“Nanito murió como vivió... luchando”: la noche en que Héctor Llaitul pensó que su hijo estaba muerto

llaitul

El 9 de julio de 2021 el líder de la Coordinadora Arauco Malleco, como dan cuenta las escuchas interceptadas por la policía, vivió momentos de "horror". Ese día, como fue de público conocimiento, supuestamente había fallecido Ernesto Llaitul, su hijo. Lo que pocos conocían fue la serie de contactos telefónicos que el comunero tuvo esa noche y que hoy son parte de la carpeta del caso, pues resultan piezas clave para la Fiscalía para entender cómo se organizaba Llaitul y los suyos para las acciones de sabotaje. En el mismo informe aparece hasta una conversación con una exdiputada socialista.


Si hay algo que constantemente la profesora Carolina Manqueo le recordaba a su pareja, el líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul, era que usara Signal, una aplicación de mensajería instantánea y llamadas que ofrece una gran garantía la privacidad, ya que los chats son encriptados. Sin embargo, como dan cuenta la serie de escuchas que efectivos de la PDI realizaron respecto de las conversaciones que el comunero mantenía a través de su celular -producto de la investigación que lleva en su contra la Fiscalía de La Araucanía-, el líder de la agrupación solía olvidar esa recomendación.

Por ello, en medio de las más de cinco mil páginas que contiene a estas alturas la carpeta investigativa del caso, hay registro de las comunicaciones que el líder de la CAM tuvo la noche del 9 de julio de 2021, cuando supuestamente uno de sus hijos, Ernesto Llaitul Pezoa, había fallecido en medio de una acción de sabotaje en el fundo Santa Ana, en Carahue, Región de La Araucanía. Y es que la información policial que circuló esa jornada establecía que “Nanito”, como lo llamaban sus cercanos, había caído abatido producto de un disparo en el rostro.

Fue con la angustia de esa noticia que a eso de las 22.28 de la noche Llaitul se comunicó con su nuera, Javiera Belén Plaza, quien le respondió notablemente afectada por lo ocurrido. Esa llamada quedó en los registros de la Fuerza de Tarea Sur de la PDI que a esa altura estaba abocada a las escuchas y de esas conversaciones emanó un informe, ya que resultan piezas clave para entender cómo se organizaban los comuneros ante este tipo de acciones contras las Forestales.

  • Héctor: Así es el camino escogido pu lamien, el Nanito vivió siempre en eso, usted lo conocía más que nadie.
  • Javiera: Si sé.
  • Héctor: Es un dolor que lo vamos a cargar siempre, pero el Nanito murió como vivió.
  • Javiera: Si lo sé, lamien, el único consuelo que voy a tener en mi vida va a ser ese.
  • Héctor: Y lo sé, Lamien, tremendo orgullo.
  • Javiera: Que murió ahí.
  • Héctor: Murió luchando, lamien, combatiendo.
  • Javiera: Como siempre dijo que lo iba a hacer, pero ¿Por qué? ¿Por qué tan pronto? ¿Por qué?
  • Héctor: Porque es así, lamien, es su sacrificio, tal vez para un llamado a nuestro pueblo, a nuestra gente.
  • Javiera: Sí, pero ¿Por qué, lamien?
  • Héctor: Yo lo lamento mucho por usted, de verdad usted no lo vivió todo lo que tenía que vivirlo.
  • Javiera: Hoy día lo vi en la mañana, estuvo ahí con nosotros, apurado, picó leña y se fue.
  • Héctor: Si lamien, tremendo hombre, tremenda persona, tremendo padre, tremendo hermano, tremendo hijo, todo. Pero él será recordado como un gran weichafe combatiente, lamien toda la fuerza, todo el newen para usted, todo el newen lamien, usted siéntase... no se derrote lamien, usted tiene a lemuchicho, tiene la migi, no se derrote nunca lamien. Llórelo con todo el dolor, pero tenga toda toda la fuerza porque de usted dependen hartas cosas también, ahí está su sangre, ahí está la proyección. Lamiencita la queremos mucho aquí.
  • Javiera: No lo puedo creer, no lo puedo creer que no lo voy a ver más, no va a llegar a la casa nunca más, no lo puedo creer.
  • Héctor: Cuesta creerlo lamien.
  • Javiera: Yo sabía que era él, yo sabía que era él, porque él era el más valiente, yo sabía que era él.
  • Héctor: Yo también sabía lamien, yo también sabía del principio que era él, porque él es el más valiente, él es el que iba adelante.

La conversación, como acotaron los persecutores, fue catalogada “de relevancia” para el caso, al igual que el registro que se obtuvo transcurridas algunas horas, cuando Llaitul se comunicó con su hermano José Tomás.

