Una gran águila, símbolo del escudo de armas alemán, se cierne sobre la esvástica nazi  mientras la cámara hace un barrido vertical hacia abajo que pronto se ilumina con el título "Trumph des Willens" ("Triunfo de la Voluntad"). Siguen los monumentales créditos en clásica letra gótica donde se describe que esta película en cuestión fue hecha por expresa petición de Adolf Hitler para registrar los tres días el congreso del Partido Nacionalsocialista alemán en 1934. La ciudad es Nuremberg, urbe medieval de callejuelas adoquinadas, grandes fortificaciones y una muchedumbre enardecida que saluda brazo en alto a Adolf Hitler.

Al "führer" se lo muestra literalmente bajando de las nubes, después de varias tomas a cielo abierto en pleno vuelo. Luego, ya en la superficie, saluda a las masas. Se trata de propaganda pura, hecha con todos los recursos posibles de la época, imitada e ironizada por Charles Chaplin en su clásico El gran dictador (1940) y objeto de estudio en universidades, academias de cine y también en críticas culturales, entre ellas Fascismo fascinante de Susan Sontag.

La película aludida es El triunfo de la voluntad (1934), una de las varias producciones al servicio del régimen nazi que la cineasta alemana Leni Rienfenstahl (1902-2003) realizó en los años 30. Con una duración de 104 minutos, El triunfo de la voluntad se mantuvo durante varios años como parte de los contenido oficiales del canal YouTube, que desde el pasado 3 de junio incorporó una nueva política en busca de reducir contenidos violentos y extremos. En ese nuevo esquema, el documental de Riefenstahl cae fuera de las normas y ya no está disponible de manera tradicional (aunque hay una copia pirata subida el 15 de junio).

El filme de Leni Riefenstahl se ubica entre aquellas propuestas que de acuerdo a YouTube promueven "el odio y el supremacismo", aunque en la práctica el portal mantiene en línea su otra gran producción propagandística: Olympia (1938), sobre los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936. Aunque el tono extremo y fanático de las obras de Riefenstahl es innegable, al menos desde Estados Unidos ha salido una voz autorizada a preguntarse por la decisión: el destacado crítico y editor del portal IndieWire Eric Kohn dice: "YouTube alberga una paradoja: es una plataforma de expresión que vacila en qué tipo de expresiones quiere promover". https://www.indiewire.com/2019/06/youtube-hate-speech-policy-triumph-of-the-will-1202147879/

A pesar de que El triunfo de la voluntad fue realizada un año después de la apertura del primer campo de concentración en Dachau (cerca de Munich) y de que su autora podría ser entonces cómplice pasiva de crímenes de lesa humanidad del régimen nazi, no son pocos los cineastas que han defendido sus obras en términos estéticos y también históricos. Sus grandes tomas panorámicas, el manejo en las escenas de masas, sus secuencias aéreas, los enfoques en profundidad y la utilización dramática de la música son valores cinematográficos difícilmente cuestionables.

Es más, el propio cineasta estadounidense Frank Capra (¡Qué bello es vivir!) se inspiró formalmente en estas técnicas para realizar Why we fight, su serie de películas bélicas a favor de los Aliados. Tampoco han desconocido sus aportes estéticos realizadores modernos como Francis Ford Coppola, George Lucas, Peter Jackson o Ridley Scott.  

Escena de El Triunfo de la Voluntad (1935), de Leni Riefenstahl.

Considerada por los nazis como un símbolo de orgullo nacionalista y espíritu de combate, El triunfo de la voluntad buscó emular lo que en la Unión Soviética significaron en su momento las películas El acorazado Potemkin (1925) y Alexander Nevsky (1938), superproducciones de tono revolucionario y nacionalista respectivamente, muy bien utilizadas por el régimen para efecto propagandístico. Eso sí, hay que reconocer que ambas eran cintas de ficción, a diferencia de los documentales de Riefenstahl.  

Quizás el otro ejemplo más evidente de flagrante propaganda extremista con innegable valor formal e histórico en la historia del cine sea el clásico El nacimiento de una nación (1915), de David Wark Griffith. Basada en la novela The clansman de Thomas Dixon Jr. , la cinta de tres horas de duración parte con el asesinato de Abraham  Lincoln y cuenta la división de Estados Unidos tras la Guerra de Secesión. En una jugada dramática e ideológica que despertó asombro e indignación ayer y hoy, los miembros del movimiento supremacista blanco Ku Klux Klan son los héroes de la historia. Por el contrario, los afroamericanos (interpretados por blancos con la cara pintada de negro) son retratados como inferiores en inteligencia y sexualmente pervertidos.

La película aún no es eliminada de YouTube bajo las nuevas políticas que buscan reducir "el odio y el supremacismo".  

https://archive.org/details/TriumphOfTheWillgermanTriumphDesWillens

https://www.youtube.com/watch?v=o0kNRIz9910&t=1290s