Empacar la comida

El refrigerador y la despensa son los desafíos a vaciar y ordenar. Ahí –y aunque cueste reconocerlo– se encontrará más de una sorpresa, alimentos vencidos y hasta ingredientes que afortunadamente volvieron a hallar. El sentido común es lo que prima pero, como lo recomienda Cristóbal Mayor, de Mudanzas Mayor, antes de cualquier movimiento adopte dos básicos:

1. Debe hacerlo varios días antes de la mudanza. Requiere tiempo, sobre todo porque hay que consumir, antes de empacar.

2. Empezar una campaña de 'no compras'. Casi como obligación usar lo que se tiene, diciendo adiós al acumular y al desechar. Su bolsillo y el planeta lo agradecerán.

Refrigerador

Una semana antes: Vaciar su contenido, dejando en segundo lugar el congelador. Separar frascos y sachets de los que están vencidos. Aquí puede encontrarse con ausencia de fechas rotuladas (efecto hecho por uno mismo). Sepa que sal y azúcar son conservantes y su duración va mucho más allá de lo que dicen o parecen. Hora de abrir, mirar, oler. Desechar lo inútil y clasificar –o dejar muy a la vista- lo que se consume ya o se lleva.

*Recetas e ideas para comerse lo que queda en nuestra web, bajo el título de ¿Te sobró comida? Crea platos con conchos.

Congelador

Siempre es un misterio gracias al hielo. Usualmente contiene alimentos cárnicos, vegetales en distintos estados (enteros, sopas, pulpas), lácteos (helados), estos últimos obligados a comerse. Juan José Orueta, cocinero y especialista en diseño de restaurantes, da claves para la selección:

1. Toda comida congelada correctamente dura más de un año. Sin embargo, las casas sufren cambios de voltaje (cortes de luz, desconexiones varias), que afectan el estado de los productos, siendo los cárnicos los que más atención requieren.

2. Para saber si están buenos hay que fijarse en las fechas. Luego en el estado del hielo que lo cubre, si es como vidrio, está bien. Por el contrario, si tiene capa blanca, ya cambió demasiado su composición organoléptica y podría estar contaminado con bacterias.

3. Si se va a descongelar una carne, debe hacerse en el refrigerador (usualmente a una temperatura menor a 5 °C), de esa manera tiene un cambio de estado parejo.

4. Cuando las carnes se exponen a más de   7 °C comienza la proliferación de microorganismos, desde el exterior al interior, haciendo que finalmente se contamine por completo.

5. Las verduras están fuera de riesgo, pueden incluso volver a congelarse, pero su textura se pierde casi por completo, no así su salubridad.

6. Los pescados son muy delicados. Una vez descongelados, consumidos. Si ya han pasado mucho tiempo guardados, deséchelos.

7. Si la idea es trasladar la comida congelada, debe hacerse en un cooler, potenciando su temperatura con placas o gel de hielo, cuidando abrirlo lo menos posible. Casa vez que se hace se pierde frío.

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Comer es lo primero. Recuerde la campaña de no comprar y consumir.

Piense en la futura mudanza y en las bocas a alimentar. Una carne, por ejemplo, puede prepararse para hacer sándwiches que incluyan a colaboradores y familia.

Pida espacio en algún refri amigo para guardar por unos días. Todo antes que botar comida.

¡Muévelo, muévelo!

El transporte del refrigerador debe seguir reglas vitales para que vuelva a ser el mismo después del traslado. Pamela Castro, especialista en línea blanca de LG Chile, aconseja:

1. Medir las dimensiones del refrigerador, de los lugares por donde debe cruzar y de dónde quedará. Si todo calza, no hay problemas. De lo contrario debe calcular sacar las puertas de las entradas o las del refrigerador, para lo cual es vital contactar a un servicio técnico.

