Hicieron de su luna de miel un acto poético y político. Los ojos del mundo estaban atentos a los fuegos cruzados entre Estados Unidos y Vietnam: eran los primeros meses de 1969, y los recién casados John Lennon y Yoko Ono sabían que su matrimonio en Gibraltar, en marzo de ese mismo año, podía pasar desapercibido ante el estallido de la guerra.
No todo estaba dicho ni hecho, pensaron, y entre el 25 y 31 de marzo de 1969, el ex Beatle y la música y artista de vanguardia japonesa abrieron las puertas de la suite presidencial del Hotel Hilton de Ámsterdam donde alojaban. La prensa sabía de sus excentricidades, y probablemente tras verlos juntos y desnudos en la portada del álbum Two Virgins (1968) los reporteros esperaban presenciar y registrar escenas de sexo y de consumo de marihuana a destajo. Lennon y Yoko, sin embargo, permanecieron sentados sobre la cama todo el tiempo.
Meses después, en mayo de ese año, repitieron la acción en al menos cuatro habitaciones del Hotel Queen Elizabeth de Montreal, en Canadá. Al poco tiempo invitaron a amigos artistas, como Timothy Leary y Dick Gregory, y junto a algunos de ellos grabaron el himno de la paz Give peace a chance, que hoy, 50 años después, sigue siendo una de las manifestaciones pacíficas más recordadas del pasado siglo.
[caption id="attachment_89658" align="aligncenter" width="1680"] En la cama por la paz, de 1969, la acción de John Lennon y Yoko Ono contra la guerra de Vietnam.[/caption]
Llegado diciembre de 1969, la pareja hizo explícitos sus mensajes de paz con carteles que rezaban: "WAR IS OVER! If you want it – Happy Christmas from John and Yoko". Dos años después, Lennon compuso Imagine (1971), "una campaña publicitaria por la paz", según el músico de Liverpool. Tras su asesinato en 1980, sin embargo, su ahora viuda y último amor, además, se volvió una figura sombría para algunos y que aún suscita opiniones divididas entre sus fanáticos.
Cuestionada durante años por la prensa y los beatlemaníacos, recién en 2017 se le reconoció a Yoko Ono (Tokio, 1933) la influencia sobre esa y otras composiciones de Lennon, quien alguna vez la llamó "la artista desconocida más famosa del mundo".A sus 86 años, la artista radicada en Nueva York desde los 70 –y cuyo trabajo fue exhibido en Chile en 2017, en la muestra Dream come true, en CorpArtes– volverá mañana a la carga en la ciudad de Manchester, en el Reino Unido, con un ambicioso proyecto que lleva por título Bells for Peace. Lo hará, además, siguiendo el impulso que la ha movido siempre: hacer que la gente complete y se vuelva parte de sus obras y acciones de arte.
Por quién doblan las campanas
Ha invitado al público a subir una escalera, a tomar una lupa y a leer un diminuto "Sí" en la parte más alta. También a que escriban y cuelguen sus pensamientos en un árbol, o que "añadan colores" en muros recién pintados de blanco, y hasta que corten su ropa con unas tijeras, como hizo en Cut piece de 1965. Desde aquellos años que Yoko Ono viene empujando los límites del arte, alejándolo de la idea de la pieza única para convertirlo en verdaderas experiencias de sanación. El nuevo proyecto que tiene entre manos aspira, sin embargo, a una mayor resonancia.
El reloj marcará las 18.00 horas este jueves, y en los jardines de la Catedral de Manchester resonarán 4 mil campanas de cerámica, hechas a mano y grabadas para la ocasión. Pero la acción de Yoko Ono no terminará ahí: será escoltada por el canto de varias otras campanas de iglesias antiguas de la ciudad, y los organizadores del Festival Internacional donde tendrá lugar la obra están alentando al público a que lleve las suyas. La actividad que da vida a Bells for Peace es gratuita, y además será transmitida en vivo a través del sitio web del certamen.
[caption id="attachment_89659" align="alignnone" width="1000"] Este jueves, en Manchester, la artista hará sonar 4 mil campanas como parte de Bells for Peace.[/caption]
"Siempre quise hacer una campana (de) música, y tuve la oportunidad de hacerlo, así que lo estoy haciendo", dijo Yoko Ono hace unas horas al periódico The Guardian. "Cada vez que ganamos la guerra, sacamos nuestra propia campana para decir, ¡ganamos!", agregó por escrito, aludiendo a lo sucedido el 11 de noviembre de 1918, cuando los Aliados y el Imperio alemán firmaron el armisticio que puso fin a los conflictos en el frente Occidental durante la Primera Guerra Mundial.
Bells for Peace propone, al igual que otras de sus acciones y según ha dicho, "hacer una pausa, reflexionar y recargar nuestra imaginación". Para Yoko Ono debe ser la gente la que exija la paz del mundo: "Tenemos que confiar en las personas, incluyéndote a ti mismo. No en los gobiernos. Los gobiernos siempre tienen burocracia, nuestra imaginación no". Al preguntarle acerca del afán participativo y lúdico de sus obras, la artista no titubeó: las crea, dijo, "porque cuando 20 pájaros están cantando, es muy hermoso".