“Tenemos una responsabilidad país que es mucho mayor, que es sacar adelante los juegos que parten el jueves 20 de octubre. Después habrá todo el tiempo necesario para investigar todas aquellas situaciones que a alguien le parezcan extrañas. Por ahora, yo les pediría que nos concentráramos en sacar adelante los juegos, que es una responsabilidad de todos nosotros”, fue la seca respuesta que Harold Mayne-Nicholls, director ejecutivo de la Corporación Santiago 2023, entregó a los diputados de la Comisión de Deportes el pasado 11 de julio.

Las escuetas palabras y la incomodidad en el rostro del periodista, quien un mes antes había asumido de emergencia la organización de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos tras la renuncia de Gianna Cunazza, molestó a varios de los presentes. Allí, el también expresidente de la ANFP llegó citado para exponer sobre el avance de las obras de infraestructura y el uso de los millonarios recursos transferidos por el Estado para el evento que reunirá a 7.200 atletas de 40 países.

“La verdad yo voy a ser bien sincera con usted. Estamos en la Comisión de Deportes, donde también nuestro rol es fiscalizar. Yo lamento mucho la molestia que usted transmite hoy día aquí en la comisión, porque no se trata de hacerlo perder el tiempo. Se trata simplemente de obtener información que legítimamente les corresponde a todos los parlamentarios y parlamentarias”, le contestó la exmaratonista y diputada Erika Olivera (Demócratas), presidenta de la instancia.

No crea que estoy molesto, pero no crea que estoy contento, porque a usted personalmente le pedí que no me citaran por la cantidad de trabajo que tenía y tengo. Entonces que me citen, tres, cuatro días después de pedirle, evidentemente no me trae alegría al cuerpo”, le respondió Mayne-Nicholls.

La escena dio cuenta de la enorme presión y de las dificultades con las que el dirigente ha debido lidiar para llegar a tiempo con la organización del evento, que parte en solo 12 días más. Entre ellas, el constante aumento del costo de la competencia: si en 2017 se hablaba de US$ 170 millones, el año 2020 esa cifra pasó a US$ 507 millones. Los últimos cálculos hablan de que se llegará al menos a los US$ 770 millones.

El Centro de Entrenamiento de Atletismo Mario Recordón, también conocido como la "pista atlética" del Estadio Nacional, fue remodelado para los Panamericanos. A la izquierda, como lucían las obras en junio pasado. A la derecha, como estaban el jueves pasado.

De ese monto, más de un 55% es el valor de la construcción, reparación o renovación de los recintos que albergarán la competencia y que han sido licitados de manera pública por el Instituto Nacional de Deportes (IND), y de manera privada por la Corporación Santiago 2023 y por el Comité Olímpico de Chile. Todo, con dinero público.

La Tercera constató que entre aumentos de obras, reajustes de precios y retrasos, el IND ha gastado al menos un 19% más de lo presupuestado: equivalente a US$ 70 millones (unos $64 mil millones). A menos de dos semanas de los juegos, varias de las obras aún no cuentan con la recepción municipal, e incluso algunas estarán listas dos o tres días antes de la ceremonia inaugural del 20 de octubre.

Principales obras de infraestructuraPresupuestoCosto finalEmpresaPlazo inicialPlazo real
Centro de Entrenamiento Deportes Acuáticos$38.080.000.000$51.545.776.209CONSTRUCTORA MÖLLER Y PÉREZ COTAPOS SA250 días274 días
Polideportivo Deportes Colectivos y Explanda Deportes Urbanos$27.013.000.000$36.960.580.387CONSTRUCTORA DE VICENTE S.A.300 días335 días
Centro de Entrenamiento de Atletismo Mario Recordón$22.610.000.000$24.290.761.547CONSTRUCTORA SUDAMERICANA S.A.350 días350 días
Parque Deportivo Estadio Nacional$18.683.000.000$21.843.361.624DE VICENTE y PARQUES HERNÁN JOHNSON300 días749 días
Centro de Entrenamiento del Tenis y Deportes de Raquetas$20.230.000.000$20.874.565.329CONSTRUCTORA SUDAMERICANA S.A.350 días350 días
Polideportivo Deportes de Contacto$11.543.000.000$12.322.293.373CONSTRUCTORA SUDAMERICANA S.A.540 días540 días
Centro de Entrenamiento Paralímpico$9.282.000.000$11.546.262.506FERROVIAL CONSTRUCCIÓN CHILE S.A.540 días990 días

