El submarino se comunicó por última vez con su base de operaciones en Mar del Plata el 15 de noviembre de 2017. Su capitán había informado sobre una entrada de agua que habría provocado un cortocircuito en uno de las baterías, lo que posteriormente terminaría en un incendio. Algunas horas después de este aviso, un sistema de alertas de pruebas militares detectó una explosión en el Atlántico Sur; tanto el Gobierno argentino como las familias supieron que se trataba del ARA San Juan.
Las imágenes muestran los restos del submarino, el cual se encuentra en la zona 1, que corresponde al lugar donde hace casi un año todas las armadas del mundo estaban buscando la nave con tecnología de altísima definición. Sin embargo, los 27 países que participaron de la operación no tuvieron éxito porque el ARA San Juan estaba apoyado sobre un sector de fuertes corrientes submarinas y muy irregular.
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