Por Hugo Lavados Montes, rector Universidad San Sebastián

La PAES no es un instrumento de evaluación de la calidad de la educación, ya que está diseñado para evaluar- ordenar a los estudiantes sobre sus habilidades y competencias para acceder a la Educación Superior. En eso el Mineduc tiene razón, lo mismo que con el resguardo de los datos individuales, si no hay consentimiento expreso.

Eso no justifica la interpretación (se diría en lenguaje popular que se pasaron varias estaciones) dada en la instrucción -perentoria- de la autoridad que prohibió divulgar resultados promedios o publicar estudios usando los resultados 2024.

Quienes rindieron la PAES no vienen de otro planeta, son estudiantes que terminaron la educación media, que han tenido trayectoria escolar en un colegio. Si los puntajes PAES no indican la calidad de la educación previa, al menos aportan información sobre atributos del estudiante. Si esas señales no se pueden usar ahora como antecedentes para los educadores ni las familias, parece legítimo preguntarse para qué existe esa prueba.

Un asunto que es especialmente irritante para los investigadores y autoridades académicas es que se dice que los estudios se hacen en abril “bajo estrictos procedimientos de anonimización, que permiten el uso de la información … sin comprometer la privacidad de las y los postulantes”. ¿Las universidades no podemos hacer investigaciones, cumpliendo las normas, sin la tutela oficial?

A las autoridades parece que les irritan los rankings. No se entiende por qué es negativo que las familias los usen, si llegar a la Educación Superior sigue siendo una aspiración legítima y ese es un insumo válido para tomar decisiones con más antecedentes.

La interpretación ha sido un error no forzado, un búmeran. Y los temas centrales, como las brechas y los pobres resultados de las tres pruebas especiales se han olvidado. Para muestra un botón, la mediana de M2 fue 480 puntos, es decir, de las 50 preguntas del test, la mitad de los 110 mil que la rindieron respondió correctamente solo 11 o menos. Triste, muy triste.