El show de medio tiempo del Super Bowl, ese breve pero significativo intermedio musical del evento televisivo más visto de cada año en Estados Unidos, estuvo marcado esta vez por un hito particular: nunca antes el hip hop había sido protagonista absoluto de la ceremonia ni había tenido un rol tan estelar en la cita.
Si bien el rap y sus múltiples derivados dominan los ránkings, premiaciones, festivales -incluso chilenos- y la conversación en torno a la música popular en Norteamérica hace décadas, faltaba esta suerte de reconocimiento más “oficial” a la cultura hip hop y a algunos de sus próceres en un escenario como el de la final de la NFL, con 70 mil personas en el estadio SoFi de Inglewood, California, además de millones de espectadores desde sus casas.
Aquí, un repaso a algunos de los momentos que dejó la presentación coral de anoche, a cargo de Dr. Dre, Snoop Dogg, Eminem, Mary J. Blige y Kendrick Lamar, además de un par de invitados sorpresa. Un concierto que en 14 minutos ya es leído por la prensa local no sólo como un hito para la industria musical sino también para la historia social y política reciente en la tierra del tío Sam.
Música para las masas
La llegada del hip hop al escenario del Super Bowl 2022 marca un hito en la historia de la música y de la sociedad estadounidense.
Si bien desde los años 90 -antes de eso el espectáculo no tenía esta envergadura y solía incluir grupos universitarios- la instancia fue ocupada por diversos representantes de la cultura afroamericana o figuras ligadas al soul y la música urbana de ese país (Beyoncé, The Weeknd, The black eyed peas, Prince, Michael Jackson, Diana Ross, P. Diddy, Stevie Wonder, entre otros), nunca antes el hip hop había sido protagonista absoluto del concierto.
El gesto es leído como una deuda pendiente, la consolidación en el mainstream de un género que pese a no ser la única corriente dominante actual en la música anglo, ha sabido resistir desde los años 80 hasta nuestros días reinventándose, expandiéndose y probándose como uno de los mayores pilares artísticos contemporáneos.
De esta forma, a través de varias voces pero sobre todo con un repaso de la carrera de Dr. Dre (ver punto siguiente), lo de anoche fue en rigor una celebración de las piezas fundamentales del hip hop de los últimos 30 años. Un repaso -algo acotado, eso sí, de sólo 14 minutos- de lo que ha sido la historia del género, completamente vigente hasta nuestros días.
El hoy cuestionado Snoop Dogg -denunciado hace días por supuestos abusos sexuales- fue el encargado de abrir la velada junto con el legendario Dr. Dre, presentación que estuvo marcada por el desplante de ambos sobre el escenario, tras lo cual se interpretó el éxito California Love, que en su versión original contó con la participación del fallecido 2pac. Incluso, en un momento se rumoreó que el legendario MC de la Costa Oeste podía aparecer en forma de holograma durante la velada, cosa que no ocurrió. También se extrañó que el productor no incluyera alguno de sus éxitos con de N.W.A., el seminal conjunto de rap que fundó en Compton en los primeros años 80.
Luego fue el turno de Mary J. Bigle, siendo esta su segunda aparición en un show de la NFL. La cantante de rap, soul y R&B, ya había participado en en la edición del 2001, ocasión en la que compartió escenario con Aerosmith, Nynsc, Britney Spears y Nelly.
Punto aparte fue la notable presentación de Kendrick Lamar, el rapero más destacado de los últimos años, quien con su habitual talento vocal y despliegue escénico interpretó versos de su éxito Alright, parte de su aclamado álbum To Pimp A butterfly (2015), sobre un mapa desplegado de su ciudad natal, Compton.
Dr. Dre y el reconocimiento al Rey Midas
Desde su primera entrada en escena, Dr. Dre dejó clara la posición que ocupa en la historia del rap.
Emergiendo desde lo profundo con un panel de consolas y sentado tras una silla, el productor se presenta como el artífice de los éxitos que luego que se desplegarían durante la velada, los que no dejaron indiferente a nadie. Una suerte de patriarca o pater familia de la escena, sobre todo en cuanto a la producción musical del rap de los años 90 y 2000.
Siendo uno de los fundadores del mítico grupo de la ciudad Compton, N.W.A., junto con sus compañeros Eazy-E y Ice Cube, Dre ha sido el encargado de dar forma a algunas de las corrientes más exitosas del rap de fines de los años 80 y comienzos de los 90. Éxitos como Straight Outta Compton o el contestatario Fuck tha Police, marcaron no solamente el primer gran éxito comercial para un género conocido como gangsta rap, sino también posicionaron al músico como toda una promesa en sus labores como productor.
Luego durante los años 90 formaría parte del mítico sello Death Row Records, en donde sería el principal cerebro detrás de los éxitos de un incipiente y joven Snoop Dogg, así como también el encargado de producir gran parte de los éxitos del rapero 2pac.
