Demoliendo televisores con Led Zeppelin, drogas con Elvis, las groupies de Bon Jovi: las historias del guardaespaldas del rock

Michael 'Danny' Francis, un guardaespaldas que trabajó con estrellas de la talla de Paul McCartney a Led Zeppelin y Jon Bon Jovi, recordó en un libro autobiográfico algunos episodios de su particular trabajo y perfila a algunas de las estrellas con las que trabajó; desde la amabilidad del ex Beatle, hasta el caótico comportamiento de Paul Rodgers, sobre todo cuando bebía.


A primera vista, Michael “Danny” Francis, parece un tipo imponente. Nada raro, considerando que este sujeto oriundo del norte de Londres, debe lucir una estampa a tono con su trabajo; proteger nada menos que a estrellas de la música, los dioses seculares de la era del rock.

En su autobiografía Star Man: The Right Hand Man Of Rock ‘N’ Roll (2005), Francis detalla algunos episodios notables junto a sus peculiares protegidos, en una lista que desde Paul McCartney a Jon Bon Jovi. precisamente, fue el ex beatle el primero en ofrecerle trabajo como su guardaespaldas personal, en medio de su época de mayor exposición junto a Wings, la banda que encabezó en los setentas.

“Empecé a trabajar como guardaespaldas cuando Paul McCartney me ofreció trabajo -recuerda-. Mi padre era entrenador de boxeo, y su primer campeón mundial fue John Conteh, y Paul solía venir a verlo entrenar. John había estado en la portada de Band On The Run, y Paul era un buen partidario de John. Una noche me pidió que trabajara para él”.

(Crédito de la imagen: StarMan Inc)

La cercanía de Francis con McCartney fue tal, que este le permitía alojar en su propia casa. “McCartney era increíblemente famoso en ese momento, pero siempre fue un tipo fantástico. Me quedé en su casa, con Linda y los niños, y él era uno de los tipos más amables que jamás conocerás”, detalla.

Peter Grant: “Era un gatito de corazón, pero cuando se trataba de su banda era como un león”

A partir de su trabajo con McCartney le llegó la posibilidad de llegar a otros clientes igualmente famosos, pero célebres por sus juergas. “A través de él [McCartney] conocí al manager de Led Zeppelin, Peter Grant, y terminé trabajando para él durante unos ocho años”.

Fue entonces que Francis conoció los desmadres de una banda de rock a todo nivel. “Cuando conocí a Peter Grant y comencé a trabajar para Led Zeppelin, de repente fue como el Salvaje Oeste -recuerda-. Led Zeppelin fue la primera banda en tirar televisores por las ventanas. El exceso fue escandaloso. Recuerdo que recibíamos cinco de los grandes a la semana para gastos y nunca tenías que poner ningún recibo. Cuando se gastaba, simplemente regresaba y obtenía más dinero”.

Led Zeppelin File Photos

El guardaespadas detalla como los excesos impactaron a Grant, y a la banda. “Era un gatito de corazón, pero cuando se trataba de su banda era como un león. Eso funcionó muy bien hasta que sucumbió a las drogas duras, como todos los demás. Luego se convirtió en un caos total y cada día era una lucha por la supervivencia. El simple hecho de subir a la banda al escenario fue difícil”.

Dos días con Elvis

Los setentas fueron una época decisiva en la decadencia de varias figuras de otras épocas. Así pasó con Elvis Presley, quien se había vuelto una figura de culto y se dedicaba a cantar viejos clásicos, vestido de capa y trajes de lentejuelas, en los casinos de Las Vegas. Allí fue donde Francis lo pudo conocer.

“Acababa de empezar a trabajar para Peter Grant cuando conocí a Elvis Presley. Led Zeppelin estuvo en Las Vegas y pasamos dos días con Elvis. Era simplemente más grande que la vida. Todo lo que hizo durante los dos días que estuvimos allí fue dar regalos a la gente, como relojes, túnicas y joyas”, detalla.

1-Elvis-Presley

Por supuesto, en esos días estar junto al Rey, era estar involucrado en excesos. “Con Elvis, debe haber tenido 20 personas a su alrededor todo el tiempo; todo el mundo decía que sí. Y él estaba consumiendo cocaína entonces, así que podías ver venir el final. Todos pensamos que probablemente lo encontraríamos una y otra vez, pero nunca sucedería.