Las obras que demoraron el doble

Fue el 6 de enero de 2020 en una ceremonia al interior del Estadio Nacional, cuando Cecilia Pérez, ministra del Deporte en el gobierno de Sebastián Piñera, hizo público el ambicioso Plan de Infraestructura para los juegos en los que Chile fue elegido como sede en 2017. Allí, Pérez reveló que la cartera de proyectos, con un sello de “legado social y alcance comunitario”, tendría un costo cercano a los US$ 170 millones.

Hoy, a menos de dos semanas de que comience el evento, las cifras son muy diferentes. De acuerdo a la información disponible en Mercado Público, el portal de compras del Estado, tan solo las obras contratadas directamente por el IND ya superaron los US$ 450 millones. Y en orden cronológico, la primera de ellas es una de las que han tenido mayores problemas.

Se trata de la construcción del “Parque Deportivo Estadio Nacional”, que consistió en intervenir 31 de las 64 hectáreas del recinto de Ñuñoa. En su interior se realizaron obras de paisajismo, áreas verdes, rutas de circulación peatonales, multicanchas y espacios para la práctica de fútbol y rugby. La licitación se abrió a fines del 2020 con un presupuesto estimado de $18.600 millones.

El Polideportivo de Deportes de Contacto, las canchas de hockey y el Polideportivo de Deportes Urbanos fueron construidos para los juegos. A la izquierda, como se veían los trabajos en julio. A la derecha, como lucían el jueves pasado.

Finalmente, la licitación fue adjudicada en febrero de 2021 al consorcio de la Constructora de Vicente S.A. y Parques Hernán Johnson Ltda., las que ofrecieron realizar el trabajo en 300 días por $19.998 millones, la propuesta más cara de las seis recibidas. Con el paso de los meses el precio solo aumentaría.

El primer ajuste se produjo en febrero de 2022, cuando los contratistas acusaron que la indefinición en el proyecto eléctrico de la obra los obligó a retrasar los trabajos. Por ello, el IND accedió a pagar otros $449 millones y a darle a la empresa 76 días más de plazo. Luego, se firmaron cuatro nuevos anexos de contrato, que sumaron otros $1.300 millones al costo del parque y agregaron 373 días más a los trabajos.

En resumen, la construcción costó un 17% más de lo proyectado, llegando a los $21.843 millones y durando más del doble de lo planeado, en total 749 días. Por estos retrasos, la Contraloría General de la República ordenó al IND que cobrara a las empresas una multa de $882 millones, la que aún no ha sido pagada.

“Una de las cosas que uno siempre ha visto en eventos de esta envergadura, es que hay un aumento de precios y son aumentos bastante llamativos. Pero acá en Chile uno de los argumentos que se nos ha dado es que tuvimos una pandemia y una alta inflación de por medio”, afirma la diputada Olivera.

Una situación similar es lo que ha ocurrido con las dos edificaciones más costosas que se utilizarán en los Panamericanos. La primera de ellas es el “Centro de Entrenamiento de Deportes Acuáticos” del Estadio Nacional. El recinto, que aún no ha sido entregado de manera oficial, tenía un presupuesto inicial de $38 mil millones y se realizaría en 250 días.

La reposición del Centro de Entramiento de Deportes Acuáticos ha sido la obra más costosa con un valor de $51.545 millones, un 36% más de lo presupuestado inicialmente. A la izquierda, el estado de las obras en julio pasado. A la derecha, el estado del recinto el jueves pasado.

