Voluntariados universitarios de invierno ayudan y fomentan la solidaridad en comunidades apartadas del país

Estudiantes de la U. San Sebastián de la sede Santiago ejecutan trabajos voluntarios en Escuela San José de Algarrobo, en la región de Valparaíso.

Más de 100 jóvenes universitarios de la U. San Sebastián se desplazan durante sus vacaciones de invierno por distintas localidades realizando trabajos de voluntariado. Una vivencia que va más allá de la solidaridad, nutriendo su formación con sentido social al conocer otras realidades y aportar con su energía y empatía mejorando las escuelas rurales y comunidades necesitadas.



Uno de cada cinco chilenos realiza algún tipo de voluntariado, según la más reciente Encuesta Nacional de Voluntariado 2022. Chile se ha definido como una nación solidaria, situación que vemos frente al apoyo altruista que moviliza a las personas cuando ocurren desastres naturales o cuando hay que apoyar a un compañero de colegio o de trabajo que pasa por algún problema familiar, o al colaborar en eventos que promueven causas sociales. Lo cierto es que el compromiso es una realidad, y desde las universidades se ha fomentado que las nuevas generaciones puedan ser parte de iniciativas que, de una u otra forma, impacten positivamente en la sociedad.

Es el caso de la Universidad San Sebastián (USS) que desde hace 10 años que organiza voluntariados que son “parte esencial de la formación integral de nuestros estudiantes como futuros profesionales”, explica Ronny Bravo, director nacional de Asuntos Estudiantiles, quien complementa que la participación de los jóvenes les permite, entre muchas cosas, llevar contenido y habilidades que han aprendido en la academia, para ponerlas en práctica donde más se necesita.

Estudiantes USS de la sede Concepción en faenas de trabajo voluntario en la comuna de Santa Juana, en la región del Biobío.

“Apoyar a las zonas rurales es una tarea que tiene doble significado, tanto por el estudiante que traspasa su conocimiento y crece, así como las comunidades que valoran el apoyo recibido”, puntualiza Bravo.

Voluntariado de invierno

En esta temporada invernal 2023, más de 100 estudiantes de las diferentes sedes repartidas en cuatro regiones del país, ubicadas en Santiago, Concepción, Valdivia y Puerto Montt, se despliegan por comunas vulnerables. Los trabajos se realizan en las localidades de Maihue, Futrono y Curriñe (en Valdivia), Santa Juana (Concepción), Algarrobo (en Valparaíso) y Hualaihué (en Puerto Montt).

La USS cuenta con voluntariados estacionales, tanto de invierno como de verano, en un trabajo colaborativo con colegios y centros comunitarios para realizar intervenciones en que los estudiantes sean un aporte. Estas van desde mejoramiento de espacios públicos, operativos de salud, talleres culturales u organización de campeonatos deportivos, entre otras.

Destacar que, en cada uno de estos voluntariados, los estudiantes además fortalecen sus habilidades y conocimientos en liderazgo a través de instancias formativas realizadas por destacados líderes de la región o zona que visitan.

Trabajos en Curriñe

De este modo, en julio, los voluntarios de la Sede Valdivia llegaron hasta la Escuela Rural Curriñe para hacer trabajos de reparación y limpieza del entorno, pintando la fachada del Centro Comunitario Maihue y la confección de un ropero solidario. Uno de los voluntarios es Matías Galindo, estudiante de quinto año de Psicología en la USS. Es su tercer voluntariado al alero de su alma máter, desde donde ha podido observar situaciones críticas que lo han marcado, como las consecuencias de los incendios forestales en la temporada estival, donde trabajó con compañeros de diversas carreras en la recuperación y mantención de espacios.

Estudiantes de la USS de la sede Valdivia efectuán trabajos en la Escuela Rural Curriñe y en el Centro Comunitario Maihue, en la región de Los Ríos.

Matías reconoce que parte de sus razones para estar en sus vacaciones ejerciendo como voluntario -y no en casa descansando- parten por apoyar las necesidades que presentan estas comunas. “Lo que más requiere la gente es un poco de empatía, de solidaridad, cubrir ciertas necesidades que enfrentan, y ayudar a buscar solución en las problemáticas diarias”, manifiesta.

