Fanática de los videojuegos y el karaoke: la sorprendente historia de la china Zheng Qinwen, finalista del Abierto de Australia

Zheng celebra su paso a la final del Abierto de Australia. Foto: Eloísa López/Reuters.

La deportista china llega por primera vez a la instancia decisiva de un Grand Slam con tan solo 21 años y tras probar muchos otros deportes. "Me enamoré del tenis por la competencia", asegura.



Diez años después de que su compatriota Li Na ganara el Abierto de Australia, Zheng Qinwen mete a China por segunda vez en la final de este Grand Slam. Y lo hace con estilo.

Con tan solo 21 años, la oriunda de Shiyan consagra su ascendente carrera con este logro y no se arrepiente de optar por el tenis con apenas 8 años. “Cuando era niña me enfermaba a menudo. Así que mis padres me dijeron que practicara deportes y eligiera uno. Fue ahí cuando probé, tenis de mesa, bádminton, intenté baloncesto y tenis”, revela la deportista.

Y se enamoró de esta última actividad por la contienda que se presenta en cada juego. “Me gustó mucho la competición, especialmente la sensación de vencer al oponente. Por supuesto, cuando pierdes te sientes tan triste, te sientes tan deprimida, sientes que el mundo está roto para ti. Pero la competición es lo que amo más sobre tenis”, detalla.

Por lo mismo, no es extraño que su carrera se encuentre en constante ascenso. Solo el año 2022 saltó del puesto 143 al 25 y la próxima semana aparecerá dentro de las top ten del ranking mundial, ostentando dos títulos: Palermo y Zhengzhou.

Logros que vienen de la mano de su constante trabajo con el entrenador español, Pere Riba. El mismo que reside en Barcelona, hasta dónde viajó Zheng para perfeccionar su juego a dos manos y su potente derecha. Y también para afinar sus cuerdas vocales en el karaoke.

Fanática de la música pop, la oriental canta en español, inglés y chino y cuando viaja a visitar a su familia (su progenitor es profesor de matemáticas y su madre trabaja en casa), pasa horas entreteniéndose con videojuegos o sale con sus amigos de infancia.

La nacida el 8 de octubre de 2002 es de carácter amable y su ídolo deportivo es Roger Federer. Pero es con Rafael Nadal que tiene una simpática anécdota. “Vi un entrenamiento suyo y ¡wow!, es increíble. Pero no tengo el coraje de pedir una foto. No quiero molestarlo. Realmente quiero la firma y la foto, pero tal vez cuando mejore (como deportista)”, narraba el año pasado en el mismo torneo que hoy la puede meter de lleno en la historia.

Claro que la tarea no será fácil, pues deberá enfrentar a la campeona defensora y cabeza de serie, Aryna Sabalenka (2°). La cual ya la derrotó en los cuartos de final del US Open 2023 por 6-1 y 6-4 y no desea por nada del mundo entregar su título este sábado, en horario por definir.

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