2. Desenchufar mínimo 6 horas antes de su traslado. De esa manera los gases del circuito que enfría el refrigerador vuelven al compresor y a su estado líquido, haciendo que no se derramen y estropee el electrodoméstico.

3. Siempre debe mantenerse y moverse vertical, lo menos reclinado posible. Jamás de costado, ya que causaría un peso diferente para el que el refrigerador no fue diseñado, prácticamente asegurando un daño.

4. Volver a enchufarlo después de mínimo 12 horas, aunque son recomendables 24. ¡En el traslado también se mueven los gases!

SOS comestible

La caja (puede ser cooler) inseparable y salvadora que va con uno en el cambio de casa y que ayuda a alimentarse cuando se está rodeado de otras cajas.

Ha de tener:

• Platos, cubiertos y vasos. Un juego o más. Usted decide según su propio grupo de personas. Así evita los desechables: inestables y contaminantes del medioambiente. Bienvenidos, eso sí, los eternos de camping que no se rompen.

• Aceite, sal y endulzante de su preferencia. Suelen escabullirse entre cajas y sirve el salero diario, la minibotellita que alguna vez guardó o un frasco con un poco de contenido.

• Frutos secos y chocolates. Además de energéticos, dejan contenta cualquier demanda de algo rico para grandes y chicos.

• Jabón. Simplemente vital. Ya se sabe, no hay que comer con las manos sucias.

• Fruta y pan. Salvadores eternos e indiscutibles.

• Agua o bebestible elegido. ¿Quién tiene sed cuando hay tanto que hacer?

¡Tengo hambre!

O lo dice su guata o alguien que acompaña. Soluciones:

1. Descubrir la nueva oferta del barrio, una vuelta rápida en busca de empanadas nunca está de más.

2. Cocina al vacío. Platos preparados de carnes, pescados, guisos. Se calientan en agua hirviendo y ya está. @maquiacocina

3. Haga un plato el día antes. Ciertos ingredientes aguantan más de 24 horas en un cooler; se comen fríos y con un buen aliño aparte, ofrecen una buena alimentación en tiempos de cambio de casa.

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Botella de espumante, vino o lo que le guste para celebrar el cambio. Ojo, que las copas son tan necesarias como la celebración por la tarea lograda.

Para la buena suerte

Distintos orígenes usan comestibles para la bonanza del nuevo hogar:

• Los judíos guardan una bolsa con pan y sal en cualquier rincón de la cocina. Nunca se pasará hambre (pan) y tendrá una vida llena de sabor (sal).

• Los pueblos nativos gringos queman salvia seca para purificar hogares (además de ahuyentar insectos).

• En India se acostumbra hervir leche y arroz en una olla, alarga la vida en el hogar y entrega pureza a los propietarios.

• El mundo esotérico recomienda liberar energías de la nueva casa antes de habitarla. Quemar hojas de romero y laurel, recorrer todos los espacios haciendo círculos en el aire con su humo. Distribuir vasos llenos de agua y dejarlos por días para que absorban el resto de las energías.

Santo vinagre

Para absorber olores y para limpiar. Una taza adentro del refri y por días. Mezclado con un poco de agua que, además, desinfecta. Usar vinagres blancos o claros.

¡Puf!

Carbón vegetal, café en granos o molido, avena y vinagre absorben olores y pueden estar cuanto quiera dentro del refri. Por su parte, los cítricos abiertos los neutralizan y eliminan.

Despensa

En su mayoría son alimentos no perecibles. Limpiar, ordenar y consumir. Las fechas de vencimiento son importantes, aunque muchas de ellas se refieren al estado óptimo de los alimentos, no a que sean nocivos para la salud.

Frascos de vidrio

Encontrará montones y es el momento de usarlos. Ahí puede guardar desde especias, harinas, legumbres, semillas. Además, son barreras inquebrantables de polillas, duran hasta que se quiebran, se apilan, reutilizan y dan la bienvenida a la necesaria compra a granel que tanto cuida el medioambiente.