El problema es que ese paradigma que es real, pero cuando usted se acerca a los 20 mil o 25 mil dólares por habitante, ¡plop!, termina. A partir de ese momento, la mejora de los indicadores económicos sociales no es por ingreso per cápita, es por la distribución del ingreso. ¿Necesitamos una reforma tributaria? obvio, pero para mejorar la distribución de ingresos y eso significa otro esquema.

¿Siente que esta posibilidad de acuerdo queda postergado a una nueva administración?

-Pienso que sí. No es que crea que no se pueda, pero a tres meses de una elección presidencial creo que lo lógico es que las nuevas autoridades tomen la batuta porque se requiere el liderazgo del presidente de la República.

Usted dijo "a 20 años del golpe no pasó casi nada. A 25 un poquito más. A los 30 se mostró mucho más..." ¿Qué queda para los 40 años?

-¡Mucho más!, usted ve los canales de televisión y todos están compitiendo sobre quién muestra más cosas. Nosotros nos planteamos con mucha fuerza qué hacer para los 30 años, y yo decidí abrir Morandé 80, algo muy simbólico. Creo que es importante ver cómo la sociedad chilena se puede aproximar a lo que pasó, porque nunca va a haber una sola historia.

¿Qué lo llevó a reabrir Morandé 80 al conmemorar los 30 años?

-Ya había abierto La Moneda cuando llegué y terminó siendo un paseo de turistas ahora, pero bueno... Para mí Morandé 80 es el símbolo de que el presidente de la República es un ciudadano. Cuando uno quería hacer cosas no tan formales se decía "entra por Morandé 80". Cuando los presidentes no vivían en La Moneda seguían entrando por ahí, y bueno, fue el lugar donde sacaron el cuerpo de Salvador Allende.

Ese día usted habló fuerte de unidad.Piñera habla constantemente de unidad.¿Perdió fuerza el concepto?

-No había pensado eso que me dicen. Lo que pasa es que hacer un llamado de unidad es aceptar las diferencias con el otro y que la verdad de uno termina cuando empieza la del otro y encontramos la verdad cuando nos ponemos de acuerdo. Eso es difícil… A ratos pienso que todavía estamos lejos de eso, pero no por los hechos del pasado sino por cómo mirar el futuro. O sea, hay posiciones tan fundamentalistas, tan integristas. Bueno, otros pensarán que el integrista es uno.

El  senador y ex presidente UDI Hernán Larraín pidió perdón por su rol post dictadura, ¿quienes más debieran imitar el gesto?

-Cada uno tiene que hacer una mirada hacia atrás y decir en qué se siente responsable. Es cierto lo que dijo José Zalaquett: las instituciones armadas han hecho gestos importantes pero los civiles que participaron de ese régimen en general no. Ahora, por favor que no se siga diciendo que las cosas no se sabían, porque se sabían. Otra cosa es que sabiéndolo se piense que no se puede hacer nada. En un momento dije respecto a los cuerpos "si los arrojaron al mar que lo digan" y después salió el informe que salió. Pero también con un gran vacío porque desgraciadamente la mesa de diálogo indicó los lugares donde estaban enterrados, pero ya habían sido desenterrados antes...

El presidente del Senado Jorge Pizarro dijo que la DC "nunca apoyó el golpe" pero el ex presidente Alywin dijo que habían circunstancias en que una dictadura podría ser necesaria. ¿Falta un mea culpa más profundo de la DC?

-Creo que el tiempo da perspectivas distintas. Probablemente esa fue la razón del gesto que tuvieron 13 dirigentes de la DC en ese tiempo como Bernardo Leighton, Belisario Velasco o don Andrés Aylwin, entre otros. Pero por otra parte, el clima de enfrentamiento que había en 1973 explica muchas de las reacciones inmediatas. Ahora, digámoslo, el sistema político fue incapaz porque se pensó que las cosas se resolvían en las elecciones parlamentarias del '73; Allende pensando tener la mayoría para aprobar sus leyes y los otros buscando la mayoría para destituirlo.

El miércoles, RN y la oposición suscribieron un acuerdo para cambiar el sistema electoral. ¿Comparte la fórmula?

-Primero me hubiese gustado ver  principios clarificando que la Cámara de Diputados representa a la población y el Senado las regiones. Por lo tanto, una se hace en función de los ciudadanos en esos distritos y los senadores son independientes de las personas. Entonces, el segundo principio es la igualdad de los ciudadanos. Hoy, la relación en Chile es más de 1 a 5. Si me dicen que de los 14 diputados que aumentarán 10 van a la Región Metropolitana, supongo que va a disminuir, pero me gustaría ver la relación que queda. Según me han explicado sólo cuatro distritos quedan con dos diputados y la mayoría de los otros eligen cuatro. Yo pregunto, ¿dónde se ha visto un sistema electoral con números pares?, por favor, todos saben a lo que apunta.

¿Es un binominal maquillado, entonces?

-Eso es pues. Pero quiero decir, si me hubieran ofrecido esto cuando se hicieron las reformas en 2005 lo acepto, ¡pero ni siquiera esto me ofrecieron!. Lo que me parece peor es que esto se hace con un Congreso que está terminando, a menos de tres meses de la presidencial y creo que una reforma de esta envergadura la debe encabezar quien salga electo(a) presidente. Mi sensación, con el mayor respeto, es que esto puede servir para encaminar la discusión futura, pero si estas son las normas son muy insuficientes para lo que el país espera.

¿Siente que está representada su visión en el parlamento?

-No. Pero quiero decir una cosa… me informé por la prensa de una propuesta de un senador llamado Lagos Weber y más de alguno va a pensar que la posición que tomó es porque yo lo haya dicho antes. En  1989 yo tuve un punto de vista discrepante cuando dije que si no había cambio al binominal no debíamos aceptar ciertas cosas, lo que incluso podría haber generado un quiebre en la Concertación.

En 2010, usted propuso avanzar hacia un sistema semipresidencial y aumentar los años del período presidencial. ¿Mantiene estas propuestas?

-Me gustaría que se pudiera avanzar en eso. O, como planteé en su momento, reelección presidencial. Claro, es otra forma distinta de pensar. Es como el sistema americano, todo presidente sabe que debe reelegirse, sino es un fracaso.

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