Tras su paso por Death Row, con una reputación más que merecida, se encargó de promover a “desconocidos” raperos que más tarde se transformaron en los más importantes de su propio tiempo. Sin ir más lejos, podemos citar a Eminem y Kendrick Lamar. Sus descubrimientos y apuestas por diferentes artistas lo han situado como una suerte de Rey Midas del rap, en cuanto a éxito comercial y crítico se refiere.Y como era de esperar, precisamente su huella en la historia del hip hop a nivel mundial fue lo que quedó reflejado durante su paso como “director de orquesta” y principal eje del show del medio tiempo.
Durante su aparición, los primeros sonidos que anunciaron la introducción del éxito The next Episode, desataron la locura del público el cual vibró con todo el repertorio de Dr. Dre y sus protegidos, para cerrar con Still D.R.E. con todos juntos sobre el escenario, en el saludo definitivo a unas de las leyendas que moldeó la música popular en inglés de las últimas décadas.
El homenaje de Eminem a Colin Kaepernick
La presentación de Eminem, reconocido como uno de los raperos blancos más importantes del mundo anglosajón, fue una de las más esperadas del Super Bowl. Las redes sociales se mantuvieron expectantes al momento en que el artista interpretara Lose yourself, uno de sus temas más famosos y con el que se hizo merecedor de un premio Oscar en 2002, de la mano de la película 8 Mile, protagonizada por él mismo.
Sin embargo, su presentación dio que hablar más allá de la música. Reconocido por ser un personaje que tiende a tomar partido públicamente en diversas causas sociales, esta vez sorprendió con un homenaje a Colin Kaepernick, ex quarterback de los 49ers de San Francisco que, desde la tribuna del fútbol americano, inició todo un movimiento de protesta en contra de la violencia racial en Estados Unidos.
El deportista fue el precursor de un gesto que se replicó en diversos equipos y deportes del circuito estadounidense. En septiembre de 2016, y justo en el momento en que sonaba el himno nacional, el jugador se arrodilló negándose a cantar y “mostrar mi orgullo por una bandera y un país que oprime a la gente negra y de color. Esto es más grande que el fútbol americano y sería egoísta por mi parte mirar hacia otro lado. Hay cuerpos en las calles y gente cobrando y en libertad tras haber cometido un asesinato”.
El gesto, que despertó indignación en el entonces candidato a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, tuvo como consecuencia un veto contra el futbolista que, en esos tiempos, se alzaba como uno de los nombres más prometedores y destacados del fútbol americano. Unos años después, su acto sería nuevamente recordado ante la ola de protestas desatadas tras el asesinato de George Floyd, ciudadano afroamericano que fue brutalmente asesinado por la policía de Minneápolis, Minnesota, en mayo del 2020.
Según consigna el medio digital Puck, desde la NFL le habrían pedido a Eminem que no se arrodillara durante el Super Bowl. Aunque el organismo negó cualquier tipo de intento de censura contra el rapero, lo cierto es que la acción del músico, en homenaje a Kaepernick, fue uno de los momentos más celebrados de la cita musical-deportiva.
Cabe destacar que los otros raperos también denunciaron sentirse censurados por parte de la organización del Super Bowl. Aparentemente, Snoop Dogg habría sido impedido de utilizar un vestuario que, supuestamente, hacía referencia a pandillas; mientras que a Dr Dre le pidieron omitir un verso de la canción Still D.R.E, reconocida por hablar sobre el racismo en los departamentos de la policía estadounidense.
50 Cent y Anderson Paak, la sorpresa de la noche
Aunque corrían rumores sobre su posible aparición como el artista sorpresa de la noche, la aparición del histórico rapero 50 Cent generó la conmoción de los 70 mil asistentes del evento deportivo. El rapero apareció en el escenario colgado de sus pies para interpretar In da club, uno de sus hits más recordados. Esto, luego de la presentación de Dr. Dre y Snoop Dogg.
50 Cent es una de las figuras más reconocidas del hip hop anglosajón. Dos de sus discos, Get rich or die tryin’ (2003) y The massacre (2005) fueron éxito de ventas, alcanzando en ambos casos el multi-platino. Durante su presentación, el músico emuló parte del videoclip de su exitosa canción.
Así, el estadounidense se sumaba a la lista de raperos icónicos que cerraron una de las presentaciones del Super Bowl más esperadas de los últimos años. Cabe destacar que, si bien 50 Cent vio su época dorada durante los años 2000, su inclusión responde a otra de las exitosas colaboraciones de Dr. Dre durante su historia.
Otro músico que también sorprendió con su presencia fue Anderson. Paak, otro reconocido del mundo del hip hop que, en esta oportunidad, acompañó a Eminem en la batería. La participación de Paak, que ha trabajado con artistas como Bruno Mars, no pasó desapercibido para los fanáticos y espectadores, que destacaron su aparición junto a Eminem en la última edición del evento deportivo y musical más importante de Estados Unidos.