Pifias del público de la U y dos asistencias: Mauricio Isla es figura en su primer clásico en Chile

Mauricio Isla disputó su primer clásico en el fútbol chileno. FOTO: SEBASTIAN ORIA/AGENCIAUNO

El lateral disputó uno de los partidos más relevantes en su vuelta al país y fue uno de los puntos más altos en la victoria de Universidad Católica sobre Universidad de Chile, entregando dos habilitaciones.



En el contexto de la reapertura del Estadio Nacional se presenció un nuevo Clásico Universitario. Universidad Católica se impuso a Universidad de Chile por 3-0 en un encuentro marcado por la presencia de Mauricio Isla y su gran desempeño por la banda derecha de los cruzados.

El bicampeón de América vivió su primer clásico en el fútbol chileno y uno de los partidos más importantes en su retorno, tanto por la relevancia futbolística como sentimental, pues el Huaso, después de un controvertido fichaje, jugó a favor de su club formador en contra del club que es un reconocido hincha.

Su llegada al cuadro precordillerano se llevó todos los reflectores del mercado de fichajes de invierno. Durante los años de su estadía en Europa, el oriundo de Buin dejó en claro su deseo de jugar con los azules con reiterados mensajes. La cercanía con el equipo llegó a tal punto que, cuando el lateral retornaba al país, entrenaba en el Centro Deportivo Azul con el primer equipo. No obstante, los coqueteos, las muestras de cariño mutuas y las promesas quedaron en nada, ya que a mitad de año recaló en San Carlos de Apoquindo.

La experiencia a flote

El clásico aún no empezaba y los más de 23 mil hinchas azules hacían sentir su malestar con el defensor. Al aparecer por el túnel, un fanático laico le gritó “traidor”, dejándole claro que en cancha el descontento se sentiría con más vigor.

Mauricio Isla fue pifiado e insultado en su salida al terreno de juego. FOTO: SEBASTIAN ORIA/AGENCIAUNO

Dos toques de primera no permitieron la reacción de la parcialidad local, sin embargo, las pifias, que serían una constante, llegaron en su primer contacto con ventaja y se verían aumentadas con un error en una salida rápida de la UC. Un par de minutos después, concretamente al 8′, llegó la apertura de la cuenta con una jugada orquestada por Isla. Ante una adormilada defensa de la U, el Huaso se asoció de gran manera con José Pedro Fuenzalida por la banda derecha y con un pase raso asistió a César Pinares, quien marcó el primer gol del partido. Sería el inicio de una gran sociedad entre los que alguna vez vistieron la camiseta de la selección chilena.

Tres minutos después, el lateral nuevamente se juntó con el Chapa en una gran jugada colectiva y habilitó a Luciano Aued con un preciso centro. El argentino se encontraba en inmejorable posición para rematar, pero pifió y evitó lo que pudo ser el segundo tanto. El futbolista de 34 años comenzaba con el protagonismo.

Las constantes arremetidas por la banda complicaron a los zagueros azules. El tándem entre Israel Poblete y José Castro por izquierda no funcionó para evitar las subidas de Isla, aunque el volante poco a poco comenzó a encontrar pequeños espacios en la zona resguardada por el experimentado futbolista.

Festín cruzado

En el complemento las pifias no pararon, aunque cada vez se escuchaban con menos énfasis. A los 49′, el buinense volvería a ser protagonista. Tras una posesión larga de los cruzados, el lateral recibió y se asoció con Pinares, quien asistió a Fernando Zampedri. El ariete sacó un remate cruzado y marcó el segundo tanto del encuentro.

Fernando Zampedri anotó el segundo gol de la Universidad Católica. FOTO: SEBASTIAN ORIA/AGENCIAUNO

Con una ventaja más amplia, los pupilos de Ariel Holán se soltaron. En 56′, el defensa volvió a habilitar al goleador, pero Cristóbal Campos evitó, con una gran intervención, el tercer gol de Universidad Católica. Isla hacía méritos para convertirse en la figura del partido.

Al pasar los minutos, Universidad de Chile fue encontrando espacios de la mano de Darío Osorio y Lucas Assadi, no obstante, las rápidas transiciones de la UC podían traducirse en un gol en cada contragolpe. En tanto, el lateral sacó a relucir toda su experiencia para hacerse fuerte en las coberturas y en el resguardo de la posesión del balón, completando un gran desempeño su primer clásico, donde mostró todos sus dotes ofensivos, defensivos y tácticos.

Con los 90 minutos cumplidos, el defensor selló su segunda asistencia y su rol como figura se volvió indiscutible. El exjugador de Flamengo se asoció una vez más con Pinares y asistió a Clemente Montes, quien empujó el balón con el arco vacío y puso el tercero. Se selló la goleada en la vuelta del Estadio Nacional y Mauricio Isla dejó destellos de lo que ha sido su gran carrera en el fútbol europeo.

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