Además, en esa ocasión pudo conocer al Coronel Tom Parker, el célebre mánager de Elvis. “Fue el ladrón más grande que jamás haya caminado. Cuando murió, le debía a los casinos 20 millones de dólares. La mayoría de los tratos cinematográficos de Elvis se hicieron para pagar las deudas de juego del Coronel. El rumor es que mató a una dama en Holanda, y por eso siempre tuvo miedo de irse de Estados Unidos. Y eso no le hizo mucho bien a Elvis. Pero eso es rock’n’roll. Se trata de los personajes. Los gerentes siempre son mucho más interesantes que las estrellas de rock”.

Repartiendo billetes para evitar una pelea

Curtido en los excesos de las bandas rock, gracias a sus días junto a Led Zeppelin, Francis pudo trabajar junto a otras bandas del corral de Peter Grant. Una de estas fue Bad Company, uno de los supergrupos de la época que reunió a músicos de otras bandas como Free y Mott the Hoople, y que tenía en su cantante Paul Rodgers -el mismo que giró junto a Queen entre 2004 y 2008- a una de sus figuras. Pero no solo por su talento como cantante.

“Paul Rodgers fue una maldita pesadilla, y así fue como lo describió Peter Grant [risas]. Cumplí mi aprendizaje con Led Zeppelin, pero si no lo hubiera hecho, no habría durado un día con Paul Rodgers. Paul era un tipo fantástico siempre y cuando nunca bebiera”, cuenta.

En efecto, allí había problemas porque “cuando bebía era un puñado, porque podía patearle el culo a cualquiera. Pasamos por Estados Unidos con Bad Company y probablemente terminábamos en algún tipo de pelea todas las noches”.

El guardaespaldas recuerda la primera noche que salió junto a Bad Company. “La banda estaba ensayando en Dallas, Texas, y terminamos a las 10 pm y luego salimos a comer algo y terminamos en un club de moteros. En dos horas, Paul estaba borracho y forcejeaba con los motociclistas. Así que repartí unos cuantos billetes de 100 dólares entre la gente para que pudiéramos irnos sin que nos mataran. Eso fue solo la primera noche. Y empeoró”.

La lucha de Jon Bon Jovi y Axl Rose

Como si tuviera un sexto sentido para estar en el momento correcto, Francis comenzó a trabajar junto a Jon Bon Jovi en los días previos al lanzamiento de su tercer álbum, Slippery When Wet (1986), el que marcó el primer número uno de la banda, gracias a clásicos como Livin’ on a prayer o Never say goodbye.

A Francis le tocó acompañar al grupo en su gira promocional, en momentos en que su popularidad iba en franco ascenso. “Slippery When Wet se convirtió en la mejor gira de rock and roll de todos los tiempos. Las drogas, las mujeres, todo se hizo en proporción. Nunca nos perdimos un espectáculo, nunca perdimos a nadie en el camino y nadie sabía realmente lo que estábamos haciendo”, detalla.

JON-BON-JOVI

Y cómo no, había excesos. “Hubo más groupies en esa gira que en cualquier gira en la historia del rock’n’roll. Alrededor del 75 por ciento de la audiencia en cada espectáculo, y estábamos haciendo 25,000 por noche, eran chicas de entre 16 y 25 años y todas vinieron al espectáculo con una cosa en mente: querían follar con Jon”.

Pero no todo era sexo y drogas, también había momentos tensos. En particular con uno que pretemdía rivalizar con Bon Jovi. “Nos encontramos con Axl Rose en los años 80 cuando Bon Jovi estaba en su apogeo. Él y Jon nunca se llevaron bien. Siempre estaban luchando para ser el número uno. Solo pensé que Axl era un completo falso”.

Y sigue: “Crecí con la escuela inglesa de música, con cantantes como Robert Plant y Roger Daltrey, auténticas estrellas del rock. Este tipo era un farsante. Escribió algunas cosas geniales pero, joderme, esa nunca fue la forma correcta de actuar. Construyes tu reputación en las cosas que haces en el escenario, y me temo que se quedó corto, especialmente cuando lo comparas con Jon, quien era el mejor frontman del mundo en ese momento”.

Sigue leyendo en Culto

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.