Ad portas de egresar y comenzar a ejercer su carrera, el estudiante de la sede Valdivia valora el desarrollo de habilidades que “el currículum profesional no te entrega”, y que solo son posibles de conseguir “con el contacto con la gente, en la cercanía, en la intención de escuchar al otro”.

Matías considera que, tras trabajar con otras agrupaciones e instancias de este tipo desde joven, el voluntariado es un acto puntual, pero que quienes lo practican les permite vivir su vida “con verdadera vocación de servicio, porque podemos practicar estas acciones en el día a día, no hay que esperar la ocasión para querer ayudar al otro. Es una decisión, dejar otras responsabilidades por otro, y dedicar tiempo, esfuerzo, tanto físico como mental, en beneficio de las comunidades”.

Y recalca sus motivaciones, que son “ayudar a otros a que lleven su día a día de forma más amena, de entregar un mensaje como personas, de salir de esta mirada egoísta para preocuparse de los demás. Más que voluntario, crecer como persona”.

Experiencia en Algarrobo

Mientras que algunos, como Matías Galindo, cuentan con vasta experiencia en estas instancias, otros jóvenes recién parten este camino. Luis Vallejos es uno de ellos. El estudiante de segundo año de Ingeniería en Energía y Sustentabilidad Ambiental, al igual que otros compañeros de la Sede Santiago de la USS, por estos días se encuentra construyendo bancas y jardineras en la Escuela San José de Algarrobo. “Es un colegio de primero a octavo básico y estamos hermoseando los patios para que cuando los niños regresen a las clases tengan un espacio bonito”, resume el joven, tras jornadas que parten temprano en la mañana y se extienden hasta el atardecer.

Luis confiesa que siempre ha sentido la inspiración de querer ayudar al otro. “No se trata del tamaño de lo que hagamos, el impacto existe. Eso me motivó a querer estar”, dice el estudiante, quien también divide sus tiempos a lo largo del año en otros voluntariados de la universidad ligados a temas medioambientales.

En su caso, la escuela en la que llevan a cabo la intervención se encuentra alejada de casi todos los servicios, no existen almacenes o servicios de urgencia cerca. El pueblo más cercano está a 20 kilómetros. “Es super necesario darse cuenta que no todos tenemos las mismas oportunidades”, menciona Luis Vallejos, resaltando que el voluntariado marca siempre un antes y un después en todos aquellos que participan.

Nos marca para cuando dejemos de estudiar. Uno no solo tiene que ir por el título, o sentarse en la biblioteca, sino que también se basa en estar participando. Esto nos prepara para ser mejores profesionales, porque ser solidario no está en una malla universitaria”, sostiene ante el sello sebastiano que se le ha inculcado.

A pesar de lo breve del período en el que convive con las comunidades, Luis valora el hecho de compartir con sus compañeros “una energía increíble donde prima la solidaridad. Todos tenemos la misma meta, ayudar y cambiar la cara de estos colegios, pensando en el bienestar de los niños. Ese es nuestro objetivo”, reflexiona.

Una serie de valores que el director nacional de Asuntos Estudiantiles USS, Ronny Bravo destaca: “ellos podrían estar de vacaciones y prefieren ir a ayudar, entregar un grano de arena. Les agradezco estar ahí, con las comunidades; y lo importante que es para nosotros que puedan representarnos y dar muestra de nuestro Sello Sebastiano”, confiesa el profesional.

Ronny Bravo cuenta que el caso más significativo de los voluntariados USS ocurrió en la pandemia, cuando apadrinaron hogares de ancianos con actividades online y presenciales, respetando las medidas de seguridad. “Nadie lo creía posible, pero hicimos desde bingos online hasta llevar a estudiantes a cantar con las respectivas medidas sanitarias. No hemos parado y no queremos parar, nos adaptamos a las circunstancias”, valora Bravo ante una actividad extracurricular que espera que crezca con el paso del tiempo.

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