El libro que recoge las notables historias de un farero al fin del mundo

La periodista Patricia Stambuk recoge en su libro El farero del fin del mundo el testimonio de un viejo operador de un faro en el Estrecho de Magallanes. Desde la relación con los pueblos originarios, el golpe de 1973 y el conflicto del Beagle, en 1978, son parte de las vivencias que se recorren en estas páginas.


Primero fue un rumor, algo que podría ser bueno. Luego, una confirmación. A la periodista magallánica Patricia Stambuk le llegó una historia que no dudó en transformar en libro. Era un viejo exsuboficial de la Armada, José Rodríguez, quien estaba ansioso de contar sus vivencias a cargo de en un faro en el Estrecho de Magallanes. Algo así como un viejo lobo de mar que canta sus historias pasadas.

“Se aproximaba la fecha de conmemoración de los 500 años de la travesía de Hernando de Magallanes por nuestro canal bioceánico austral y me hablaron de José Rodríguez por su relación con el estrecho, como farero; pero entramos en cuarentena y se me presentaron muchas actividades relacionadas con la conmemoración, así que tuve que postergar el proyecto. Años después su yerno norteamericano me insistió en que lo conociera y bastó una primera conversación con don José, por zoom, para aquilatar su experiencia, su memoria y sus habilidades narrativas. Además, tan orgulloso de su profesión de farero”, recuerda Stambuk a Culto.

La periodista Patricia Stambuk.

Y esas vivencias de José Rodríguez se transformaron en un libro. Se llama El farero del fin del mundo y lo publica Catalonia. De todo lo que le contó, Stambuk recuerda las principales cosas que la impactaron. “Por mi especial interés en los pueblos originarios, me parecieron de novela las visitas al faro de los indígenas kawésqar y de los navegantes chilotes. Personajes de otro mundo en pleno siglo XX. Y el relato inédito de una doble matanza entre fareros y canoeros, con ese guardafaros que sobrevive, enloquece, se encierra y hace señales luminosas de auxilio a los barcos que entran al Estrecho”.

“También me gustó mucho imaginar el ambiente acogedor de esos faros solitarios en los años 60, cuando apenas tenían una radio. Y la rapidez con que José Rodríguez se enamoró de Magallanes, yendo después de un faro al otro, mientras otros veían el paso por la región como un destierro”.

- Rodríguez relata cómo vivió el golpe desde el faro donde se encontraba y cómo no delató a un compañero Testigo de Jehová a quien debía denunciar ¿Influyeron los 50 años del golpe en dar a conocer este testimonio?

No, en absoluto, porque supe de José el 2016, mientras presentaba uno de mis libros sobre Rapa Nui en  Valparaíso. Yo soy magallánica y me fascinan el Estrecho de Magallanes y los faros, por lo tanto ya era un buen tema saber cómo se enfrenta la soledad elegida en forma voluntaria en comparación con el encierro obligado de la pandemia. Los aspectos políticos que aparecieron en el relato fueron hallazgos interesantes. Y creo que tiene especial valor para la memoria chilena conocer puntos de vista críticos desde adentro de la Armada, con fuentes primarias, pero la intención no fue desacreditarla. Es una institución chilena muy valiosa y  de importancia crucial en Magallanes. Además, por ella tenemos faros. He participado en rescates con la Armada, he bajado por red de desembarco, he navegado en sus buques por toda la región y espero que después de este libro, que no es más que historia verídica del pasado reciente ¡me reciban a bordo!

- Sobre el golpe en regiones no se conoce tanto, ¿considera que ese es uno de los principales aportes del libro?

Es un testimonio de la experiencia personal de un hombre aislado en un rincón del mundo, que enfrenta en cada salida de un faro al otro el cambio radical en la convivencia interna de su institución. Ya no era la que había conocido hasta entonces. Existía un control político que propiciaba las delaciones, y como José provenía de una familia de izquierda, su  rechazo a esos cambios era inevitable.

- También se narra la tensión de 1978 con Argentina. ¿Cómo es enfrentarse a ese testimonio vivo más allá de un libro de Historia?

Es lo que he querido hacer en todos mis libros, aportar a la memoria chilena las voces que relatan desde adentro, desde sus experiencias, episodios significativos que han ocurrido en el país.  Yo estuve reporteando en Punta Arenas y en el canal Beagle esa amenaza real de una guerra y de ocupación de territorio chileno, que fue detenida por una tormenta y una mediación, y valoré mucho la dimensión distinta que me dio José como suboficial de la Armada a cargo de un faro del Estrecho de Magallanes. Sin armas, esperando el llamado para abrir un sobre con instrucciones si el faro era ocupado.

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