La revolución se mantiene intacta. Ese fue el mensaje central que acaba de dar Miguel Díaz-Canel, quien temprano en la mañana asumió como nuevo Presidente de Cuba, en reemplazo, nada menos, que de Raúl Castro. Por primera vez desde el triunfo de la revolución de 1959, un Castro no estará en la máxima dirigencia de la isla. Eso, al menos en el papel, porque –ya está dicho- Raúl seguirá definiendo los principales delineamientos del gobierno, desde un puesto clave: como líder del Partido Comunista Cubano.
Lo reconoció el propio Díaz-Canel en su primer discurso como Presidente: Raúl encabezará las "decisiones" del presente y futuro de la isla. También apeló al liderazgo histórico de Fidel, lo que en otras palabras quiere decir que no se desviará un milímetro de la transición trazada de manera minuciosa por los Castro. Al mismo tiempo, el nuevo gobernante –que mañana cumplirá 58 años- sostuvo que en Cuba no hay espacio para quienes desean una restauración capitalista. Eso sí, dijo que corregirá "errores" e "improvisaciones". ¿Y la política exterior? "Se mantiene inalterable", subrayó.
"La revolución cubana sigue de verde olivo", afirmó finalmente Díaz-Canel, que nunca vistió el uniforme ni luchó en la Sierra Maestra. Por eso en su discurso apeló una y otra vez al legado del "ejemplo" de Fidel y del "ejemplo" de Raúl. ¿Habrá cambios en Cuba con el sucesor de Castro? Lo que hará Díaz-Canel será seguir el guión dictado por Raúl, en el marco de su política más aperturista y sus importantes reformas.
Lo que sí cambiará es que una nueva generación de dirigentes políticos cubanos, encabezados por Díaz-Canel, comenzarán de a poco a tomar las riendas de la isla. Ello, a pesar de la presencia de los históricos en la alta cúpula, como el comandante Ramiro Valdés, de 85 años, como vicepresidente. Sin embargo, hay otros que ya no figuran en ese escalón, como José Ramón Machado Ventura, de 87 años y dirigente histórico de la revolución. Así, entre los 31 miembros del Consejo de Estado, aparecen varios "jóvenes" e incluso alguien que –cosa extraña- no forma parte del Partido Comunista: la campeona mundial del lanzamiento del martillo, Yipsi Moreno.
Aunque no se prevén grandes transformaciones, ya es de un enorme simbolismo que un Castro no figure en la Presidencia. Pero para que a nadie le quepan dudas, Díaz-Canel concluyó su discurso con el tradicional "¡patria o muerte! ¡socialismo! ¡venceremos!".