“Tal vez La Pérgola de las Flores no sea la mejor obra“: Isidora Aguirre y su creación más popular

"Tal vez La Pérgola de las Flores no sea la mejor obra“: Isidora Aguirre y su creación más popular

Hace 64 años se estrenaba una de las obras más icónicas del teatro chileno. Sin embargo, su autora consideraba que el brillo de la historia de Carmela opacaba el resto de sus trabajos, como Retablo de Yumbel, cuyo contenido social y político era aún más potente.


Desde pequeña, Isidora Aguirre estuvo rodeada por las letras. La autora María Luisa Bombal y el poeta Pablo Neruda frecuentaban la casa de sus padres: el ingeniero Fernando Aguirre Errázuriz y la pintora María Tupper Hunneus. Además, su tía fue Ester Hunneus – más conocida como Marcela Paz—, la afamada creadora de Papelucho, y es descendiente de Isidora Zegers, intérprete y compositora clave para la música chilena del siglo XIX. El arte corría por sus venas.

Nació en 1919 en una familia acomodada, en Santiago. Según contó la misma dramaturga en el documental biográfico Isidora (2012), vivió una infancia feliz, rodeada de su familia gracias a patios colindantes entre las casas de sus abuelos y tíos.

Antes de dedicarse al teatro, trabajó como escritora e ilustradora de libros infantiles y cursó estudios de trabajo social y de dirección cinematográfica. Sus incursiones en la dramaturgia datan de 1952, cuando se encontró en un trolebús con Hugo Miller, actor y director de teatro, quien después se volvió su profesor. Carolina fue su primera obra, una comedia a la que le siguió La Dama del Canasto.

Pronto, gracias a su profundo interés por las problemáticas sociales en Chile, vuelca la mirada hacia otros temas. Así, Isidora Aguirre llegó a lo hoy se conoce como teatro social.

Isidora Aguirre en 1935, en revista Caras. Memoria Chilena.

El brillo de La Pérgola

A pesar de que Isidora Aguirre escribió más de treinta obras de teatro, la más conocida es La pérgola de las flores, cuyo estreno tuvo lugar el 9 de abril de 1960 en la sala Camilo Enríquez, montada por el Teatro de Ensayo de la Universidad Católica. Si bien la historia de Carmela fue un éxito total en Chile y el mundo, esta nunca fue la favorita de su autora.

“La única obra que más se conoce en este país, que no es muy aficionado al teatro, es La pérgola, que fue justo la cosa que ella no quiso hacer. Eugenio Dittborn la convenció”, cuenta en el documental la difunta actriz chilena Violeta Vidaurre, quien integró el elenco del musical en sus primeras representaciones, en 1960.

Es más, el impulso para que escritora diera vida a La pérgola de las flores fue una mezcla entre incentivos económicos, y la motivación artística por parte de renombrados personajes del mundo teatral, como Eugenio Dittborn, primer director de montaje de la obra, y Eugenio Guzmán, primer director del musical.

Isidora Aguirre en revista Caras. Memoria Chilena.

“Cuando la escribí nunca pensé que iba a tener todo ese vuelo. Mucho del mito se debe a que lo hizo un elenco estupendo. Me lo mandó a pedir Eugenio Dittborn con (Francisco) Pancho Flores. Estaba recién casada con mi marido inglés, mi segundo matrimonio y tenía las otras hijas que mantener y necesitaba plata. Más que nada yo acepté, porque me dijeron que la iba a dirigir Eugenio Guzmán”, contó en el mismo registro audiovisual Isidora Aguirre.

Gracias a sus estudios como trabajadora social, la escritora construía personajes populares realistas y representativos de la clase trabajadora chilena, explica en el documental Andrea Jeftanovic, autora del libro Conversaciones con Isidora Aguirre (2009). Su trabajo en obras como Población Esperanza – coescrita con Manuel Rojas —, Los que van quedando en el camino o Retablo de Yumbel se basan en profundos trabajos de investigación en terreno. Sin embargo, la luz de La Pérgola de las Flores opacaba el mensaje de sus otros textos.

“Yo digo que escribí Las Pascualas y la gente no reacciona. ‘Yo escribí La Pérgola’. ‘Ay, qué honor conocerla’, dicen. Es la más popular, pero no es la mejor obra. Yo tengo 30 obras estrenadas y tal vez La Pérgola no sea la mejor. Las Pascualas y Retablo de Yumbel son obras que tienen un contenido, pero desgraciadamente La Pérgola, como que borra todo el resto”, reflexionaba Isidora Aguirre en el documental del 2012, publicado tras su muerte cuando la dramaturga tenía 91 años de edad.

El éxito de La pérgola de las flores fue avasallador. Las filas de los teatros se extendían cuadras, los diarios no hablaban de otra cosa y las canciones como Yo vengo de San Rosendo o Campo lindo se transformaron en himnos populares. El musical alcanzó reconocimiento internacional, gracias a presentaciones en el extranjero, tanto en América Latina como en Europa.

En 1962, Canal 13 empezó a transmitir la obra todos los domingos, sumando otro hito para el teatro y la televisión nacional.

Fuente: El teatro de ensayo de Chile. Santiago, 1962.

La pérgola y la dictadura

La pérgola de las flores es una obra muy política y hablaba mucho de la rebelión. De partida, los trabajadores organizados por defender su fuente de trabajo y, por último, la solidaridad de los estudiantes. Yo vi esta obra durante la dictadura. Era muy insólito que los estudiantes universitarios estuvieran unidos y organizados aliándose con los trabajadores”, reflexiona el director y dramaturgo Guillermo Calderón en Isidora (2012).

A pesar de la dictadura militar chilena, la obra siguió presentándose sin importar su contenido político. “Como le decía Hugo Miller, la única obra donde la gente de derecha se reía de los chistes que atentaban contra su propia ideología y no se daban cuenta, en esa cosa liviana y picaresca”, puntualiza la autora Andrea Jeftanovic. “La pérgola de las flores fue para ella (Aguirre) como un salvoconducto durante la dictadura, porque los militares, en esta trampa que tiene La pérgola de las flores, pensaban que era la obra del gobierno, esta obra que regalaban cuando iban fuera”.

Carmen Barros, como la inolvidable Carmela de San Rosendo en La Pérgola de Las Flores Archivo Histórico / Cedoc Copesa

“Ante los ojos de la Junta Militar y sus cercanos La pérgola’ era una imagen del país, un producto de exportación profundamente chileno y su autora una cultora inofensiva del teatro nacional”, dice la biografía del Archivo Digital Isidora Aguirre.

El importante trabajo de la dramaturga en el teatro y la literatura chilena la posicionan como uno de los nombres más destacados de la escena nacional. Sin embargo, a pesar de ser considerada en numerosas ocasiones como candidata al Premio Nacional de Literatura, nunca fue reconocida con el galardón.

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