Durante la madrugada, a eso de las 01.35 horas del 10 de julio, el comunero volvió a comentar lo ocurrido -como está registrado en los documentos en manos de todos los intervinientes-, pero en esta oportunidad ya había concurrido hasta el Servicio Médico Legal, donde finalmente y para su alivio, descartó que el hombre caído fuera su hijo. La preocupación, entonces, era que esos datos llegaran pronto a su madre, la abuela de Ernesto. De hecho, el fallecido era Pablo Marchant, integrante de la CAM que la organización luego erigió como mártir, pese a que en las escuchas previas a este deceso, Llaitul manifestaba molestia con el comunero e, incluso pensó en expulsarlo.

  • Héctor: Oye José, mira, escucha.
  • José Tomás: Escucho.
  • Héctor: Andaba una información de que habían matado al Nano.
  • José Tomás: Ya.
  • Héctor: No es verdad esa información, hay un muerto sí y es el Toñito (Pablo Marchant).
  • José Tomás: Pucha, por la cresta.
  • Héctor: Ya pero no es el Nano, es el Toñito, yo acabo de ver el cuerpo. Como le habían baleado la cara no se le podía reconocer y el cuerpo era grande y todo, pensaron los pacos, pensó el fiscal que era el Nano. No es, no es el Nano.
  • José Tomás: Nano, ¿Hablaste con él?
  • Héctor: No, si el Nano anda por otro lado, anda por los cerros, por ahí. Ya, dile eso a mi mamá por favor, rápido, ya.

Otra de las transcripciones adjuntadas en la carpeta, además, refleja que alrededor de la misma hora Llaitul se puso en contacto con otro de sus hijos, Weftui Llaitul Salazar, a quien a las 1.50 de la madrugada le comunicó que “Nanito” estaba bien.

“Ni cag.... lo entregamos”

Pasada la peor parte de la noche para la familia Llaitul, y ya con luz de día, el líder de la CAM volvió a tomar contacto con su nuera, Javiera Plaza, quien a esas alturas también había podido tomar contacto con Ernesto.

Dado que Ernesto había estado involucrado en el enfrentamiento que la noche anterior habían tenido los representantes con efectivos de Carabineros, Llaitul le hace presente a Plaza que las siguientes horas éste debía mantenerse “piola”. Le insiste en medio del mismo contacto en que harán todo lo posible para que “Nano” no fuera aprehendido.

  • Javiera: Y lo otro que le iba a decir, no sé qué pasa con Nano.
  • Héctor: No, están todos, están todos bien.
  • Javiera: No, si yo conversé con él, pero no sé si van a llegar acá a la casa o se va a ir a Temuco, no sé.
  • Héctor: No, no. Él dijo que iba a andar aquí cerca que lo van a andar trayendo con un dispositivo ahí piola nomás.
  • Javiera: Ya lamien ya.
  • Héctor: Su gorro y todo eso bien piola.
  • Javiera: Ya lamien.
  • Héctor: Y va a andar cerca de esto acá y ni cag.... lo entregamos tampoco, no creo que lo tomen con toda la mierda que hicieron no.
  • Javiera: No, no creo.
  • Héctor: Se van a pegar el manso show los hueones si hacen eso.
  • Javiera: Sí.

“Horas de horror, de dolor”

Otro de los registros incluidos en los documentos grafican una quinta conversación que tuvo Llaitul ese día. A las 9.59 horas tomó contacto con la exdiputada socialista por la Región del Biobío Clemira Pacheco Rivas.

A ella el imputado le informó que había pasado horas de “horror” al creer que hijo había fallecido. Por lo mismo, como le comentó, cada vez se estaba convenciendo más de que había que tener una “lucha frontal”.

  • Héctor: Buta, horas de horror, de dolor, estos malditos del sistema ya, me convence cada vez más que lo único que hay que hacer es luchar frontal con ellos no más. Son unos malditos, unos siniestros. Lo masa... Lo masacraron a mi peñi Pablo Marchant, lo masacraron, le deformaron el rostro, por eso no podían reconocerlo, pensaron y sostuvieron hasta el final que era mi hijo, porque ese era el canto de victoria que tenían estos malditos.
  • Clemira: Exactamente, eso es.
  • Héctor: Pero asesinaron cruelmente a un destacado militante nuestro, a Pablo Marchant.
  • Clemira: Pablo Marchant ya.
  • Héctor: Si, de Tomé, estudiante de antropología, se vino pa acá con mi hijo, lleva años como weichafe luchando y lo vamos a reivindicar en ese sentido po, así que nos estamos juntando acá y seguramente vamos a hacer un eluwun con él a lo mapuche, eso es pu lo que puedo informar.

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