La única oferta recibida fue superior a lo pensado inicialmente. Eso, sumado a cambios y reajustes de última hora, elevaron el valor de las obras hechas por la Constructora Möller y Pérez Cotapos un 35%, llegando a los $51.545 millones. A ello se sumaron otros 24 días de trabajo.

En el otro caso, la construcción del “Polideportivo de Deportes Colectivos y Explanada de Deportes Urbanos”, también del Estadio Nacional, el panorama no ha sido tan diferente. La obra, que tampoco ha finalizado y que inicialmente se calculó en $27 mil millones, creció un 36%, llegando a los $36.960 millones. Y el plazo de construcción pasó de 300 a 335 días.

El senador y exvelocista Sebastián Keitel (Evópoli) reclama por la poca transparencia de la organización con respecto a las obras. “Parte de la falta de transparencia es que no se nos informaba cómo iban las licitaciones y ni siquiera se publicaba en la página de los juegos. Yo confío en que se van a entregar totalmente listas y que no vamos a estar sobre la marcha arreglando los baños o revisando si la pista de atletismo quedó bien pegada o no”, concluye.

La “aceleración” y la “urgencia” de los plazos

“Desde que tengo uso de razón conozco este lugar (...) Y ahora verlo remodelado de esta forma con la modernidad que estamos viendo… De verdad te enorgullece”, dijo un emocionado Fernando González el pasado 22 de septiembre, tras probar con su “mano de piedra” el renovado court central de tenis del Estadio Nacional.

El lugar, que ahora pasó a llamarse “Centro de Entrenamiento del Tenis y Deportes de Raquetas”, ha sido uno de los proyectos más importantes dentro de las obras para los Panamericanos y fue adjudicado a la Constructora Sudamericana S.A. A diferencia de lo ocurrido en otros casos, la oferta se ajustó al presupuesto, con $19.418 millones y un plazo de 350 días.

El nuevo Centro de Entrenamiento de Tenis y Deportes de Raquetas, que incluyó la renovación del court central del Estadio Nacional, tuvo un costo de $20.874 millones y se tuvo que pagar más para llegar a tiempo con las obras.

Pero tal como ha ocurrido con una serie de otros proyectos de inversión a lo largo del país, los permisos sectoriales, en este caso del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), demoraron los trabajos más de lo planificado. El hallazgo de restos arqueológicos en el área colindante a las calles Grecia y Marathón, en la comuna de Ñuñoa, obligó a hacer nuevas excavaciones e hizo que el IND demorara en obtener los permisos del CMN.

Para llegar a tiempo con el recinto, el IND hizo uso de una cláusula de “aceleración” de las obras, por lo que pagó $707 millones extra a la empresa con el compromiso de mantener el plazo original de entrega, lo que ocurrió el pasado 18 de septiembre.

Pese a que la organización de los juegos comenzó el año 2018, la premura por llegar a tiempo con los recintos y cumplir con los exigentes estándares implantados por Panam Sports, ha obligado también a tomar otras medidas excepcionales.

La más importante fue contratar mediante trato directo la renovación de la pista atlética del coliseo central del Estadio Nacional. “Existía un compromiso inicial de donación, que no pudo concretarse y se desestimó porque no contemplaba la instalación. Por consideraciones de plazo y técnicas se recurrió al trato directo para la instalación de una pista de la marca Mondo, de las mismas especificaciones que la que se ocupará en los Juegos Olímpicos de París 2024″, señalaron desde el IND.

En el coliseo central del Estadio se hicieron distintas refacciones, como cambio de la pantalla y de las luminarias. Pero el trabajo más caro fue reemplazar la superficie de la pista atlética, lo que se hizo mediante trato directo por un valor de $3.900 millones.

Por ello, sin licitación ni otras ofertas que permitieran bajar el precio, en mayo pasado el IND pagó bajo una “situación de urgencia” $3.390 millones a la empresa Sports Tech S.A. por la nueva superficie de color café en la que se harán las principales pruebas de atletismo. Para este fin de semana debía estar completamente instalada.

