Parte el 26 de marzo: las respuestas de la ANFP a la incertidumbre por el tardío inicio y el corto calendario del fútbol femenino

Yusmery Ascanio, una de las figuras de Colo Colo y el torneo femenino.

En Quilín contestan cada una de las inquietudes que ha manifestado la ANJUFF, la organización que agrupa a las jugadoras, respecto del desarrollo de la temporada. Tienen listo el diseño que les propondrán a los clubes, en el contexto de una temporada con fechas limitadas.



La temporada del fútbol femenino aún no comienza. Hoy, de hecho, se definió el calendario. La ANJUFF, la organización que agrupa a las futbolistas, ha manifestado aprensiones. La principal tenía que ver con la extensión del torneo. Hay, de hecho, una consideración inicial: que la calendarización estaría relacionada con la entrada en vigencia de la ley que obliga a la profesionalización de la actividad y que, en su primera etapa, obliga a que los clubes suscriban contratos de trabajo con el 50 por ciento de las jugadoras. Al cabo de tres años, ese porcentaje crecerá hasta la totalidad.

Desde la ANFP precisan la visión. Apuntan a la mencionada ley, pero con una interpretación distinta. “El inicio el campeonato se retrasó porque los clubes están en su mayoría llanos a cumplir la ley, pero hay que entender lo que la ley dice, las exigencias, desde cuando y su alcance. Nos sentamos a trabajar en una mesa con la DT a solicitud de la ANJUFF para intentar interpretaciones comunes. Fue un trabajo largo. Hubo que contextualizar todo, porque había desconocimiento de la industria del fútbol. Luego de eso empezaron a salir un montón de diferencias en la interpretación de una ley tremendamente deficiente. Es una ley laboral. Profesionaliza a las jugadoras, no a la liga. Son cosas distintas, pero no indiferentes”, explican en la entidad que rige al fútbol chileno.

Lecturas distintas

Hay varios puntos que marcan las diferencias entre uno y otro enfoque. El primero dice relación con el momento en que empiezan a operar las exigencias. Mientras la ANFP y los clubes establecen ese hito en octubre, cuando comienza a operar la ley, las jugadoras lo sitúan en el inicio de la temporada. Por otro lado, está la forma en que se calculará el porcentaje de jugadoras profesionales. En ese escenario, cobra relevancia la definición respecto de si las futbolistas Sub 19 serán incluidas en el cálculo. Y hay, según dicen en Quilín, un tercer punto relevante: la forma en que se definirá la relación con la mitad del plantel que no tendrá contrato profesional. En ese acápite, se pretende evitar que, frente a la falta de especificidad en la relación por las características de la actividad, la Dirección del Trabajo termine determinando que existe una relación laboral. “En la práctica, no se puede trabajar diferenciadamente con las jugadoras que tienen contrato y con las que no. El fútbol supone la organización de una actividad colectiva”, precisan en Quilín.

Todos esos aspectos llevan meses de debate, sin que aún se produzca una definición que deje satisfechas a ambas partes. La última reunión se produjo a fines de diciembre. En Quilín aguardaban que en enero hubiera un dictamen que aclarara cualquier posible controversia. Dicen que solo recibieron una notificación que permitía el inicio del torneo, pero sin dar certeza respecto de eventuales materias que quedaran en el aire y que, en rigor, pudieran ser consideradas como incumplimientos. “Eso vulnera la buena fe de la mesa. Nos instaron a llegar a acuerdos con la ANJUFF que superaran los mínimos legales, que tampoco estaban claros”, estiman en la sede del fútbol chileno.

En el intertanto, hubo reuniones con la ANJUFF, en las que participó Pablo Milad. En esa instancia surgieron trabas. Las futbolistas presentaron nuevas peticiones y manifestaron su rechazo a la idea de que el torneo se extendiera por seis meses y medio. En Quilín apuntan que esas “peticiones escalonadas” han impedido llegar con una propuesta concreta al Consejo de Presidentes, que debe aprobar el formato de la temporada.

El clásico universitario en la última temporada.

Hay fechas y formato

En la sede del fútbol chileno intentan ofrecer certezas. Por lo pronto, hay una que responde al mandato que realizó específicamente Milad: que el torneo comience en marzo. Hay eso sí, un leve margen de tolerancia. “Propondremos iniciar el último fin de semana de marzo o el primero de abril. Hay que revisar el registro de jugadoras, fichas médicas, el fixture, que depende de un calendario de ocupación de los estadios, de los pasajes aéreos que provee la ANFP. Hay un montón de procesos administrativos”, explicaban a primera hora. Por la tarde, la fecha quedó definida: el torneo comenzará el 26 de marzo.

De paso, descartaban que la entrada en vigencia de la ley que regula la actividad fuera el motivo para la postergación. “La obligación contractual te va a agarrar igual”, sostienen. La explicación se centra en un calendario que ofrece poco respiro. “Hay una razón de calendario internacional, que es más complejo. Se juega la Libertadores en tres semanas y media en formato de Sudamericano. Hay dos clubes a los que hay que recuperarles cuatro fechas. Lo más sano es parar. El calendario deportivo de este año hace imposible jugar hasta fin de año. Hay un feriado irrenunciable en septiembre, por las fiestas patrias; el fin de semana siguiente es fecha FIFA femenina. Después, entre el 3 de octubre y el 22 hay Copa Libertadores y luego una fecha FIFA que se entronca con los Panamericanos. El 22 parte el fútbol en los Panamericanos. Quita la logística y los buses. Y el Mindep solicitó no jugar hasta el 5 de noviembre. Después se puede jugar y luego, una nueva fecha FIFA y luego hay otro plebiscito”, detallan.

Ahí radicaba una interpretación que toca, necesariamente, lo económico. “No es viable que los clubes paguen tres meses de remuneraciones para jugar tres fechas”, sostienen en el ente rector del fútbol chileno.

En la reunión también quedó definido el formato que tendrá la competencia. Será un torneo de dos ruedas, todos contra todos, que culminará en la última semana de septiembre o la primera de octubre. Los cuatro primeros, accederán a un playoff, que determinará a las dos escuadras finalistas, que se medirán en un partido único, para consagrar al campeón. Esa instancia se desarrollará en noviembre. Perderán la categoría las últimas tres escuadras de la tabla de la fase regular.

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