La fiesta tendrá que esperar: la Salernitana frena el Scudetto del Napoli a última hora

Boulaye Dia celebra el empate ante la mirada de Khvicha Kvaratskhelia. Foto: REUTERS/Ciro De Luca

El elenco del sur de Italia fue campeón por casi 20 minutos, pero un agónico gol de Boulaye Dia amargó la celebración y extendió la espera de un título que no obtienen hace 33 años.



¿Qué es una semana más luego de 33 años de espera? Esa es la pregunta que resuena en el Napolés luego de que el conjunto de la ciudad igualara con la Salernitana, que no contó con Diego Valencia entre los citados, en el duelo disputado en el Stadio Diego Armando Maradona. La fiesta no se cancela, pero se pospone.

Se esperaba que fuera un día para la historia, sobre todo en el sur de Italia y en la región de Campania. A primera hora, el triunfo del Inter de Milán sobre Lazio desató la locura en el recinto nombrado en honor al Pelusa. El conjunto romano no hizo su trabajo y dejó la puerta abierta a la celebración. Los pupilos de Luciano Spalletti aún debían sumar de a tres y la confianza era plena. Y es que se dieron las condiciones para que la parcialidad napolitana celebrara un título, en su casa, luego de 33 años sin conocer la gloria. Sin embargo, la eterna demora se extenderá, al menos, por una semana más.

Los hinchas napolitanos llegaron eufóricos al Stadio Diego Armando Maradona. Foto: REUTERS/Massimo Pinca

Un enérgico elenco Partenopeo arrancó con todo. Con entusiasmo, salieron a buscar el resultado. Por momentos, el buen fútbol que desarrollaron durante la temporada se perdió producto de los nervios, no obstante, la mayoría del tiempo primó el juego asociativo y punzante que los llevó al éxito.

Empujaron a la Salernitana sobre su arco, pero no lograban hacer daño. Guillermo Ochoa sacaba chapa de figura, mientras la tan ansiada anotación no llegaba. Así finalizó la primera mitad. Con el pasar de los minutos, la ansiedad comenzó a apoderarse del recinto ubicado en el barrio de Fuorigrotta. Esa misma se transmitió a las calles de la ciudad de Nápoles, que estaba totalmente repleta esperando la tan anhelada celebración.

A falta de media hora, concretamente en el minuto 62, llegó la alegría. Se desató la algarabía con una anotación que se escuchó en todo el sur de Italia. Matías Oliveira provocó el tan ansiado grito de gol. El uruguayo se impuso en un tiro de esquina y con un certero cabezazo batió al Memo. El charrúa, acostumbrado a vestir de celeste, dejó atrás su rol secundario y se convirtió en el protagonista de una extensa historia que parecía finalizar más de tres décadas después.

El gol de Oliveira desató la algarabía en la parcialidad napolitana. (Alessandro Garofalo/LaPresse via AP)

Fueron campeones por casi 20 minutos, pero los gritos eufóricos se calmaron a seis minutos del tiempo reglamentario. Boulaye Dia marcó un golazo que silenció el estadio y amargó los festejos. El senegalés anotó el empate que extiende la espera. En los siguientes minutos, que contaron con cinco de añadido, buscaron el triunfo. Se abalanzaron sobre la portería del mexicano, pero no lograron un histórico gol.

El Napoli quedó a las puertas de obtener su tercer Scudetto. ¿Los únicos dos? Comandados por Maradona. El argentino fue el estandarte de los dos campeonatos que tienen los Gli Azurri en la máxima división del balompié italiano. Las temporadas 86-87 y 89-90 fueron testigos de la épica realizada por el Pelusa, que quedó inmortalizado como un héroe en la ciudad. Ahora, de igual forma, los pupilos de Spalletti buscarán quedar plasmados en la eternidad en la próxima fecha. El próximo jueves 4 de mayo visitarán al Udinese con el exclusivo propósito de terminar su historia.

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