Una situación similar ocurrió con la “Conservación del Patinódromo”, también al interior del recinto del Estadio Nacional. “No recepcionamos ofertas que fueran admisibles, por lo que se recurrió al trato directo bajo las condiciones que establece la ley”, explican desde el IND. Por ello, en junio pasado se contrató al empresa Constructora E.C.R. Limitada por $1.417 millones. Esta vez fue un 16% menos que lo presupuestado.

Si sabíamos que teníamos un evento y la sede se gana el año 2017, y conocíamos que como país teníamos que estar con todo listo y ojalá con los deportistas entrenando en casa, la pregunta es por qué corrió el tiempo. No podíamos esperar a decir que a costa de lo que sea vamos a sacar los juegos adelante, porque a costo de lo que sea también le cuesta a un país”, expresa la diputada Olivera.

Los trabajos y retoques finales

“Los agoreros de siempre decían que no se llegaba. Esta es la mejor demostración que estamos con piscina aprobada. Está con todas las pruebas técnicas listas. Con algunas terminaciones de limpieza, sobre todo en el exterior, pero lo importante, lo fundamental, está listo”, dijo el jueves pasado a la prensa el gobernador de Santiago, Claudio Orrego, tras realizar una visita inspectiva al Centro de Entrenamiento de Deportes Acuáticos del Estadio Nacional.

Esta semana se han estado afinando los últimos detalles de las obras, pero no existe claridad de cuáles han sido oficialmente recepcionadas y si cuentan con los permisos municipales para recibir a los competidores y el público.

Por estos días, alrededor del recinto en Ñuñoa todavía se ven camiones, grúas y el movimiento acelerado de los últimos detalles para tener el espacio a tono para la ceremonia inaugural del próximo viernes 20 de octubre. Desde el IND explican que las únicas obras que necesitan recepción municipal, condición básica para abrir los lugares al público, son los nuevos edificios del Estadio Nacional. Además, aseguran que están solicitando a la Municipalidad de Ñuñoa una “autorización especial de funcionamiento temporal, cumpliendo una serie de requisitos de seguridad y otros técnicos de las obras”.

Parte de estos arreglos también se hicieron en Providencia, por donde pasará gran parte del recorrido del ciclismo de ruta y un tramo del maratón. Pero allí ocurrió algo que llamó la atención del municipio. Hace dos meses, parte del equipo organizador de los juegos plantearon a la alcaldesa Evelyn Matthei que, para cumplir con los estándares de la prueba, sería necesario renovar el asfalto de algunas de las calles que usarían los competidores.

Lo que inicialmente parecía una gestión para hacer más expeditos los trámites, terminó con una solicitud para financiar las obras. “Al municipio se nos señaló que se requerían calles que cumplieran con algunos requisitos de pavimentación, lo cual fue abordado con nuestro contrato regular y tuvo un costo de $106 millones”, señaló la alcaldesa Matthei.

Pese al constante aumento en los costos de las obras de infraestructura, Harold Mayne-Nicholls ha explicado ante diputados y senadores que la meta ha sido no llegar a los US$ 1.200 millones que le costó a Perú organizar los juegos de Lima 2019, ni mucho menos a los US$ 2.000 millones que invirtió Canadá para Toronto 2015.

El cálculo de los organizadores de Santiago 2023 es que toda la inversión realizada tendrá un impacto positivo en la economía del país. Ello, porque se estima que cada dólar gastado en los juegos genera un retorno de US$ 1,19, principalmente por los efectos en el turismo y el empleo.

Coincidencia o no, el pasado miércoles comenzó a sesionar la comisión investigadora de la Cámara de Diputados que revisará los gastos hechos en la organización y desarrollo de los Panamericanos. El próximo martes sus primeros invitados serán el ministro del Deporte, Jaime Pizarro, y el director del IND, Israel Castro. Ambos deberán comparecer ante los diputados a tan solo diez días del inicio del evento deportivo más importante en la historia del país.