Luego de una semana marcada por protestas, cartas de rechazo de vecinos y cambios a último minuto de parte de las iniciativas, este miércoles el Concejo Municipal de la comuna de Santiago aprobó el cambio de nombre de nueve calles, un puente y dos plazoletas propuesto por la alcaldesa Irací Hassler (PC), en el marco de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado.

Un proyecto que fue aprobado por el Concejo Comunal de la Sociedad Civil (COSOC) de la Municipalidad de Santiago y fue ratificado este miércoles por el Concejo Municipal, que aprobó la medida planteada por la jefa comunal por nueve votos a favor -incluyendo el voto de la alcaldesa- y dos en contra.

El hecho histórico que acabamos de aprobar no hubiese sido posible sin la indispensable voluntad y férrea iniciativa de quienes hoy integran el Concejo Municipal. Reconozco en las concejalas que votaron a favor este importante impulso por la memoria, los derechos humanos y la democracia”, comentó luego de los resultados la alcaldesa de Santiago. Aunque la instancia que se extendió por alrededor tres horas no estuvo exenta de críticas.

De hecho, solo horas antes de la votación, vecinos de la calle Namur -que originalmente figuraba en la lista de calles a cambiar, pero que finalmente mantendrá su nombre- se movilizaron y protestaron en contra de rebautizar un tramo de calle como Ida Amelia Vera Almarza, quien fuera arquitecta y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y detenida el 19 de noviembre de 1974, permaneciendo desaparecida desde entonces.

A esta se sumó una carta enviada por siete vecinos del Pasaje Bulnes al concejo municipal, el lunes 7 de agosto, en la que expresaron un “total y absoluto” desacuerdo con el cambio, “pues es arbitrario y nos otorga un sinfín de desventajas. El cambio de dirección con (sic) afectaría en términos legales, pues hay que hacer un cambio total de nuestros papeles, llámese papeles y ante el Servicio de Impuestos Internos. Además, se suma a los más de 30 proveedores que se deberá informar el cambio de manera manual (...), sumado así a la publicidad que deberá ser cambiada en su totalidad”.

Finalmente, el conflicto se zanjó y el Colegio de Arquitectos retrocedió en su decisión apostando en cambio por modificar el nombre de la plazoleta ubicada en calle Merced con Monjitas por el de la militante del MIR, “como un recordatorio de su vida y de las trágicas circunstancias de su detención y posterior desaparición”.

Refiriéndose al proyecto, la alcaldesa Hassler aclaró que el rebautizo de las calles “no tendrá costos económicos asociados para los vecinos de la comuna”. Asimismo, manifestó que “este momento reviste un carácter histórico de discusión y por eso ha causado mucho interés en nuestro país y comuna”. Y agregó que el Comité de Conmemoración de los 50 años “ha hecho un gran trabajo y que busca que este año sea un momento de memoria y de recuerdo para generar garantías de no repetición a la violación de los derechos humanos, las personas que han sido mencionadas (nombres de calles) representan anhelos de cambio y nos recuerdan que nunca más en Chile ningún sector político puede pretender usar la fuerza para atentar contra la democracia”.

El cara a cara de los concejales

En medio de la discusión que estuvo marcada por discursos, emoción y hasta lágrimas, los diferentes miembros del concejo expresaron sus posturas ante la propuesta. La concejala independiente, Rosario Carvajal, emocionada, expresó que la medida permitirá “recordarlos en calles, puentes y plazoletas es un acto de reparación, en un país donde la verdad y la justicia fue esquiva, donde se impusieron los pactos de silencio”.

“Estos actos promueven la no repetición, un ejercicio de memoria necesario para reflexionar y renovar nuestro compromiso por la democracia y el respeto a la diferencia, que el reconocimiento de estos espacios en la comuna de Santiago sean siempre espacios de encuentro, donde la vida se impone a la muerte”, señaló.

Por su parte, la concejala Paola Melo (PS), presidenta del Comité Interdisciplinario, señaló que “hoy asistimos a reconocer la historia y aportar en su memoria”.

En un tono más duro, Juan Mena (Independiente), criticó la iniciativa, señalando que “no se ha transparentado el costo real del proyecto, tampoco si estas iniciativas fueron implementadas en el Presupuesto 2023 a través de la dirección de tránsito”. Al cerrar su intervención, el edil fue tajante en afirmar que buscaría revertir la medida y “retomar los nombres que al día de hoy tienen estas calles”.

Mientras que Santiago Mekis (RN) se mostró contrario a la medida criticando la falta de opinión de los vecinos. “Es importante una consulta ciudadana en cada zona donde se cambiaron los nombres de las calles, porque mañana la política puede cambiar para el otro lado y pueden ser ocho concejales de derecha y cambiar de nuevo de nombre las calles, entonces yo creo que es importante consultarles a los vecinos, a las organizaciones y ver qué es lo que dicen”. Acto seguido, Mekis votó en contra del renombre, debido a “falta de información”.