Matthew McConaughey y su discurso en la Casa Blanca: las razones del vuelco político de un ganador del Oscar

El actor en la Casa Blanca. Foto:. AP Photo/Evan Vucci

Este martes el protagonista de True Detective brindó un extenso discurso en que abogó por cambios en la tenencia de armas en EE.UU., en respuesta al tiroteo en que murieron 19 estudiantes y dos profesoras en Uvalde, Texas, tierra natal del actor. Es la última acción en lo que el propio intérprete denomina un nuevo capítulo de su vida, una etapa en la que sus papeles en Hollywood no son prioridad y en la que incluso consideró postularse a gobernador. “Debemos recuperar nuestros valores compartidos”, ha señalado sobre su país.


“¿Pueden ambas partes superarlo? ¿Pueden ambas partes ver más allá del problema político en cuestión y admitir que tenemos un problema de preservación de la vida en nuestras manos?”, expresó un conmocionado Matthew McConaughey este martes en la Casa Blanca.

Desde Washington, el actor de True detective convocó a demócratas y republicanos a acercar posiciones en el debate por el uso y tenencia de armas por parte de civiles que crece en intensidad en el país.

A lo largo de 22 minutos de exposición, el intérprete esgrimió razones para endurecer el control –sin trasgredir la Segunda Enmienda, que consagra su derecho desde 1791–, apoyando las recientes propuestas del presidente Joe Biden, y contó algunas de las historias de las víctimas de la masacre en la Escuela Primaria Robb, el pasado 24 de mayo en Uvalde, Texas, donde 19 estudiantes y dos profesoras murieron producto del ataque de un joven de 18 años.

Junto a su esposa, Camila Alves McConaughey. Foto: REUTERS/Jonathan Ernst

En compañía de su esposa, la modelo y diseñadora brasileña Camila Alves, McConaughey estuvo en la localidad compartiendo “historias, lágrimas y recuerdos” junto a las familias de los menores fallecidos durante la última semana. Con ellos los une más que la empatía: el actor es oriundo de Uvalde y continúa viviendo en Texas, aunque ahora en su capital, Austin.

“¿Saben qué querían cada uno de estos padres, qué nos pedían? Quieren que los sueños de sus hijos sigan vivos (…) Quieren que la pérdida de vidas importe”, señaló, agregando que “mientras honramos y reconocemos a las víctimas, debemos reconocer que esta vez parece que algo es diferente. Existe la sensación de que tal vez haya un camino viable a seguir”.

En uno de los momentos más devastadores de su discurso, el intérprete tomó unas zapatillas marca Converse de color verde. Detalló que una de las víctimas usaba unas iguales y que el hallazgo de estas fue crucial. “La mayoría de los cuerpos estaban tan mutilados que solo con una prueba de ADN o unas Converse verde podían identificarlos”, apuntó.

La aparición de McConaughey no dejó indiferente ni al mundo político ni a Hollywood. “Muy bien dicho”, comentó la actriz Reese Witherspoon en sus redes. “En casi todos los países del mundo existen historias violentas y videojuegos. Pero solo en EE.UU. es más difícil vender una dona que un arma”, replicó el director James Gunn.

Otro capítulo en su vida

Cuando se aburrió de ser el chico de algunas de las comedias románticas más populares de los 2000 (Cómo perder a un hombre en 10 días, Los fantasmas de mi ex), Matthew McConaughey se tomó una pausa y dejó de aceptar ese tipo de roles que lo habían convertido en un clásico moderno del género. Durante su receso incluso dudó respecto a si volver o no a Hollywood, la industria en la que en 1996 alcanzó estatura de celebridad gracias a Tiempo para matar, de Joel Schumacher.

True detective. Foto: HBO

Pero esa siguiente etapa llegó y fue bautizada como The McConaissance. En ese nuevo periodo anotó papeles de filo más dramático que lo llevaron a explorar otro rango actoral, además de alcanzar una serie de premios (la serie True detective le dio el Emmy, con Dallas buyers club ganó el Oscar) y un prestigio insospechado.

Casado, con tres hijos pequeños y superando la barrera de los 50 (hoy tiene 52), el intérprete decidió que venía otra fase de su vida personal y profesional. En 2020 publicó su libro de memorias, Greenlights, y fuera de títulos puntuales (Los caballeros, de Guy Ritchie, en 2019, y la animada Sing 2: ¡Ven y canta de nuevo! en 2021), no tiene prisas en copar su agenda de proyectos cinematográficos.

En mi próximo capítulo entraré en algún tipo de posición de liderazgo, pero aún no sé qué será. ¿Política? ¿Otro libro? ¿Un ministerio? El quid de esto es ayudar a los demás. Estamos saliendo de una época de limbo y evolucionando como personas y como nación. Tenemos que unirnos y tener algún tipo de unidad; creo que todos pueden estar de acuerdo en que podemos usar eso”, explicó hace un año a la organización AARP.

En un momento ese norte fue intentar convertirse en gobernador de Texas, el estado en el que nació en 1969 y donde todavía reside. A comienzos de 2021 empezaron a circular rumores que apuntaban a que el intérprete estaba organizando reuniones con personalidades influyentes para levantar su candidatura.

Así lo confirmó posteriormente, afirmando que “la política necesita redefinirse, pero lo estoy midiendo”, y que si llegaba a ratificar esa opción le interesaba de todos modos continuar su trayectoria artística. En todo momento se extendió la duda respecto a si sería apoyado por el Partido Republicano, por el Partido Demócrata o si optaría presentarse como independiente.

Dos meses más tarde finalmente anunció que no concretaría dichos planes, pese que existían sondeos que lo ponían a la cabeza de las preferencias, con un 43% de intención de voto, por sobre el republicano Gregg Abbott, quien iba en busca de su tercer periodo.

Foto: AP Photo/Susan Walsh

En un tono conciliador, explicó que “tenemos problemas que necesitamos arreglar, la política necesita nuevos objetivos. Necesitamos curar nuestras divisiones, tener más confianza en nuestras vidas. Debemos recuperar nuestros valores compartidos, esos que construyen puentes en lugar de quemarlos”.

Antes y después de esa fallida aventura, el intérprete parece confirmar una y otra vez que está inmerso en otro instante de su carrera. A comienzos del año pasado montó junto a su esposa la iniciativa We’re Texas, en la que buscó recaudar fondos para apalear los daños que dejó una devastadora tormenta en su estado de origen. En un show virtual en el que ejerció como anfitrión convocó a músicos como Post Malone, Kacey Musgraves y Miranda Lambert y sumó cerca de US$ 8 millones para esos fines benéficos.

Aún está por verse si la estrella continuará profundizando en su veta activista o si elegirá un camino político tradicional. Y, por cierto, en qué medida esa búsqueda calzará con encarnar a nuevos personajes en la pantalla.

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