Fue odiada, temida, pero también admirada por ser una de las mujeres más influyentes del siglo XVII. Olimpia Maidalchini Pamphilj llegó a gobernar en las sombras el Vaticano como cuñada del Papa Inocencio X, y algunos también dicen que como su amante. Proveniente de una familia medianamente acomodada, Olimpia se casó con Pamphilio Pamphilj, 27 años mayor que ella y quien la introdujo a la nobleza romana. Tras su muerte, la mujer se acercó más a su cuñado, el cardenal Giovanni Battista Pamphilj, transformándose en su consejera y logrando incidir -gracias a su posición y riqueza- en el cónclave de 1644 que lo eligió Papa.
Apodada popularmente como Papessa, Olimpia aconsejó sobre temas de política exterior así  como sobre la elección de cardenales, y los reyes y reinas solían enviarle costosos regalos para ganarse su favor, ya que eran pocas las ocasiones en que Inocencio X ignoraba sus consejos. Además, Maidalchini fue una ferviente feminista que defendió tanto a las prostitutas como a las monjas de Roma. 

"Mujeres del mundo católico se apostaban para aplaudirla cuando salía en su carruaje desde el Vaticano. Sin embargo, después de su muerte la misma Iglesia se movió para erradicar el escandaloso recuerdo de esta audaz mujer que los había gobernado a todos", ha dicho la escritora Eleanor Herman, quien en 2008 publicó la única biografía que se conoce de la llamada "Papisa", titulado Maestra del Vaticano: La verdadera historia de Olimpia Maidalchini.

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busto de Olimpia Maidailchini

Otra imagen de Olimpia Maidailchini, en este caso un busto realizado Alessandro Algardi, entre 1646 y1647.[/caption]

El pintor español Diego Velázquez la retrató, al igual que al Papa Inocencio X, célebre cuadro que cuelga en la galería del Palacio Doria Pamphilj. La pintura de Olimpia estuvo primero en manos del nieto de la "Papisa", el cardenal Camillo Massimi y luego pasó por varias colecciones privadas hasta que se le perdió el rastro en 1724. Hace sólo 18 meses, su actual propietario, quien no tenía idea de que se trataba de una obra de Velázquez, la llevó a la casa Sotheby's para que fuese estudiada. El hallazgo sorprendió a todos.

El retrato de Olimpia Maidalchini saldrá a subasta este miércoles en la casa de Sotheby's de Londres, junto a otros obras de antiguos maestros como Gainsborough, Constable, Turner, Rubens, Botticelli y Brueghel, y se espera una puja por un valor entre lo 2 y 3 millones de euros. "Velázquez es uno de los titanes más destacados de la pintura europea y mundial. Este retrato es, sin duda, de interés para los estudiosos y admiradores de Velázquez por igual", afirmó James Macdonald, especialista para Sotheby's en pinturas de Maestros Antiguos.

Auge y caída

No se tiene claro cuándo y cómo se perdió el rastro del cuadro de Olimpia. Sí se sabe que en los años 80 el óleo apareció en un remate en el mercado de arte en Amsterdam, pero estaba catalogado simplemente como una producción anónima de la Escuela Holandesa. Recién hace un año, expertos del Reino Unido y de otros lugares de Europa lograron autentificar la obra como un Velázquez, luego de identificar un número de inventario que se hallaba escondido al reverso del óleo y que confirmó las sospechas.
Claro que el hecho de que se trate de una obra recuperada del pintor español no es el único punto de interés de la subasta. La olvidada historia de Olimpia Maidalchini ha logrado capturar el interés mundial. "Fue un estrella de rock barroco para las mujeres de su época", anotó su biógrafa. "Olimpia era una mujer de feroz ambición, aguda inteligencia y gran encanto, que protegía a las mujeres más débiles contra las injusticias de los hombres. También era codiciosa, calculadora y, a veces, de una frialdad escalofriante", agrega Herman.

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Olimpia fue consejera del Papa Inocencio X

Retrato del Papa Inocencio X pintado por Velázquez en torno al año 1650.[/caption]

Según la escritora, la rebeldía de Maidalchini comenzó temprano. Tenía 15 años cuando su padre, un recaudador de impuestos intentó obligarla a entrar a un convento. Ella lo desafió y terminó casándose con un joven rico, de quien enviudó dos años después y heredó una fortuna. A los 21 se volvió a casar, esta vez con Pamphilio Pamphilj, descendiente de una familia noble, casi 30 años mayor. Fue entonces que conoció a Gianbattista Pamphilj y lo ayudó a convertirse en Papa a punta de sobornos.
Y estando en las sombras del poder, la "Papisa" también patrocinó a artistas, músicos, dramaturgos y escultores. Ella fue quien comisionó a Lorenzo Bernini para que diseñara la Fuente de los Cuatro Ríos en la Plaza Navona, junto frente a su Palacio.
Sin embargo, todo ese poder se derrumbó por su codicia. A fines de 1654, el Papa Inocencio X se enfermó y Olimpia lo convenció de transferir toda la reserva de oro del Vaticano depositada en Castel Sant' Angelo a su propia estancia, y así lo robó todo.
Tras la muerte de Inocencio X en 1655, el sucesor, Alejandro VII, inició una investigación de corrupción y malversación contra Olimpia, quien terminó exiliada de Roma. Sin embargo la peste bubónica detuvo la investigación: Maidalchini contrajo la plaga por la picadura de una pulga, murió sola y desgraciada en 1657.