Crean el primer laboratorio de pruebas para satélites del país

Imagen laboratorio

Avance de la U. de Chile permitirá reducir los costos a la hora de fabricar un nanosatélite. Desde ahora no será necesario enviarlos al extranjero para las pruebas previas al lanzamiento.


En junio se cumplirá un año desde que el Suchai 1, el primer satélite fabricado en Chile, llegó al espacio tras ser lanzado desde la plataforma del Centro Espacial Satish Dhawan, ubicado en Sriharikota, India. El aparato, un nanosatélite o cubesat de un kilo de peso, sigue operativo y enviando sin problemas la información de su posición y de sus experimentos a bordo hasta la sala de control del Campus Beauchef, en Santiago.

Este satélite, que pertenece al Laboratorio de Exploración Espacial y Planetaria (SPEL por sus siglas en inglés) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la U. de Chile, tuvo que pasar por pruebas de certificación en Brasil y Holanda antes de ser lanzado, un control de calidad obligatorio que imponen los dueños de los cohetes desde donde se lanzan los satélites. Pero para los dos nuevos aparatos que construyen en el plantel -el Suchai 2 y 3- ya no será necesario viajar al exterior antes de su lanzamiento para este y otro tipo de pruebas, gracias a la construcción del nuevo Laboratorio de Pruebas Espaciales del SPEL.

Marcos Díaz, líder del proyecto Suchai, señala que este nuevo laboratorio es importante, porque los satélites como el Suchai deben pasar por pruebas de operación, en el que se simula un ambiente espacial; otras de orientación, de cómo mover el aparato en el espacio; y de certificación, que verifican que el cubesat no es una amenaza para el cohete de lanzamiento y los otros nanosatélites que viajan junto a él.

"Estas tres pruebas se podrán hacer acá, además de la certificación de lanzamiento, las pruebas de largo tiempo de operación en ambiente espacial del satélite, es decir, podemos simular bajas temperaturas, vacío, altas temperaturas, como si estuviéramos orbitando la Tierra", señala Díaz, quien precisa que, en promedio, el costo por estos servicios en el exterior es de US$ 4 mil diarios.

El nuevo laboratorio del SPEL, que hoy está en construcción, ya tiene operativos todos los equipos principales, entre ellos, una máquina de vacío que se compró con recursos del Fondo de

Equipamiento Científico y Tecnológico (Fondequip) de Conicyt y dinero de la universidad, y que tuvo un costo de 180 millones de pesos. Aunque faltan algunos detalles, Díaz dice que el laboratorio ya está operativo y abierto a recibir solicitudes de otras universidades interesadas en probar nanosatélites.

El futuro del Fasat

El Suchai 1 es un nanosatélite que tiene por misión estudiar la ionosfera y realizar pruebas de la electrónica, entre otros experimentos, y tuvo un costo de US$ 300.000. Pero no es el único que posee Chile en el espacio. En órbita también está el aparato de observación de la Tierra Fasat Charlie, construido en el extranjero, que tuvo un valor de US$ 72 millones.

El aparato sigue en operaciones, pero los cinco años para los que fue construido vencieron en 2016. Desde el Ministerio de Defensa señalan que se encuentran analizando distintas alternativas para reemplazar sus capacidades, ya que "está pronto a cumplir su vida útil".

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